El Periódico Mediterráneo

Amazon Onda desde dentro: detrás del ‘click’ de una compra

Mediterráneo se adentra en la megaplanta logística cinco meses después de su inauguración y en su época de máxima actividad

Texto: Iván Checa - Fotos: Gabi Utiel - Diseño: Juan Carlos Gozalbo

Una estatua del dragón del emblemático casco de Jaume I es lo primero que se encuentra a las puertas del megacentro logístico de Amazon ubicado en la localidad castellonense de Onda. Una imagen muy vinculada a la zona y que representa al almacén, bautizado como VLC1, por ser el aeropuerto de València el más cercano con vuelos internacionales. Es lo más autóctono, como confirma la esencia estadounidense que se respira nada más cruzar la puerta de entrada.

Mediterráneo recorre la gran planta logística cinco meses después de su inauguración, coincidiendo con las fechas en las que mayor actividad registra, entre el Black Friday y la campaña de Navidad. Y es que, detrás del click para adquirir cualquier producto existe un largo y sofisticado proceso hasta que llega a casa, al trabajo o a una taquilla

BIENVENIDOS A AMAZON

Un estricto protocolo controla las entradas y salidas de los empleados y cualquiera que acceda a la planta logística. Botas de seguridad, la acreditación y el chaleco correspondiente forma parte del equipo básico para circular por el interior, si bien llama la atención la hilera de arcos de seguridad que existe junto a la recepción. Se trata de la primera de una larga lista de similitudes que guarda la instalación con un aeropuerto.

Para hacerse una idea de las dimensiones del gigante instalado en la provincia hay que recurrir a las cifras, que explica el propio director del centro, Alejandro Lifante. Ocupa una superficie de 50.000 metros cuadrados, unos ocho campos de fútbol, aunque aumenta hasta los 73.000 metros cuadrados si se tienen en cuenta las distintas plantas en altura. Allí trabajan actualmente 500 personas con perfiles muy diversos: desde una ingeniera aeronáutica a una persona con la formación obligatoria.

Entramos al almacén

El almacén alberga unos 2,4 millones de productos, aunque todos ellos deben cumplir un requisito: superar los 58 centímetros de largo en alguno de sus costados. Esto lleva a que el centro esté especializado en la mercancía de mayor tamaño, como las tablas de planchar, los robots aspiradora, los cambiadores para bebé o incluso el papel higiénico entre las dispares referencias que se pueden ver dando una vuelta por el centro: “Te puedes encontrar cualquier cosa”, comentan los responsables.

Vista general del almacén de Amazon Onda

Vista general del almacén de Amazon Onda

Para ubicar las instalaciones, al superar el control de seguridad lo primero que se encuentra es la zona de administración y apoyo a la actividad como recursos humanos, mantenimiento o formación: “La idea es que esté todo a mano de los trabajadores, por la zona que transitan”, señala Lifante.

Todos los desplazamientos por la planta están claramente señalizados por líneas de colores en el suelo para evitar accidentes. No obstante, la maquinaria pesada que se utiliza es prácticamente nula, más allá de lo necesario para acceder a los palets.

En una visión panorámica, a la izquierda queda la Pick Tower, el punto donde se ubican productos sueltos. A la derecha está el High Rack donde se ubican palets que contienen una única referencia. Al fondo izquierda se encuentra la recepción de mercancías. En el centro el punto de control y mando, Y, a la derecha, la zona de preparación de pedidos y distribución.

EL PROCESO

Un pedido de un tendedero pasa por un total de ocho pasos desde que llega hasta que sale de las instalaciones de la calle Panamá de Onda. Gracias al apoyo del sistema informático y la optimización de los procesos llegará a casa incluso en menos de 24 horas.

1- LLEGADA DE LA MERCANCÍA

Cada día llegan hasta aquí 50 camiones cargados de mercancía para abastecer al centro logístico y poner en marcha todo el proceso. Muchos son fácilmente identificables, pues portan la característica sonrisa que une las letras A y Z de Amazon y el color azul de la suscripción Prime. De hecho, los tráilers estacionados en los alrededores de la planta no dejan duda de su presencia.

No obstante, también son los mismos proveedores de la compañía los que aportan el stock directamente. Lo hacen por tierra en camiones, por tren hasta Zaragoza o por mar hasta el puerto de València, como detalla la responsable de Entradas de la planta, Ester Coves.

2- DESCARGA

Hechas las comprobaciones de seguridad, se procede a descargar la mercancía, que ya se separa según cómo llegue. La que lo hace en palets con un mismo tipo de productos pasa directamente al High Rack, mientras que la que lo hace suelta o mezclada en palets se debe clasificar antes.

3-CLASIFICACIÓN

Estos productos inician un viaje por las cintas que recorren la planta. Una máquina completamente automática escanea sus códigos y les asigna una pegatina de color rojo para identificarlos en poco más que lo que dura un parpadeo.

4-COLOCACIÓN

A diferencia de otros centros, por el tamaño de los productos, aquí muchos pasos son manuales y no se recurre a robots. Una vez depositados los artículos en carros, es un operario quien los coloca en la Pick Tower. Lo hace bajo un caos organizado. Dos palabras que son opuestas por sí mismas, aunque luego cobran sentido. Para optimizar el proceso de recogida de producto, Amazon no ordena bajo ningún criterio la mercancía, sino que los operarios la depositan en el primer hueco que encuentran en el almacén.

Es un sistema de códigos de barras el que permite en todo momento conocer qué producto está en qué parte exacta del almacén, cuadrícula a cuadrícula de cada estantería.

5-RECOGIDA

Una vez hecha la compra, el sistema envía a los operarios, en esta fase bautizados como pickers, a recoger el producto de las estanterías. Una PDA les traza la ruta a seguir por el almacén hasta encontrar la referencia que alguien ha adquirido en su casa y depositarla en el carro que portan. Por seguridad, el propio sistema obliga a intervenir a dos operarios si el artículo pesa más de 15 kilos.

6-EMPAQUETADO

Estos carros pasan a las bases de empaquetado cuyo funcionamiento nos muestra el propio director del centro al estar el resto de la plantilla en el descanso en el momento de la visita. “Nosotros mismos nos ponemos a empaquetar a veces”, afirma Coves, aludiendo a que los que ocupan cargos de responsabilidad realizan retos periódicos con el resto de empleados siguiendo el eslogan de Amazon: “Work hard, have fun, make history”, recita, que en castellano significa trabaja duro, diviértete y haz historia.

El proceso, una vez más, está dirigido por el sofisticado sistema informático. Primero escanean el código del producto y una pantalla avisa al operario de la caja que debe utilizar para el empaquetado o, en su caso, si debe envolverlo para regalo con alguno de los sacos que Amazon dispone para celebraciones como la Navidad. Se añade papel reciclado para evitar el desplazamiento dentro de la caja en caso de necesitarlo y se pone una pagatina en la parte exterior que solo contiene un código de barras.

Una máquina cierra con cinta adhesiva el paquete asegurándose así de que quede recta y el mismo pasa a las cintas transportadoras.

7-CLASIFICACIÓN

Otro aparato situado en mitad de las cintas escanea el código de barras asignado y pega otro adhesivo con la dirección del envío y el destinatario, lo que garantiza el anonimato de los compradores al no intervenir operarios.

Este mismo dispositivo es el que asigna finalmente la fecha y el modo de entrega del paquete priorizando que llegue a su destino lo más rápido posible sobre cualquier otro criterio.

Ocho cintas se encargan de separar los paquetes en 68 destinos distintos, como si una maleta de un aeropuerto en busca del vuelo a coger se tratase.

8-ENVÍO

Los paquetes ordenados en grandes cajas de cartón sobre palets se cargan en camiones para partir hacia tres posibles tipos de destino: otro almacén de Amazon, una planta intermedia centrada en el reparto como las ubicadas en Paterna o Picassent o una de las empresas de mensajería, a las cuales Amazon apoda Comerciales.  Y es que desde Onda no se realiza el reparto al destino final, siendo esta labor cosa de otras instalaciones del gigante del comercio electrónico. Pese a ello cada día parten de la planta alrededor de 80 camiones.

HORA DEL DESCANSO

Los trabajadores disfrutando de momentos de esparcimiento

Los trabajadores disfrutando de momentos de esparcimiento

De repente la planta se vacía casi por completo. ¿Dónde están los trabajadores?, preguntamos. “En la cantina, es la hora del descanso”, señala el director del centro, por lo que interrumpimos el recorrido y nos desplazamos a esta zona, situada junto a la entrada a la gran nave. Maquinas de arcade, futbolines y un trabajador animando a chutar penaltis a dos pequeñas porterías para ganar premios en los 30 minutos de respiro de la jornada laboral vuelve a evocar ese espíritu americano tan propio de la multinacional. De hecho, como novedad desde hace apenas un mes la compañía subvenciona el 50% del precio de la comida en la cafetería.

Ante la cámara todos coinciden en agradecer la oportunidad de empleo y el progreso en la compañía, como hace Crisbel Laya, que accedió en el momento de la apertura cuando se encontraba desempleada. También Ester Coves repasa su historia en Amazon.

El cerebro

Todo este complejo proceso se controla desde el centro de mando y control. Una serie de gráficas conectadas a la red global de la compañía junto a los ojos de varios operarios supervisan los flujos de entradas y salidas de producto al detalle, pero también el funcionamiento de las cintas o la actividad de los operarios.

Centro de control en Amazon Onda

Centro de control en Amazon Onda

El objetivo es garantizar la productividad necesaria durante los dos turnos en los que opera la instalación: de 7 a 15.30 horas y de 15.30 a 00 horas. Por ahora, Onda cierra por las noches, a diferencia de otros centros.

La controversia de la productividad

El gigante del comercio electrónico no está exento de polémicas. Son muchas las acusaciones que acumula a distintos niveles por un supuesto control en exceso de la productividad de sus empleados y la carga de trabajo que soportan. Preguntado al respecto, Lifante responde que “la actitud es más importante que la productividad”. “No creo que seamos una compañía muy exigente, pues al final hay muchos procesos no medibles y miramos también que se hagan las cosas bien y la calidad o seguridad más que la velocidad”, añade.

El futuro de Amazon Onda

Pese a los números sorprendentes, Amazon Onda (o VLC1 oficialmente) aún tiene un extenso margen de maniobra para seguir creciendo pues su desarrollo se realiza de forma progresiva y está previsto que llegue a su actividad máxima tanto de almacenaje como de salidas de pedidos una vez transcurridos entre año y medio y dos años desde su apertura. “Llenar el almacén de golpe sería imposible y necesitaría una gran cantidad de recursos, por lo que se va incrementando el stock y el volumen de salidas progresivamente”, concreta el director. Esto supondrá que se vayan incorporando de forma paulatina también nuevos empleados, hasta alcanzar un máximo de 1.100 personas trabajando para el gigante mundial desde la localidad castellonense.

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