La foto de unidad exhibida el lunes en la Diputación de Castellón para mostrar su respaldo al sector cerámico y reclamar más atenciones por parte del Gobierno central ha mostrado sus primeras fisuras. A lo largo del martes tenía que darse a conocer el contenido de un manifiesto unánime, validado por los grupos políticos con representación en la administración provincial y los alcaldes de los 18 municipios que conforman el triángulo azulejero, pero este documento no ha podido ver todavía la luz. Se espera que los desacuerdos queden resueltos en el día de hoy, si bien la imagen de consenso ya ha quedado tocada ante un asunto de máxima importancia.
La clave de esta discrepancia tiene que ver con los números. El Partido Popular ha disentido del borrador preparado por el equipo de gobierno. El texto reclama ante Madrid que se aporten «las máximas ayudas posibles», dentro de las reglas que marca la Unión Europea, mientras que el PP consideró que debe aparecer la cifra de los 150 millones de euros por empresa como tope. En cambio, desde el Partido Socialista consideraron inadecuado poner números: «Si dentro de unas semanas Bruselas amplía el margen a 200 millones, por poner un ejemplo, ya no exigiríamos el máximo posible».
Otras fuentes aseguran que en la reunión del lunes en el salón principal de la Diputación ya hubo una entente en este asunto. «Se negoció no poner cifras, y al día siguiente no se alcanza un acuerdo porque dicen que hay que ponerlas, esto es marear la perdiz», han señalado desde el equipo de gobierno. El PP considera que este debate se dio el lunes, pero «no hubo ningún acuerdo», y han justificado que con los 150 millones «solo hemos querido ser lo más fieles posibles a lo que piden las empresas, que en sus notas de prensa aluden a esta cantidad».
Aún así, fuentes populares consideran que pese a la demora «no hay voluntad de romper el acuerdo ante un tema tan grave, y seguimos con la mano tendida». Por parte del PSPV también indican que ha habido retoques del texto inicial a sugerencia del PP, como muestra de que han hecho cesiones para garantizar el acuerdo.
Un sector en peligro
Todo esto ocurre a pesar de que hay un punto de vista coincidente sobre los males que aquejan a la cerámica y los efectos sobre la economía castellonense. Los elevados costes del gas natural hacen inviable la actividad industrial, por lo que ya son 9.000 los empleados de azulejeras que están incluidos en expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), y hay sobre la mesa cerca de 600 despidos. Una situación dramática que apenas ha tenido efecto en el Gobierno. En marzo, se aprobaron ayudas directas con un tope de 400.000 euros por empresa, mientras que Europa autorizaba hasta 50 millones. Ante el alargamiento de la guerra en Ucrania, este tope de la UE se ha ampliado a 150 millones, mientras que el Ejecutivo de Pedro Sánchez no ha tomado ninguna medida adicional desde entonces, a pesar de las peticiones de la industria, el president de la Generalitat, sindicatos, partidos políticos (incluido el PSPV de Castellón) y ahora la Diputación.
En el Senado
La crisis de la cerámica también ha sobrevolado el Senado. La representante del PP en la Cámara Alta, Salomé Pradas, ha reclamado a la ministra de Industria, Reyes Maroto, estas ayudas máximas de hasta 150 millones de euros. Según ha valorado Pradas, la ministra «no ha hecho ningún anuncio ni ha presentado ningún compromiso aunque el sector cerámico se está apagando», por lo que «ha perdido otra oportunidad de comprometerse a ayudar a la industria cerámica ».
Además de la inyección directa de dinero, Pradas ha reclamado que los ERTE pasen al mecanismo Red y que haya retribuciones justas a la cogeneración. «Nada de esto se ha atendido por el Gobierno y van a tener 30.000 millones de ingresos extra por la inflación. Pueden hacerlo», ha dicho.
Por otro lado, la portavoz del PP en Castelló, Begoña Carrasco, ha criticado que la alcaldesa, Amparo Marco, estuviera ausente en la reunión del lunes. «Evidencia su nulo apoyo al sector cuando lo más lo necesita», ha afirmado.
