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CRISIS EN LA CERÁMICA

Los despidos de Cerámicas Halcón se reducen a la mitad

La empresa había previsto la extinción de 185 contratos

Fachada de las instalaciones de Halcón Cerámicas Mediterráneo

La sangría laboral causada por los inasumibles costes de la cerámica, unida a la escasa entidad de las ayudas propuestas por las administraciones, ha hecho que las fábricas azulejeras de Castellón ya tengan a 9.143 personas incluidas en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). Aunque no todos estos ERTE están activados, son una muestra del fuerte impacto que arrasa a la principal industria de la provincia, y que la hace retroceder a los duros momentos vividos con la crisis del crack del ladrillo. Desde que comenzó el presente año son 82 los ERTE presentados por las empresas del sector, y los dos más recientes, presentados en los últimos días, se encuentran en proceso de negociación.

A pesar de esta evolución tan negativa, hay detalles que invitan a un cierto alivio, ya que la compañía Cerámicas Halcón ha reducido de forma significativa los despidos presentados hace unas semanas. De extinguir los contratos a 185 personas, se ha decidido reducir el número de afectados a 94, una vez finalizado el proceso de negociación entre la empresa y los empleados.

La situación recuerda a la ocurrida con otra empresa que tuvo que dar el paso de un ERE, ante el cierre de la factoría. Azulejera Alcorense presentó un expediente para el despido de toda su plantilla, compuesta por 78 personas, aunque finalmente se acordó la recolocación a 53 trabajadores en otras empresas del grupo Pamesa. El gigante azulejero incorporó a esta empresa con motivo de la adquisición de los activos de Azuliber, pero los elevados costes del gas hicieron imposible su viabilidad.

Todagres

Por otro lado, aún se está a la espera de que haya un final a las negociaciones para el cierre de Todagres. En las últimas semanas se han realizado diferentes reuniones dentro del proceso de negociación, sin que por ahora hayan trascendido avances significativos. Los propietarios de Todagres, el grupo murciano Fuertes -propietario de la cárnica elPozo- expuso la necesidad de cerrar la fábrica, una de las más veteranas de Vila-real, ante las continuas pérdidas acumuladas, agravadas por el impacto del covid y la crisis energética. Son unas 170 las personas que irán al paro, con la intención de que la actividad cese por completo antes del 31 de diciembre.

En total, son 398 los trabajadores que han perdido su empleo en la cerámica como consecuencia de la actual coyuntura.

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