La cerámica pide más préstamos públicos de la Generalitat que dinero disponible

La industria cerámica de Castellón cerró un 2022 marcado por el fuerte encarecimiento de los costes, con la escalada de precios del gas como principal problema, lo que ha puesto al límite la tesorería de buena parte de sus fábricas. Los gastos en energía se han comido prácticamente la mitad de toda la facturación y, según refleja el estudio más reciente del sector, el 78% de las empresas, que concentran el 59% de toda la producción, presenta un elevado riesgo.

El Gobierno anunció a finales de diciembre un nuevo paquete de medidas, centradas en ayudas directas por un importe de 450 millones de euros, que el azulejo deberá compartir con otros 24 sectores productivos más. Mientras se está a la espera de conocer cómo se articulará el reparto de este dinero, hay mecanismos de respaldo financiero que ya están en marcha.

Créditos

Uno de los más relevantes es una línea creada por el Institut Valencià de Finances (IVF), que cuenta con una partida de 50 millones de euros. Los préstamos en condiciones ventajosas han supuesto que el dinero pedido ya rebose el máximo previsto. Según han indicado desde la Conselleria de Hacienda, desde que se abrió el periodo de presentación "se han solicitado un total de 26 operaciones, cuyo importe suma 54 millones de euros".

Esto no significa que se vaya a conceder todo este dinero. En estos momentos, el IVF está en fase de estudiar toda la documentación presentada, y al final de este proceso puede que haya peticiones rechazadas, o rebajas en la cuantía solicitada. "Incluso se barajaría ampliar la partida si todas estas solicitudes estuvieran correctas", añaden desde el departamento autonómico.

Otras líneas

Además de este mecanismo, se han solicitado otras 15 operaciones por un importe de unos 11 millones de euros, dentro de la línea Reactiva Feder, y que está "centrada en empresas más pequeñas y con más tensiones financieras". En total, el sector ha pedido 65,13 millones de euros para poder salir del paso ante unas dificultades que van a seguir a lo largo del 2023.

Pese a este respaldo por parte de la Generalitat, las cantidades son escasas en comparación a la crisis que atraviesa una industria de la que depende casi uno de cada cuatro euros de la riqueza que genera Castellón. Los cálculos elaborados en el estudio de la consultora PwC y encargado por la patronal cerámica, Ascer, revelan que las pérdidas podrían alcanzar los 1.000 millones de euros. En cambio, de no haber habido el incremento de costes del gas y no haber existido la guerra en Ucrania, el beneficio antes de impuestos hubiera alcanzado los 800 millones.

El mismo informe también expone que el 2023 será muy complicado. Las ventas de cerámica podrían caer entre un 5 y un 12%, debido al estancamiento de la demanda y unos precios energéticos que seguirán elevados.

Contacto con las patronales para la nueva ayuda directa

El president de la Generalitat, Ximo Puig, explicó en la entrevista concedida el pasado domingo a Mediterráneo que la partida de 50 millones de euros en ayudas directas sería mediante la aportación de 5.000 euros por trabajador. Las patronales Ascer y Anffecc indican que están en conversaciones para que la actuación se desarrolle lo más pronto posible. "Estamos colaborando con ellos en todo momento, y parece que está bastante avanzado, por lo que contamos con que el apoyo de la Generalitat será determinante por la rapidez y la efectividad de las ayudas", indicaron en Ascer.

Por parte de los fabricantes de fritas y esmaltes (Anffecc) analizan "la mejor forma de articular estas ayudas, que necesitamos con urgencia; ya saben que el importe no es suficiente, pero se agradece el apoyo".

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