MERCADO LABORAL

El 40% de los parados de Castellón no tiene prestación de desempleo

Los mayores y los que llevan más de dos años sin trabajar son los colectivos más afectados

Acceso a una de las oficinas del servicio de empleo, Labora, en Castellón.

Acceso a una de las oficinas del servicio de empleo, Labora, en Castellón. / Erik Pradas

Bartomeu Roig

Bartomeu Roig

Los grandes números indican que el mercado laboral de Castellón acabó de forma positiva el 2022, con el mejor cierre de año desde el 2007. Aún así, hay circunstancias preocupantes, como el retroceso en el empleo de la industria (a causa de la crisis energética de la cerámica), o las personas que demandan un empleo y no reciben prestaciones. Los datos más recientes del servicio público de empleo estatal (SEPE), correspondientes al final de noviembre, reflejan que de los 35.327 inscritos para tener un puesto de trabajo en la provincia, 13.679 no reciben subsidio. Esto supone un 38,72%. El porcentaje es ligeramente superior al del conjunto de España, que se sitúa en el 37,53%.

Interior de una oficina Labora, con las máquinas para realizar gestiones.

Interior de una oficina Labora, con las máquinas para realizar gestiones. / Mediterráneo

Pese a que casi cuatro de cada diez desempleados no tienen prestación, los sindicatos comparan con los años anteriores. Albert Fernàndez, desde CCOO, comenta que la tasa de cobertura «ha mejorado, ya que en el pasado eran casi la mitad los parados que no tenían prestación». Una tendencia que, añade, se aceleró «desde la pandemia, gracias a nuevas medidas sociales».

Otras vías de subsidio

Francisco Sacacia, secretario general de UGT en la provincia, indica que la cifra de parados sin subsidio «se puede considerar muy alta, pero luego hay que tener en cuenta que muchas de estas personas reciben prestaciones por otra vías, como el ingreso mínimo vital o las ayudas a la unidad familiar». Y coincide con su homólogo de CCOO en que el porcentaje de personas que cobran del paro «ha ido en aumento».

La principal preocupación radica en aquellos desempleados de larga duración, sobre todo en los mayores de 45 años. «Son los que tienen más problemas y además pueden ver una merma en su paga de jubilación», señala Sacacia. Por su parte, Fernàndez comenta las oportunidades generadas por los planes públicos de empleo, que se centran en estos colectivos.

ERTE de la cerámica

La crisis de la cerámica ha supuesto la presentación de numerosos expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE).

Una fórmula que supone el pago de una prestación por cada día no trabajado, sin que engrose las listas del paro.

Empleados de una empresa del sector cerámico de Castellón.

Empleados de una empresa del sector cerámico de Castellón. / GABRIEL UTIEL BLANCO

El problema puede venir si esta situación se cronifica, con lo que la prestación pasa del 70% al 50% del salario base a partir de los seis meses. Además, el dinero recibido en un ERTE se resta del subsidio en el caso de despido. Es por ello que los sindicatos y la patronal azulejera reclamaron mejoras en las condiciones para el sector, sin que el Gobierno haya aceptado la propuesta.

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