Castellón da cobijo a 2.500 ucranianos desde el inicio de la guerra

Castellón es una tierra solidaria como demuestra en cada uno de los acontecimientos o circunstancias en la que se le requiere su colaboración y ayuda. Una muestra clara de ello es que ha dado cobijo a casi 2.500 refugiados ucranianos desde que estalló la guerra hace 10 meses. En concreto, el Ministerio del Interior había otorgado, a fecha 28 de diciembre, un total de 2.473 protecciones temporales a ciudadanos de este país invadido por Rusia. 

Una cifra que, teniendo en cuenta la estadística del Gobierno central, sitúa a Castellón como una de las provincias con mayor número de refugiados por volumen poblacional, ya que ninguna con un censo similar tiene otorgadas tantas protecciones temporales. Sin duda, la Comunitat, con 42.739, es la autonomía que ocupa el primer lugar, por delante de otras como Madrid (22.963) o Cataluña (36.641). Esto se debe a que Alicante, con 31.173, es con creces la provincia de España que más ucranianos ha acogido debido a que ya contaba, antes de la guerra, con una importante colonia de personas procedentes de Ucrania.

Una Navidad lejos de Ucrania en Castellón

Por su parte, Valencia acumula 9.093, aunque teniendo en cuenta el número de habitantes, Castellón tiene una proporción mayor. 

La mayoría de los recién llegados se instalan en la capital de la Plana, pero también en localidades costeras como Alcalà o Vinaròs, aunque algunos también han optado por el interior. 

Ucranianos empadronados en Castellón

Otra estadística que permite observar el considerable incremento de la población ucraniana en las comarcas castellonenses es la que mensualmente publica el Instituto Nacional de Estadística (INE), donde se recogen, entre otros registros, las personas empadronadas a partir de diversas fuentes, entre las que destaca el padrón continuo. De todos modos, no todos los que piden protección temporal llegan a empadronarse en una localidad. Así, desde marzo hasta noviembre el censo aumentó en 1.831 personas procedentes de este país, que se suman a las que había a 1 de enero, 1.384, por tanto, ahora habría censados 3.215 ucranianos.

Los meses de mayor incremento en el padrón fueron los de marzo, con 545, y abril, con 504, ya que, a partir de entonces, descendió considerablemente. En noviembre, solo fueron 52.

En la sección del INE en la que se recopila la información sobre la población de nacionalidad ucraniana en España y su evolución reciente, también se recogen los ucranianos afiliados a la Seguridad Social, siendo actualmente 738, lo que supone solo 200 más que antes del estallido de la invasión de Putin. Esto se debe a que la mayoría de desplazados son niños y mujeres, que no conocen el idioma lo que supone una importante barrera a la hora de su integración. En este sentido, numerosos municipios han realizado cursos básicos de castellano y valenciano para los recién llegados. A fecha de 30 de noviembre, había 284 ucranianos en situación de desempleo en Castellón.

Escolarización

Sin duda, un elemento clave para asegurar el bienestar de los centenares de niños acogidos en tierras castellonenses es la escolarización. En concreto, los colegios e institutos de la provincia cuentan con 1.075 alumnos ucranianos, una cifra que fue creciendo considerablemente según la venida de refugiados gracias a la diligencia que tuvieron los ayuntamientos y la Conselleria de Educación. Y es que la Comunitat es también la autonomía con más niños de este país de Europa del Este en sus aulas.

 Un total de 12.936 menores han sido inscritos en el sistema educativo de las tres provincias. En Alicante hay 6.696 matriculados y, en Valencia, 5.165. 

En Madrid, se escolarizaron entre marzo y noviembre de este año un total de 6.082 niños, mientras que, en Cataluña, fueron 4.972 y, en Andalucía, 4.364.

Un emocionado apoyo

Desde que el 24 de febrero Rusia atacó Ucrania, un país europeo en pleno S.XXI, la sociedad castellonense ha mostrado su respaldo al pueblo ucraniano. Un grupo de personas anónimas unieron fuerzas desde el primer momento para recoger ayuda humanitaria que transportistas ucranianos relacionados con la industria cerámica llevaron hasta el país. Su trabajo en equipo, junto a la solidaridad de numerosos castellonenses, permitió la llegada de comida y ropa con gran celeridad, incluso antes de que lo hiciera la aportada por las administraciones.

También el sentimiento de acogida ha estado muy presente desde entonces. En el recuerdo queda la gran concentración del 28 de febrero en la plaza Mayor de Castelló donde sonó el himno de Ucrania ante las lágrimas de tristeza y la emoción de muchos de los presentes, mientras las banderas azules y amarillas ondeando con el Fadrí de testigo. También lo está la llegada del primer avión con 50 refugiados al aeropuerto de Castellón el 10 de marzo.

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