El azulejo marca la negociación colectiva en Castellón este año

Los sindicatos esperan comenzar con las conversaciones a lo largo de febrero

Imagen de una reunión de la mesa negociadora del convenio del azulejo, firmado in extremis, en diciembre pasado.

Imagen de una reunión de la mesa negociadora del convenio del azulejo, firmado in extremis, en diciembre pasado. / BARTOMEU ROIG

Maribel Amoriza

Maribel Amoriza

Tras un ejercicio especialmente intenso desde el punto de vista de la negociación colectiva en la provincia de Castellón, 2023 estará marcado en este ámbito por el principal sector económico, el de la producción de pavimentos y revestimientos cerámicos, que ocupa de forma directa a alrededor de 16.000 trabajadores.

La razón está en que el grueso de los convenios ratificados en 2022 lo fueron por periodos de vigencia superiores a un año, como es el caso de hostelería, limpieza, transportes o recolectores de naranja, los collidors. 

Por tanto, habrá paz social en estos ámbitos sectoriales en esta ocasión, porque subidas salariales y condiciones de trabajo ya están negociadas y rubricadas.

Cuestión bien diferente es la de las industrias azulejeras. Las conversaciones fueron en 2022 espaciadas y tensas, hasta el punto de que tras el parón veraniego nada parecía indicar que las partes pudieran llegar a un acuerdo, que llegó in extremis en diciembre y con un único punto, eso sí, con carácter retroactivo: el alza del 4% de las tablas salariales.

Los costes

Es una cifra que ha supuesto un incremento de los costes de la mano de obra de 27 millones para las empresas cerámicas y, aún así, no compensa el alza de la inflación. En cualquier caso, es un aumento considerable, que solo ha sido posible gracias a la buena disposición de una patronal que atraviesa por graves dificultades, como han reconocido los sindicatos, como consecuencia de la grave crisis de precios, fundamentalmente, los energéticos.

El hecho de que la vigencia del acuerdo quedó limitada a 2022 hace que para el ejercicio que acaba de comenzar esté prevista la necesaria negociación de un nuevo convenio colectivo.

Desde CCOO en Castellón, su secretario general, Albert Fernández, puso ayer de manifiesto que la idea es que los contactos se inicien antes de que acabe el mes de febrero. Su homólogo en UGT, Francisco Sacacia, dijo que «hay que ponerse ya a negociar para que 2023 no quede en blanco para los trabajadores».

En el ámbito provincial queda otro convenio sectorial, el de oficinas y despachos (notarías, inmobiliarias o gestorías, entre otras actividades), que afecta a más de 3.000 trabajadores en Castellón y que está en una situación de parálisis completa, por lo que no se prevé que pueda negociarse tampoco durante este ejercicio. Por otra parte, Sacacia recordó que hay acuerdos de ámbito autonómico y estatal en los que tendrán que ponerse de acuerdo patronal y sindicatos en un proceso que se prevé, como mínimo, «difícil». 

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