Santiago Gozalbo Barberá, un visionario que lideró la transformación económica de Castellón

El próximo lunes, 5 de diciembre, a las 16.00 horas, en la iglesia Arciprestal, Vila-real dará su adiós definitivo a un vecino del que pocos cuestionarán el calificativo de ilustre. Santiago Gozalbo Barberá ha fallecido a los 86 años de edad tras una vida de compromiso personal y profesional con su ciudad, que deja un legado que le sobrevivirá y que marcó un momento crucial de la historia vila-realense reciente.

Gozalbo Barberá comenzó a trabajar muy joven en la empresa familiar, Carrocerías Gozalbo. En aquellos años se fraguó y consolidó un espíritu y visión empresarial que le ha acompañado incluso tras su jubilación. Ser consciente de las necesidades de cada momento y su carácter emprendedor marcó su vida y lo convirtió en un referente en cuantas actividades impulsó y desarrolló.

Su familia era industrial. La de Carmen Ortega Gari, su mujer, agrícola. Tras su matrimonio y el fallecimiento de su suegro, Santiago Gozalbo asumió la gestión de sus tierras, pero sin perder de vista su experiencia empresarial. Y en esta trayectoria fue determinante la estrecha amistad que lo unió a quien fuera fundador de Porcelanosa, José Soriano. Entre otras coincidencias que los relacionaban, ambos tenían cítricos y compaginaban su gestión con la de actividades industriales vinculadas con el que se convertiría en el principal motor económico de la provincia, la cerámica.

Fundador de Invicto Fruits

En un momento dado, compartieron la percepción de que la naranja iba a menos y el azulejo a más. Fue entonces cuando, junto con otros empresarios (Salvador Forner Ferrer, José María Forner Girona, Salvador Forner Firona, José María Gozalbo Safont, José Pérez Brun, Santiago Cercós Ortells, Héctor Colonques Moreno y Manuel Colonques Moreno), crearon Invicto Fruits (1970). El propósito, garantizar que el cultivo de los cítricos siguiera en marcha mientras ellos se centraban en impulsar y liderar los cambios económicos de la provincia.

Hijo de ceramistas, sus padres y sus tíos fundaron Alaplana Cerámica, acabó incorporándose a la empresa, donde permaneció hasta su jubilación.

Pero bien es sabido en Vila-real, que Santiago Gozalbo Barberá fue mucho más que un empresario de éxito. Se le recordará como un hombre muy sociable que tuvo amistades en todas las capas sociales y que llevó a la práctica, siempre que tuvo ocasión, su vínculo con su ciudad, al formar parte activa de numerosas entidades y asociaciones.

Implicación social, cultural y deportiva

Integrante de la cofradía de la Santa Faz, en lo cultural fue miembro del club taurino local y del Club Tagoba, creado en tributo de los guitarristas Tárrega, Goterris y Barrachina, por quienes procesaba gran admiración desde que, en su juventud, aprendió a tocar la guitarra. En el ámbito deportivo, fue gran aficionado del Villarreal CF y socio del Real Club Náutico Castelló, donde saciaba su gran afición por la pesca.

Santiago Gozalbo Barberá, un hombre elegante que apreciaba la moda y gustaba de seguir las tendencias dentro del corte clásico que siempre escogía, deja un vacío inevitable en su familia, para sus hijos, Fernando y Santiago, y en su ciudad, donde será recordado como un hombre trabajador, implicado y visionario, miembro de una generación de empresarios vila-realenses que marcaron un antes y un después en la historia local y provincial.