MERCADO LABORAL

La afiliación laboral resiste en un año duro para la economía de Castellón

La cerámica muestra signos de retroceso en el último trimestre

Los ERTE en la cerámica sostienen las cifras de afiliación laboral en Castellón.

Los ERTE en la cerámica sostienen las cifras de afiliación laboral en Castellón. / GABRIEL UTIEL BLANCO

Bartomeu Roig

Bartomeu Roig

La economía de Castellón tiene el viento en contra desde hace unos meses. Al efecto negativo de la inflación generalizada se une la crisis energética del azulejo, que ha supuesto un descenso de la producción, pérdidas millonarias para el sector y la presentación de numerosos expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). Pese a estas circunstancias adversas, los datos de afiliación a la Seguridad Social muestran una capacidad de resistencia, a la espera de ver cómo evolucionará un 2023 también complicado.

Las cifras dadas a conocer por el Institut Valencià d'Estadística reflejan que en el cierre del 2022 son 251.657 los trabajadores dados de alta a la Seguridad Social en la provincia. Esto supone un incremento del 0,1% respecto al balance final del 2021. No se han perdido afiliados, pero tampoco se ha dado un salto adelante como el que muestra el conjunto de la Comunitat Valenciana, con un incremento del 2,4%. Alicante sube un 3,7%, gracias a la reactivación del turismo, y Valencia mejora un 2,1%.

Por comarcas

Si se pone el foco en las comarcas, se detectan diferencias sustanciales. L'Alt Maestrat experimenta un aumento del 13,1%, mientras que el Baix Maestrat, que concentra buena parte de la actividad turística de Castellón, crece en un 0,9%. La parte negativa la muestran tres áreas de la provincia. La peor parada es l'Alcalatén, con una caída de 434 afiliados, lo que supone un 4,7% del total; mientras que la Plana Alta baja un 0,9%, con 1.172 personas menos. El Alto Palancia decrece también, pero apenas un 0,4%.

Respecto a la Plana Baixa, que cuenta con una importante actividad industrial, centrada en la cerámica, en el último año se ha dado un aumento de 1.206 inscritos a la Seguridad Social, con un avance del 1,8%.

La cerámica se desacelera

La estabilidad en el total del 2022 no esconde la preocupación en el motor de la economía castellonense. De hecho, la cerámica muestra signos de desaceleración laboral. Solo en el último trimestre del pasado año se ha dado un descenso de 416 personas, al pasar de 15.111 en septiembre a 14.695 en el cierre de diciembre.

La curva descendente sería todavía mayor de no ser por los ERTE. Esta es la fórmula que han elegido de manera mayoritaria las empresas de baldosas de la provincia. Pese a estar en paro temporal, los asalariados siguen dados de alta a la Seguridad Social.

Detalle de la afiliación en Castellón por comarcas.

Detalle de la afiliación en Castellón por comarcas. / Raquel Ahicart

En cambio, el último trimestre ha supuesto la presentación de recortes laborales en forma de despidos. El más abultado es el de Todagres, que presentó un ERE de extinción. La mayoría de los casi 200 afectados ya han salido de la empresa, mientras que el 31 de marzo es la fecha prevista para cerrar la compañía y culminar la lista de despidos.

Otros casos fueron los de Azulejera Alcorense, que cerró la línea de fabricación, si bien recolocó a la mayor parte de empleados en otras factorías del grupo Pamesa. A ello se une el ERE de Cerámicas Halcón, que se cerró con la salida de 94 personas.

Comienzo incierto

El 2023 arranca con nuevos anuncios de despidos. Uno de ellos es el de la línea de fabricación de Saloni, dentro de la reestructuración que prepara el grupo Victoria Ceramics Spain.

El último ERE que se prepara es el de la compañía Baldocer, que en breve comenzará su periodo de negociación. Desde la empresa señalan que el proceso supondrá la salida de entre 70 y 80 personas de una plantilla total de 557.

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