INICIATIVA AL ALZA

Castellón ya suma 100 negocios que luchan contra contra el desperdicio alimentario

Una aplicación acerca a comercios y restaurantes con clientes, y evita que 66 toneladas acaben en la basura en la provincia

Un restaurante de Benicàssim prepara los paquetes destinados a distribuir aquella comida que no ha sido servida.

Un restaurante de Benicàssim prepara los paquetes destinados a distribuir aquella comida que no ha sido servida. / GABRIEL UTIEL BLANCO

Bartomeu Roig

Bartomeu Roig

Los precios se han puesto por las nubes en los últimos meses, lo que ha supuesto la toma de medidas por parte del Gobierno. Desde el 1 de enero hay alimentos básicos en los que no se aplica el IVA, mientras que otros lo han reducido. Pese al encarecimiento de la cesta de la compra, hay toneladas de comida que siguen acabando en la basura, con su impacto en las economías domésticas e incluso en el medio ambiente.

El último informe del Ministerio de Agricultura indica que el despilfarro alimentario va a menos, pero sigue siendo de unos 28 kilos o litros por habitante al año. En los últimos tiempos han surgido iniciativas para reducir esta cantidad, que implican a establecimientos comerciales, restaurantes o incluso comedores escolares.

Una de ellas, la aplicación To Good to Go, ya ha alcanzado la cifra de 100 negocios inscritos en Castellón, señalan desde esta compañía. Desde que comenzó a operar esta herramienta, «se han repartido más de 66.000 packs de alimentos salvados, lo que equivale a 66 toneladas de alimentos que han evitado que acaben en la basura». Un balance que tiene su efecto beneficioso en el planeta. Toda esta comida equivale «a más de 165.000 kilos de CO2 que se han evitado a la atmósfera, o el equivalente a cargar un teléfono móvil más de 29 millones de veces», incide esta fuente.

La pescadería Silvia, en el Mercat Central de Vila-real, participa en la iniciativa.

La pescadería Silvia, en el Mercat Central de Vila-real, participa en la iniciativa. / Gabriel Utiel Blanco

Funcionamiento

El planteamiento de esta aplicación obedece a un doble objetivo. Por un lado, evitar que las empresas que comercializan comida tiren excedentes. Por el otro, dar la oportunidad a gente que puede aprovechar este recurso, mediante su compra con unos precios más reducidos, debido a su próxima fecha de caducidad.

Entre los negocios de Castellón se encuentran fruterías, que disponen de packs de bajo coste, pescaderías, o incluso el área de restauración colectiva del grupo Intur. Los alimentos están a punto de caducar pero se encuentran en buenas condiciones de consumo, por lo que es una buena alternativa para ahorrar dinero y evitar que acaben en los contenedores.

También negocios como fruterías se han añadido a esta aplicación para evitar desperdicios alimentarios.

También negocios como fruterías se han añadido a esta aplicación para evitar desperdicios alimentarios. / GABRIEL UTIEL BLANCO

A esta iniciativa se une la acción de otros establecimientos, como panaderías, que preparan lotes para familias necesitadas que residen en las inmediaciones, o las rebajas de carne de próxima caducidad en supermercados. 

Un movimiento que implica más concienciación

La aplicación, que en apenas unos meses ha incrementado el número de establecimientos adheridos en Castellón, tiene un gran seguimiento entre los jóvenes, colectivo familiarizado con las oportunidades que brinda la tecnología. En cambio, la gente de mayor edad no tiene el mismo acceso a este tipo de propuestas. El propósito de acabar contra el desperdicio alimentario tiene que llegar a todas las capas de la sociedad. Por esta razón, marcas de gran consumo van a adoptar en su etiquetado información sobre la fecha de consumo preferente, y evitar que se tire comida que continúa en buen estado.

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