La Dana del fin de semana, con tormentas y pedrisco, ha provocado daños en cultivos de las comarca de la Plana Baixa, en Castellón, con unas 1.300 hectáreas afectadas, según la Unió de Llauradors. Por su parte, AVA-Asaja cifra los daños, en el conjunto de la Comunitat, en unos 15 millones de euros.

No obstante, según la Unió, para el conjunto de la Comunitat Valenciana las lluvias han sido "muy beneficiosas" para el campo, salvo en los lugares localmente más afectados, porque recargarán los acuíferos y ahorrarán riegos que supondrán un pequeño alivio ante el elevado precio actual de la electricidad, aumentarán el calibre de las producciones pendientes de recolectar, limpiarán los árboles ante posibles plagas y enfermedades y servirán para regenerar los pastos para alimentación animal.

El pedrisco ha caído de forma muy localizada en la comarca de la Plana Baixa, principalmente en los términos municipales de Burriana, les Alqueries y Nules, con incidencia en el cultivo de los cítricos, aunque con daños relativos con una media del 10% aproximadamente. Según ha señalado la organización agraria en un comunicado, no obstante habrá que ver cómo evoluciona, por ejemplo, la variedad Clemenules ante la humedad de los últimos días y las elevadas temperaturas a partir de este lunes por el viento de poniente, que podrían originar la aparición del 'pixat' o del aguado en la fruta.

Accesos

Otro problema aparte del pedrisco es el de los accesos a los campos debido a la gran cantidad de precipitaciones acumuladas en pocas horas en algunas zonas, lo que ha provocado la rotura de infraestructuras como márgenes y muros y el mal estado de algunos caminos rurales. Desde la Unió se demanda la reparación rápida para acceder "lo más pronto posible" a las parcelas.

Por su parte, según una primera valoración de urgencia de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), las lluvias torrenciales y el pedrisco han provocado unas pérdidas superiores a los 15 millones de euros, debido a los daños de hasta el 100% de afección en los cultivos y a los graves desperfectos en infraestructuras agrarias, fundamentalmente caminos rurales, márgenes y vallas.

Aunque la organización señala que aún es pronto para concretar los daños totales en cítricos (mandarinas y naranjas) porque la piel todavía no ha cicatrizado los golpes de la piedra, los agricultores consultados estiman "graves mermas" de producción que, en algunos casos, se verán acentuadas por la "excesiva humedad" al permanecer los huertos anegados durante varios días. Las hortalizas de temporada (coles, alcachofas, lechugas) y los caquis también registran importantes siniestros.

Las lluvias además han causado la muerte de pollos pequeños en algunas granjas de la zona. Con la granizada de abril de 2021, se trata del segundo gran temporal que la citricultura de la Plana Baixa sufre en apenas dos años.

AVA-Asaja lamenta que esta gota fría "llega en el peor momento para muchos productores de cítricos, caquis y hortalizas, ya que habían asumido prácticamente todos los costes de producción y estaban a punto de recoger los frutos de toda una campaña".

Las organizaciones agrarias destacan que estas adversidades climatológicas están cubiertas por el actual sistema de seguros agrarios y piden a Agroseguro que agilice las peritaciones de las parcelas afectadas "lo máximo posible".

Además reclaman a las administraciones la reparación de infraestructuras agrarias y de riego, así como ayudas directas y medidas fiscales a los productores damnificados.