Los trabajadores de Castellón pierden en dos años 1.800 euros de poder adquisitivo

Los sindicatos claman por un alza salaria ya y avisan que está en riesgo el consumo

Dos operarios trabajan en una empresa del sector del metal. Los trabajadores de Castellón llevan dos años con pérdida de poder de compra.

Dos operarios trabajan en una empresa del sector del metal. Los trabajadores de Castellón llevan dos años con pérdida de poder de compra. / MEDITERRÁNEO

Elena Aguilar

Elena Aguilar

Si hay algo que en los últimos meses ha traído de cabeza a familias y empresas es la inflación. El alza descontrolada de los precios ha asestado un duro golpe a asalariados y pensionistas, que han visto como su renta ahora vale bastante menos que hace un año. Un desgarro que, además, ocurre por segundo año consecutivo. Y es que desde el 2021 los precios y los salarios evolucionan en la dirección contraria y esa diferencia se traduce en Castellón en una pérdida de poder adquisitivo de casi 1.800 euros por trabajador.

Aunque el gran zarpazo se produjo en 2022, la realidad es que los asalariados de la provincia empezaron a notar en 2021 que el valor de sus sueldos no era el de antes. Durante ese año la inflación media se situó en el 3,4%, mientras que las retribuciones pactadas en convenio crecieron solo un 1,34%, según cifras del Ministerio de Trabajo y Economía Social. Una diferencia de algo más de dos puntos que, teniendo en cuenta que el salario medio en Castellón es de 20.449 euros anuales (datos de la Agencia Tributaria), se traduce en un golpe de 421 euros.

Crisis energética

En 2021 los trabajadores se empobrecieron, pero lo peor estaba por llegar. La invasión rusa de Ucrania desencadenó a principios de 2022 una crisis energética y una espiral inflacionista que ha dejado tieso el bolsillo de las familias, que han tenido que reajustar sus presupuestos para hacer frente al tsunami de los precios. Y pese a que el Gobierno ha desplegado una batería de medidas para intentar contener los precios y el coste de la luz, el gas o el combustible ya no marca registros históricos, el Índice de Precios al Consumo (IPC) medio en Castellón se situó en el 9,5% en 2022. Un dato histórico que ha acabado por aniquilar la mayor subida de sueldos registrada en una década.

La inflación media superó en 2022 el 9% (la tasa interanual se situó en el 7,3%) y los salarios en la provincia crecieron un 2,88%. ¿El resultado? Una pérdida de poder de compra de 6,6 puntos, lo que se traduce en otros 1.353 euros. O dicho de una manera más clara: en los últimos dos años el valor real de los sueldos de cada trabajador de Castellón ha caído 1. 774 euros.

Incrementos de renta urgentes

A buena parte de las familias de Castellón las cuentas no les salen y los sindicatos insisten en que la subida de los salarios resulta urgente y necesaria. «El descuadre entre la inflación y las subidas salariales provoca que se anulen los aumento de los sueldos pactados», apuntaba hace tan solo unos días Francisco Sacacia, secretario general de UGT en Castellón, una organización que asegura que «si no se evita la pérdida de capacidad adquisitiva de las personas trabajadoras, la evolución de la economía se podría ver comprometida al reducir considerablemente la posibilidad de consumir para una buena parte de los hogares».

CCOO también ve imprescindible una revisión al alza de los sueldos y ha propuesto vincular la subida salarial de los convenios a la situación por la que atraviese cada empresa, una medida que gusta a la CEOE. Los empresarios creen que tiene todo el sentido que «las retribuciones puedan subir más en aquellos sitios en los que vayan las cosas mejor»

A la espera de una nueva subida del salario mínimo.

Sindicatos y patronal siguen sin llegar a un acuerdo para determinar cuánto deben subir los salarios negociados en convenio y otra batalla se centra en el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), del que solo en Castellón dependen unas 30.000 personas. Los expertos convocados por el Gobierno proponen un aumento de entre el 4,6% y en 8,2%, lo que equivaldría a una horquilla de entre 1.046 y 1.082 euros mensuales por catorce pagas.

CC OO aboga por la mayor de esas cifras y UGT cree que debería llevarse directamente hasta los 1.100 euros. Ambos sindicatos destacan los efectos beneficiosos de las últimas subidas que, según apuntan, lejos de frenar el empleo, como auguraban algunas instituciones, han contribuido a mejorar la situación de los asalariados.

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