La segunda parte de la campaña citrícola arranca con precios que superan los 0,50 euros el kilo

La liquidaciones de ‘nulera’ no superarán, en cambio, los 0,35 euros por la afección de la araña roja

La segunda parte de la campaña citrícola arranca con precios altos

La segunda parte de la campaña citrícola arranca con precios altos / MEDITERRÁNEO

Elena Aguilar

Elena Aguilar

La citricultura no está acostumbrada a que los astros se alineen, pero en esta segunda parte de la campaña parece que sí lo han hecho. Después de finiquitar la temporada de la clemenules, la variedad reina en Castellón, el sector se halla inmerso en la recolección de otras clases de mandarinas y todos los indicadores son en positivo: los precios en el campo son altos, hay demanda, no existe peligro de plagas y la presión de fruta foránea es más bien baja.  

A pie de campo se recolectan en estos momentos variedades como hernandida, sando o clemenvilla y las previsiones que maneja el sector es que en apenas diez días ya no habrá existencias. «La recolección va muy adelantada y eso nos está permitiendo vender de manera anticipada», resume Carles Peris, secretario general de la Unió Llauradora i Ramadera.

La segunda parte de la campaña pinta bien y uno de los mejores termómetros es el precio en origen. La hernandida, por ejemplo, cotiza en el campo a una media de 0,50 euros el kilo; la sando a 0,60 y la tango se paga a entre 0,75 y un euro, valores mucho más altos que los de la temporada pasada, cuando esta variedad alcanzó una cotización máxima de 0,60 euros. «Los precios acompañan, aunque es cierto que las cantidades de estas variedades que produce Castellón no tienen nada que ver con las de la clemenules», explica Víctor Viciedo, citricultor y presidente de la Associació de Llauradors Independents de Vila-real.

La clemenules, una ruina

Los valores que se registran en el campo son los más altos en años y, sin duda, van a servir para inyectar algo de oxígeno a un sector que ha cerrado la campaña de la clemenules con mal sabor de boca. Y eso que a mediados de diciembre, coincidiendo con los últimos días de una de las temporadas más cortas que se recuerdan, se cerraron operaciones a 0,50 euros. «Es cierto que se en partidas muy puntuales se alcanzaron esos precios, pero para nada fueron generalizados y las liquidaciones de las cooperativas van a ser más bajas», apunta Peris que estima que se van a quedar en una horquilla de entre 0,33 y 0,35 euros el kilo. 

La citricultura respira ahora tranquila y lo hace tras dejar atrás una campaña de clemenules que en las cooperativas califican de ruinosa. «Hemos padecido lo que no está escrito. Las altas temperaturas han multiplicado la presencia de la araña roja y eso nos ha obligado a desechar kilos y kilos de fruta», coinciden en varias compañías de Castellón. Y a este problema se ha unido una gran cantidad de reclamaciones en destino, ya que la fruta salía de los almacenes de la provincia en buenas condiciones pero llegaba a mercados como el francés o alemán podrida. «La merma ha sido de un 35% y, aunque vendas bien, el dinero desaparece», añaden. 

Investigadores alertan del peligro del ‘dragón amarillo’

Un estudio del centro de investigación francés Cirad demuestra, por primera vez, la capacidad del insecto africano Trioza erytreae (más conocido como ‘dragón amarillo’) para transmitir eficazmente la bacteria causante de la forma más grave de la plaga HLB, la más grave de todas las que afectan a los cítricos. Dado que este vector transmisor ya está presente en el sur de Portugal y amenaza con llegar a las plantaciones citrícolas de Huelva, los investigadores han reclamado a la UE extremar todas las medidas para evitar cualquier introducción de la bacteria. 

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