COSTES ENERGÉTICOS

La cerámica pide cautela a pesar del descenso del precio del gas

La patronal Ascer señala que la mejora es puntual, debido al parón navideño y las altas temperaturas

Barco con gas licuado, al lado de la planta regasificadora de Sagunto.

Barco con gas licuado, al lado de la planta regasificadora de Sagunto. / Daniel Tortajada

Bartomeu Roig

Bartomeu Roig

El principal quebradero de cabeza para la industria cerámica de Castellón, el precio del gas, ha empezado el nuevo año de una forma positiva. La cotización se ha desinflado en las últimas semanas, de modo que el mes de diciembre cerró con 76 euros por megavatio hora, lo que supone una disminución de casi el 50% respecto a los 146 del final de noviembre. Además, la primera semana de enero se ha movido sobre los 70 euros. Así lo señala el indicador más utilizado por el sector, el mercado TTF de los Países Bajos.

Son unos precios que no se veían desde el estallido de la guerra en Ucrania, a finales del pasado mes de febrero. Desde ese momento, el coste del gas se ha situado en niveles asfixiantes, hasta marcar una jornada negra el 26 de agosto, cuando se alcanzó la estratosférica cifra de 339 euros. Desde ese momento se aceleraron los ERTE en las fábricas, y comenzó a caer la producción.

Precaución

El notable descenso en la cotización se acoge desde la patronal cerámica, Ascer, con una enorme cautela. En los últimos tiempos ya ha habido ocasiones en las que los mercados han dado un respiro, para que luego el coste vuelva a dispararse. Según el secretario general de Ascer, Alberto Echavarría, «no debemos olvidar que sigue siendo más de tres veces el precio que teníamos antes de esta crisis, y además es una bajada que se produce coincidiendo con un periodo festivo y ante una situación meteorológica muy favorable y poco habitual».

Suministro

Existe además un detalle a tener en cuenta: una cosa son los precios diarios que marca el TTF y otra lo que pagan las empresas del azulejo por el suministro de gas. La mayoría de contratos tienen fijado un precio que se actualiza al acabar cada mes, por lo que esta reducción no ha empezado a notarse hasta hace poco. Fue después del verano cuando los costes estuvieron más elevados, de modo que empezaron a ejecutarse los ERTE aprobados y compañías tan señaladas como STN aplicaron paradas técnicas y ampliaciones de puentes festivos y periodos de vacacionales.

Momento de la comparecencia de Ascer, en la que se hizo repaso al año 2022.

Comparecencia de Ascer, en la que se hizo repaso al año 2022. / Mediterráneo

Echavarría pone de manifiesto que la cuestión «no es tanto si el precio del gas está unos euros más alto o menos alto; la clave es garantizar un nivel de precios que haga confiable y previsible ejecutar inversiones, continuar produciendo y garantizando los puestos de trabajo que dependen del sector». Respecto a lo que pueda pasar en las próximas semanas, considera que en los próximos meses, «con el frío entrando en Europa, la demanda de gas para electricidad o para calefacción aumente y el precio suba. Además, Europa tiene que mantener los niveles de almacenamiento elevados y ya no dispone del gas ruso para llenarlos, por lo que toda Europa competirá por el gas licuado que antes llegaba sin problema a las regasificadoras de España». Por ello cree que el TTF subirá, ya que el gas licuado es más caro, y el mercado ibérico (Mibgas) «subirá también precisamente porque habrá más competencia en el mercado internacional por ese gas licuado». 

Propuestas más allá de unas ayudas insuficientes

El gas ha supuesto un sobrecoste de 2.000 millones de euros al sector en el 2022, con lo que la partida energética se ha comido la mitad de la facturación y ha derivado en unos 1.000 millones de pérdidas. Mientras, se sigue a la espera de que se concrete cómo se repartirán los 450 millones de ayudas a repartir entre más de una veintena de sectores. Medida que Ascer ve insuficiente para tapar el enorme agujero que el coste del gas ha causado.

Imagen de archivo correspondiente al interior de una industria cerámica de Castellón.

Imagen de archivo correspondiente al interior de una industria cerámica de Castellón. / IVÁN CHECA

El presidente de esta patronal, Vicente Nomdedeu, ya señaló en diciembre que las administraciones deben aplicar su mirada en la especulación que sufre esta fuente energética. «No puede ser que en la Unión Europea entren barcos metaneros a 60 euros, y luego en el TTF valga 150. ¿Dónde está ese dinero?». Además, incidió en que el Gobierno «quiere evitar la especulación inmobiliaria, pero con la energía no se hace».

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