La Càtedra Ciutat de Castelló de la Universitat Jaume I organiza, con la colaboración del periódico Mediterráneo, un desayuno informativo sobre Incertidumbre geopolítica y escenarios económicos, que tendrá lugar el 17 de noviembre, a las 9.30 horas, en el hotel Intur de Castelló. El director de esta càtedra, Juan Ángel Lafuente, será el encargado de avanzar algunas de las cuestiones que abordarán dos expertos en estas áreas: el general y director del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), Francisco José Dacoba; y el exministro de Industria, Turismo y Comercio, profesor titular de Fundamentos del Análisis Económico en la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y el Instituto Complutense de Análisis Económico (ICAE), Miguel Sebastián. (Los interesados en asistir pueden realizar su inscripción pinchando aquí).

Este último ofrecerá a los asistentes al foro una visión económica basada en una doble perspectiva, abarcando tanto un marco global como nacional, a corto y largo plazo. Sebastián abordará cuestiones como las tendencias en la economía global más allá de la guerra, para comprender por dónde está yendo el mundo; la guerra y sus consecuencias a nivel mundial y también para España; así como la visión de la economía nacional a largo plazo, puesto que, como él mismo señala, "no podemos olvidar que tenemos muchas reformas pendientes desde que estamos en el euro". En esta línea, el experto en economía repasará cuáles son esas acciones necesarias "para tener un crecimiento sostenido y que sea compatible, a largo plazo, con los retos que tenemos como país, fundamentalmente la productividad".

¿Cómo cree que evolucionará la inflación en España y Europa en los próximos meses?

Claramente a la baja. La inflación ha tocado techo, no solamente en España sino en el resto de Europa, porque el componente energético, que es el que ha explicado buena parte de la inflación en el último año, está relativamente estabilizado. En este sentido, quiero recalcar que esta estabilidad es relativa, porque todo dependerá del desarrollo y evolución del conflicto bélico en Ucrania. Por otro lado, los cuellos de botella en el comercio mundial también se están desenredando y, por lo tanto, eso tendrá un impacto positivo sobre la inflación industrial. Finalmente, China ha entrado en deflación de los precios industriales, y eso también contribuirá positivamente a frenar la inflación de los bienes industriales. Ahora bien, todo va a depender, evidentemente, de los efectos de segunda ronda y fundamentalmente sobre los salarios, pero si esto no se agrava, como parece que está ocurriendo, a juzgar por la inflación de servicios, creo que podemos ser optimistas cara al año que viene.

¿Son correctas las medidas que están aplicando los bancos centrales ante el escenario actual?

Yo creo que en la Reserva Federal sí, porque tienen un problema de inflación de demanda, porque son exportadores de energía y, por tanto, están recibiendo renta del resto del mundo. En cambio, en la zona euro somos importadores de energía, perdemos renta y tenemos una inflación de oferta, de costes, y la contundencia del Banco Central Europeo debería ser menor que la de la Reserva Federal. Creo que la Reserva Federal está yendo demasiado rápido y quizá demasiado lejos en relación a la FED y debería ir a un ritmo más moderado.

La inflación ha tocado techo en España y en el resto de Europa, porque el asunto energético está relativamente estabilizado

¿Cuándo llegará la temida recesión y cuál puede ser su alcance en España y Europa? ¿Es un escenario inevitable?

No se sabe, todo depende de cómo evolucione la guerra de Ucrania. En Alemania, la gran sorpresa es que en el tercer trimestre no ha habido recesión. Por tanto, el primer trimestre que podría notarse es en el cuarto y, suponiendo que hubiese recesión, también en el primero, pero oficialmente no tendríamos una constatación de la recesión hasta abril y en España, incluso existe la posibilidad de que no tengamos dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo, en cuyo caso no podríamos hablar de recesión. Es verdad que vamos a tener un crecimiento menor, pero al fin y al cabo un crecimiento del 1,5% y con una tasa de paro que, según todos los análisis, tanto de instituciones financieras internacionales como del Banco de España, el Gobierno central y los analistas privados --por ejemplo el Consenso de Funcas--, va a estar prácticamente igual que el año pasado. Por lo tanto, nada que ver con crisis anteriores.

¿Qué consecuencias económicas puede tener la prolongación del conflicto de Ucrania?

Que se mantengan las tensiones inflacionistas, que se suban más los tipos de interés por parte de lo bancos centrales y se agrave el riesgo de recesión. Además, si entramos en un riesgo de suministro de gas en Europa --sobre todo no para este año, que parece que ya está salvado, sino para el año 2024-- , ahí sí que hablaríamos de una situación muy complicada.

¿Qué lecciones debería aprender España en el ámbito económico respecto a todas las repercusiones que está teniendo la actual política internacional de Rusia?

No solamente España, todos los países europeos deben aprender que es malo depender energéticamente. Europa sigue teniendo una dependencia energética excesiva y debería tratar de ser autosuficiente. Esto solamente se va a conseguir con las renovables, con la nuclear y con ahorro y la eficiencia energética. La segunda cuestión es que, puestos a depender, no podemos hacerlo exclusivamente de un solo país. Tenemos una excesiva dependencia los del norte de Europa con respecto a Rusia, pero España tiene una excesiva dependencia con respecto a Argelia. Por tanto, la clave es diversificar las fuentes y los países, y para eso yo creo que España tiene una buena situación, porque tiene una capacidad de regasificación del gas natural licuado, mucho más alta que otros países, porque tiene más regasificadores. Pero, en cualquier caso, tenemos que avanzar en las interconexiones energéticas y tenemos que avanzar, por supuesto, en las energías renovables.