La batalla por la Diputación se centra en Castelló, Llucena, Sant Mateu y Segorbe

En un escenario complejo y con resultados que fueron ya muy ajustados en las elecciones de 2019, la batalla que ha comenzado a librarse para ganar la Diputación de Castellón se centra en los partidos judiciales de Castellón, LlucenaSant Mateu y Segorbe.

Además del trabajo, cada vez más intenso, que realizan los partidos mayoritarios, PP y PSPV --ambos pueden verse beneficiados por el tirón al alza del bipartidismo--, una de las incógnitas más potentes en la ecuación es la repercusión que tendrán elementos como la caída de Ciudadanos (Cs), un partido en descomposición, la evolución de Vox y hasta dónde caerá el apoyo de los votantes a Podemos, bien vaya en coalición o en solitario.

Los socialistas

Desde el PSPV, las expectativas pasan en estos momentos por mantener e incluso mejorar los resultados obtenidos en 2019 --11 diputados-- y estar en condiciones de reeditar el pacto con Compromís --dos escaños-- para gobernar de nuevo en Las Aulas.

Además, fuentes socialistas apuntan a que cuentan con sólidas opciones para ganar de nuevo el asiento en la Diputación correspondiente al partido judicial de Llucena, basándose en la fuerza de su marca en l’Alcora, donde el secretario provincial del PSPV, Samuel Falomir, repetirá y es alcalde con mayoría absoluta. 

El asiento de Martí

Esta victoria permitiría al actual presidente, José Martí, repetir en el cargo si fuese la opción de su partido, en el caso de que las urnas lo avalen. Sin embargo, este objetivo podría frustrarlo, por ejemplo, el propio socio Compromís, si restara votos al presentar listas en poblaciones más pequeñas como Altura.

Además, los socialistas piensan, a tenor de análisis propios y las diversas encuestas que han realizado, que podrían avanzar en dos partidos judiciales más, los de Sant Mateu y Segorbe, al igual que cuentan con crecer en poblaciones como Almassora, Nules o bien la Vall d’Uixó.

Los populares

Por su parte, en el PP, donde no renuncian al objetivo de recuperar el gobierno provincial, cuentan como primera baza --una que casi nadie discute-- recibir los apoyos que Cs se dejará en su camino hacia la desaparición, a tenor de lo que las encuestas plantean.

Además, son dos las vías por las que algunos de los integrantes del Partido Popular en esta provincia ven posibilidades de mejorar el respaldo de las urnas hasta el punto de volver a hacerse con el ejecutivo de la Diputación.

Por un lado, la opción de que la candidatura que presenten en l’Alcora, todavía sin decidir oficialmente, aunque se apunta el nombre de Patricia Gil, sea lo bastante potente como para añadir algún concejal, podría decantar la balanza del diputado en juego en la zona de Llucena de su lado. 

Por otro, se sitúa la proyección que colocaría la verdadera y tal vez única batalla en el partido judicial que lidera la capital, al que corresponden 13 asientos en el palacio de Las Aulas, ahora distribuidos de la siguiente forma: cinco el PSPV; cuatro PP; dos Ciudadanos y dos Compromís.

El vuelco provincial podría llegar de la mano de una situación en la que los populares ganaran dos escaños, con votos sobre todo del partido naranja, o bien arrebatando uno a los socialistas, que se quedarían con cuatro, mientras que Vox entraría en escena con uno. En este terreno de las hipótesis políticas a partir de las tendencias que marcan los sondeos en los ámbitos provincial, autonómico y nacional, en el PP sostienen que el tirón estatal podría funcionar precisamente en las ciudades más grandes, como Castelló. 

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