En casi 8 años Igualdad no ha abierto un nuevo geriátrico

Castellón urge 2.300 plazas residenciales y solo el sector privado crea nuevas

Un informe señala que la Comunitat está a la cola de toda España en recursos para los más mayores

Imagen de una residencia de mayores.

Imagen de una residencia de mayores. / GERMAN CABALLERO

Los datos son claros. La Comunitat Valenciana es la segunda con mayor déficit de plazas en residencias de mayores, tras Andalucía, ya que faltan 23.485 para alcanzar la ratio de cinco por cada 100 personas mayores de 65 años que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS), según un informe de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales. Aunque el documento solo aporta cifras por autonomías, la Asociación Empresarial de Residencias y Servicios a Personas Dependientes (Aerte) sí los ha provincializado y no dejan lugar a dudas.

La provincia de Castellón tiene 117.165 personas mayores de 65 años por lo que debería contar con 5.858 plazas. Actualmente, dispone de 3.488, lo que supone una ratio de 2.97 por cada 100. Esto se traduce en que faltan 2.370.

La iniciativa privada ha puesto en marcha nuevos centros con recientes aperturas como L’Onada en Vinaròs (145 plazas), Orpea en Castelló (150 plazas) y Clece también en la capital (104 plazas). A estas, falta añadir la próxima ampliación de Residencial Oasis en Benicàssim (51 plazas) y la residencia de Ballesol en Castelló (121 plazas), prevista para el segundo trimestre de este año. Con estas últimas, habría un total de 3.660 plazas, lo que se supondría una ratio de 3.12, una cifra todavía alejada del cinco que marca la OMS.

«Castelló está captando a la inversión privada en esta materia, más que otras ciudades», explicó el presidente de Aerte, José María Toro. La explicación resulta fácil, pero preocupante. El sector privado ha visto en la provincia un importante nicho de negocio dada la escasez crónica de plazas residenciales que arrastra. 

Datos sobre recursos residenciales en la Comunitat.

srios@epmediterraneo.com / Mediterráneo

Inacción pública

Un déficit que la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, ahora en manos de Aitana Mas tras tomar el relevo de Mónica Oltra, no ha remediado en estos casi ocho últimos años del Gobierno del Botànic. En todo este tiempo, no se ha abierto ni una sola residencia pública en las comarcas castellonenses, a pesar de que hay una decena proyectadas. La más avanzada es la de Sant Mateu, aunque no tiene previsto estar operativa hasta el próximo año. 

La otra que parece un poco más cerca, tras años de promesas, es la de la calle Onda de Castelló, cuya redacción del proyecto de ejecución y la obra fue adjudicada el pasado mes de noviembre a la UTE formada por las empresas Llop y Gimencons por 14,2 millones de euros y un plazo de 24 meses. Un presupuesto que contará con financiación europea.

También está más avanzada la tramitación del geriátrico de Sant Joan de Moró, pero hay otras seis residencias, previstas dentro del Plan Convivint hasta el 2025, que, a priori, no cuentan con partida dentro de las cuentas del Consell para el próximo ejercicio, como ya informó este periódico. Se trata de residencias en Albocàsser, Orpesa, Onda, Ribesalbes, Vila-real y Altura.

De todos modos, teniendo en cuenta las recomendaciones de las OMS, incluso con estas instalaciones ya terminadas, la provincia seguiría teniendo carencia de plazas residenciales para dar respuesta a una población cada vez más envejecida que requiere de una red pública asistencial potente.

La Comunitat está a la cola en plazas residenciales

En cuanto al conjunto de la Comunitat, el informe, que recoge datos publicados recientemente por el Imserso, refleja que faltan 23.485 plazas. De estas, el 49,7% cuentan con financiación pública frente al 50,3% restante con financiación privada. De este modo, el porcentaje de las primeras ha bajado de 1,81 por cada 100 personas mayores de 65 años a 1,34 plazas, por debajo de las 2,63 de la media nacional.

De acuerdo con el estudio, España alcanzó las 397.443 plazas, en el 2021, 7.766 más que el año anterior, tras el «estancamiento», en el 2020, por la pandemia. De todos modos, también ha aumentado el déficit, de forma que aún se necesitan 76.350 para alcanzar la directriz de la OMS. Por tanto, el leve crecimiento experimentado no es suficiente para resolver esta problemática asistencial.

«Se pone de manifiesto que las residencias siguen siendo una gran necesidad en nuestro país, por el incremento de población de avanzada edad y en situaciones de dependencia y necesidad de cuidados de larga duración», señala la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales.

Dependencia

Además, la entidad advierte de que, teniendo en cuenta la demanda que existe actualmente sin atender, serían necesarias al menos 35.000 plazas residenciales para las personas con dependencia severa (grado dos) o grandes dependientes (grado tres), que se encuentran en la lista de espera o el limbo de la dependencia.

Actualmente, la provincia tiene 15.452 personas dependientes que recibe algún tipo de prestación pública, siendo la ayuda económica la de mayor peso. Esto responde, según algunas familias y también la patronal del sector, a la escasez de recursos públicos, por lo que se prioriza la ayuda económica para cuidado familiar. En lista de espera hay 1.190.

Suscríbete para seguir leyendo