La colaboración con todo tipo de instituciones es fundamental para mejorar la sostenibilidad ambiental de la economía, pero son las administraciones las que tienen la capacidad para establecer normas y agilizar el proceso de descarbonización. Además, las instituciones públicas también son consumidoras de energía, por lo que tienen la oportunidad de dar ejemplo. Estos procesos se han acelerado debido a la crisis energética desatada a raíz de la guerra en Ucrania, y han detallado en la mesa redonda de la cuarta edición del Ecoforum, moderada por el director general de Calidad y Educación Ambiental de la Generalitat, Joan Piquer. Uno de los grandes argumentos es el despliegue de energías renovables y alcanzar la autosuficiencia.

En su intervención inicial ha destacado que eventos como este "ayudan a que los ciudadanos de la Comunitat y de España sepan del dinamismo relacionado con estas temáticas, mediante la demostración de proyectos reales, los que se tramitan y los que están próximos a ser realidad, en materias como la gestión de residuos o la lucha contra el cambio climático".

Ha abierto los turnos de palabra directora General de Cambio Climático de la Generalitat, Celsa Monrós, que ha detallado algunos de los paquetes normativos habilitados "para hacer cambios estructurales en la administración, la sociedad y la industria". Además de las iniciativas en la que están implicados numerosos sectores, ha incidido en "la edificación o el transporte", además de la Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica, que pasará a aprobación este mes.

Sobre la ruta valenciana del biogás, Monrós ha comentado el deseo de que parte de los fondos Repower de la Unión Europea que corresponden a España (2.500 millones de euros) "vayan en parte para la transformación del sector gasista valenciano".

El consumo de las depuradoras

El gerente de la entidad pública de saneamiento de aguas residuales (Epsar), Juan Ángel Conca, ha recordado que se trata de una de las instituciones de la Generalitat "con más despliegue por el territorio, ya que la depuración de aguas está donde hay población". Además de la importancia del saneamiento, Conca ha explicado que todos estos procesos "suponen un elevado consumo de energía", que desde hace un tiempo se reduce a través del plan de instalación de placas solares o el aprovechamiento de lodos para generar gas. Además, ha puesto el acento en el freno que para nuevas inversiones sostenibles tienen los pliegos de gestión, que suelen ser de cuatro años, por lo que no es posible amortizar instalaciones que mejoren la eficiencia.

El calendario de las renovables

La directora general de Industria, Silvia Cerdà, ha mencionado los decretos para acelerar las renovables en la Comunitat, y la voluntad de llegar a tiempo para que la máxima cantidad posible de proyectos vean la luz. Una de las grandes metas es el 25 de enero, ya que los planes que no tengan aprobadas las autorizaciones medioambientales perderán el derecho de conexión a la red, lo que haría inviables las propuestas. "Trabajamos desde las tres consellerias que estamos implicadas para que ninguna se quede en el camino", ha afirmado. Sobre Castellón, ha dicho que hay en fase de resolución 80 expedientes, "de los que la mayoría son de plantas pequeñas, y no hay ninguna macroplanta", de las que tienen más de 50 megavatios y requieren de tramitación por parte del Gobierno central. Por ahora hay tres instalaciones en funcionamiento en la provincia, como la más reciente de Burriana, y 12 ya tienen autorización para su próxima puesta en marcha.

Para Cerdà, "hay que ser autosuficientes energéticamente con la ayuda del viento y el sol, además del hidrógeno y el biogás, para dejar así de depender de combustibles fósiles que vienen de terceos países".

La administración local

Ignasi Garcia, presidente de Reciplasa y diputado del Ciclo Integral del Agua, Renovables, Residuos y Reciclaje de la Diputación, ha recordado que antes del covid y la crisis energética se han llevado a cabo planes de eficiencia energética, que en algunos casos han sido complicados de ejecutar. "Como Diputación no podíamos pedir ayudas, pero es que los ayuntamientos de 32 habitantes no tienen la capacidad de actuar, por lo que tuvimos la ayuda del Ivace", ha señalado.

Entre los nuevos planes está en marcha un estudio con la Universitat Politècnica de València para mejorar la eficiencia de las redes de agua potable, la inversión en la planta de Reciplasa para reducir de forma drástica el porcentaje de materia rechazada, o la apuesta de introducir electrolineras en municipios pequeños.

Por último, Joan Piquer ha apelado al gran avance logrado en materia de recogida selectiva de residuos. "La Comunitat Valenciana está entre las tres mejores, solo por detrás de Cataluña y el País Vasco, pero no hay que conformarse", ha detallado.