Muy pocos son los grupos del clúster cerámico que han esquivado los ajustes laborales a lo largo del 2022, como consecuencia de la crisis del sector y la falta de ayudas económicas recibidas hasta el momento. El cierre del recién finalizado año ha dado como resultado decenas de miles de trabajadores afectados, entre los asalariados de las fábricas de azulejos y baldosas, y los de empresas dedicadas a los esmaltes y fritas.
Según la última actualización de datos del área de Empleo de la Generalitat, en los últimos 12 meses se han acumulado un total de 97 ERTE en las fábricas de cerámica, que han incluido a un total de 11.687 personas. En lo referente a esmaltes y fritas, esta fórmula se ha solicitado en nueve ocasiones, para 1.475 personas. En total, son más de 13.000 damnificados por los costes del gas y la caída de la producción.
Porcentajes
Si se toma como referencia el número de trabajadores recogido en el último informe sobre el clúster azulejero, encargado por la patronal Ascer, esto supone que los paros temporales han alcanzado al 68,02% de los 17.180 empleados de la cerámica; mientras que en la industria esmaltera ya llega al 34,82% de sus 4.236 asalariados.
No todos los afectados se encuentran con el empleo suspendido a la vez, ya que en la mayoría de casos se aplican los denominados ERTE tácticos. Esto significa que el descenso de la producción se reparte entre los empleados, y el número de días de paro se limita unos días al mes. Aún así, esto significa una disminución de retribuciones (por cada jornada de ERTE se sobra una prestación que equivale al 70% del sueldo base) y también una rebaja de indemnizaciones en el caso de que la crisis se alargue y se pase a despidos definitivos.
Sin mecanismo Red
Es por esta razón que los empresarios y los sindicatos solicitaron al secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, una adaptación al mecanismo Red creado por el Gobierno para sectores como las agencias de viajes. Una petición que no fue aceptada, sin que por ahora se haya barajado alguna solución alternativa. Algo que aumenta el riesgo de que las empresas opten por medidas más drásticas.
Rescisiones
Con todo, la parte más amarga de esta incertidumbre tiene que ver con los expedientes de despido. Una circunstancia que se ha dado en el caso de empresas obligadas a cerrar definitivamente, como fue el caso de Todagres o Azulejera Alcorense; o de compañías que reducen su masa laboral, como Cerámicas Halcón.
Debido a esta espiral de sobrecostes y reducción de volumen comercializado, en el 2022 se han presentado ocho expedientes de regulación de empleo (ERE), con 431 extinciones de contrato.