Anuncian otro tipo de protestas

Los médicos aplazan la huelga del 17 y 18 de enero para no saturar aún más el sistema

El sindicato CESM-CV tilda de "tomadura de pelo" las propuestas de Sanitat y fija los paros para el 6 de marzo, el 3 de abril y el 8 de mayo

Médicos en el pasillo de un hospital.

Médicos en el pasillo de un hospital. / EUROPA PRESS - Archivo

Finalmente, no habrá huelga de médicos los días 17 y 18 de enero, aunque tampoco hay un acuerdo entre el sindicato convocante, CESM-CV, y la Conselleria de Sanitat. A pesar de que, en las últimas semanas, se antojaba que las posiciones se iban acercando, CESM-CV ha tildado de "tomadura de pelo" y "totalmente inaceptable e inasumible" la propuesta que les trasladó el pasado miércoles Sanitat para que desconvocaran el paro al que estaban llamados los cerca de 2.000 médicos que ejercen en la sanidad pública castellonense.

El secretario provincial de CESM en Castellón, Alejandro Calvente, considera que la propuesta de Sanitat está "plagada de vaguedades y sin concreación alguna", por lo que emplaza a la Conselleria a presentar un nuevo documento "serio y contenido". "Vamos a seguir con las protestas, pero la huelga hemos decidido aplazarla porque el sistema está ahora saturado, con los centros de salud y los servicios de urgencias colapsados, y por responsabilidad con los pacientes, para no perjudicarlos", indica Calvente.

El sindicato ha propuesto un nuevo calendario de jornadas de huelga para los días 6 de marzo, 3 de abril, y 8 de mayo; son los primeros lunes de cada mes, así como concentraciones entre las 8.30 y 9.30 horas en los centros hospitalarios y de Atención Primaria para los días 15 y 22 de febrero y 1 de marzo. "No obstante, lo anterior, no damos por rotas las negociaciones, por lo que acudiremos este jueves a la reunión convocada por el conseller para tratar de reconducir el conflicto, esperando que se muestren medidas concretas y cuantificadas, con plazos establecidos para su implementación", han apuntado.

En ese sentido, el sindicato exige a Sanitat que "abandone su retórica vacía de contenido, cese en mensajes puramente publicitarios, de índole político y electoralista" y proceda a "negociar y dotar de contenido, una propuesta seria y acorde a las necesidades que los facultativos reclamamos". "No se debe olvidar que somos el eje de la sanidad, que nos permita atender en condiciones y como se merece la ciudadanía, a la que como prestadores de un servicio público esencial nos debemos", recalca.

La opinión de la Conselleria de Sanitat

A falta de que el departamento de Miguel Mínguez valore la decisión de desconvocar la huelga, el pasado miércoles, tras entregar las propuestas, la Conselleria de Sanitat seguía confiada en "alcanzar un acuerdo con los representantes del sindicato médico y en seguir avanzando a través del diálogo en los puntos de negociación que se están abordando para cerrar un documento que sea beneficioso tanto para los trabajadores como para la ciudadanía".

Falta de soluciones

En ese sentido, lamenta que el departamento que dirige Miguel Mínguez es "incapaz de comprometerse" a dar solución a los principales problemas que atenazan al colectivo médico, "carente de ideas y sin voluntad real de llegar a acuerdos que impidan el deterioro y degradación de la sanidad pública", lo que "indudablemente está provocando la creciente fuga de médicos de nuestro sistema sanitario".

Así, constata que el principal problema que afecta a nuestro sistema sanitario "no es otro que nos estamos quedando sin médicos" y al respecto apunta: "Tal vez el problema no sea solo y exclusivamente las condiciones de trabajo, pero desde luego desde nuestro sindicato no nos cabe duda que las pésimas condiciones en las que se ejerce la medicina, hacen que nuestros compañeros decidan irse bien a otras comunidades, a países de nuestro entorno o incluso a la sanidad privada".

"Eso es una realidad indiscutible y que no se podrá atajar sin una reforma profunda en la política de personal y de las condiciones laborales en general, y especialmente en lo que atañe al colectivo médico", advierte.

Así, afirma que la fuga de médicos del sistema sanitario público a la medicina privada, a otros servicios de salud españoles que han sido capaces de plantear mejoras laborales sustanciales, y a los países vecinos de nuestro entorno, especialmente en los facultativos que acaban su formación MIR, es "una realidad creciente y esa es la verdadera huelga, no declarada, que urge atajar".

Evitar el desmantelamiento de la sanidad

En ese sentido, aclara que las reivindicaciones que han planteado "van encaminadas principalmente a mejorar las condiciones laborales, así como a evitar que, por el maltrato endémico mantenido desde la Administración, paremos y evitemos que nuestra sanidad pública quede desmantelada".

Además, señala que la pandemia ha puesto "en evidencia, acrecentando y ha dejado al descubierto, la realidad de nuestro sistema sanitario, inmerso en una crónica sobrecarga asistencial, con aumento de las demoras en la asistencia, con un crecimiento exponencial de las listas de espera que se maquillan derivando a los pacientes en proporciones nunca vistas hasta ahora a la medicina privada, con aumento del número de pacientes a atender inasumibles para los médicos, incluso peores que antes de la pandemia, sin que los tan publicitados refuerzos en supuestos incrementos de plantilla, haya provocado ni tan siquiera en una aparente mejoría".

A ello, añade, se acumula que exista casi un 40% de la plantilla pendiente de la consolidación de su puesto de trabajo. Por ello, apunta que los médicos "no han planteado un conflicto contra la población, todo lo contrario, lo hemos planteado en defensa de la sanidad pública, que por lo visto, poco o nada importa a nuestros dirigentes y no vamos a caer en la trampa de que se nos criminalice, como así parece que pretenden, de la grave situación que atenaza la sanidad pública valenciana por ejercer nuestro derecho a la protesta".