ECONOMÍA

Más de 9.000 personas abandonan el mercado laboral en Castellón para estudiar

La población en edad que trabajar que sigue en las aulas supera la 40.000 y el 20% tiene más de 25 años

Aspirantes a  celador en la oposición celebrada este domingo en la Universitat Jaume I de Castelló.

Aspirantes a celador en la oposición celebrada este domingo en la Universitat Jaume I de Castelló. / MANOLO NEBOT ROCHERA

Elena Aguilar

Elena Aguilar

Estudiar una vez ya no vale. Dos tampoco. Y para muchos ni siquiera tres son suficientes. Los días en los que uno cerraba para siempre los libros en el momento en el que encontraba su primer trabajo han pasado a la historia y cada vez son más los profesionales de Castellón que, incluso décadas después de acabar su formación, vuelven a tomar apuntes e hincar los codos. ¿Los motivos? La mayor oferta de empleo público de la historia y también dejar atrás un empleo precario para conseguir otro en el sector privado con mejor condiciones. Y todo explica porqué la cifra de personas que estudia ya supera las 40.000, un dato pocas veces alcanzado.

Al cierre del 2022, y según la última Encuesta de Población Activa (EPA), 40.300 personas se encontraban en la provincia en una situación de inactividad, es decir, ni buscaban un puesto de trabajo ni figuraban en la lista oficial de demandantes de empleo porque estaban estudiando. Una cantidad que, además de ser una de las más altas de la historia, supone que en apenas tres meses 9.100 personas renunciaron al mercado laboral para centrarse en estudiar.

Casi el 80% de la población de Castellón de entre 16 y 65 años que sigue estudiando aún no ha cumplido los 25 años y las estadísticas demuestran que las aulas de la Universidad o de los centros que imparten grados de Formación Profesional (FP) tienen más demanda que nunca. Unos datos basta para entenderlo: los alumnos matriculados en FP han aumentado en la provincia casi un 30% en cinco años hasta alcanzar el récord de 12.535, mientras que los estudiantes de la UJI ya superan este curso los 11.684.

Además de los 32.600 alumnos de FP, Bachillerato o grados universitarios, hay 7.700 mayores de 25 años (el 19%) que también han renunciado a buscar un empleo y han optado por estudiar, una cifra que supone 4.600 personas más que hace un año, siempre según los datos de la EPA. Muchos de ellos están matriculados en una academia y se preparan para cumplir su sueño: ser funcionario. «El interés por opositar es más alto que nunca y la explicación está en el boom de las convocatorias de oposiciones tras años de sequía. El 2022, sobre todo a partir de septiembre, fue un bombazo y este año volverá a ocurrir lo mismo», resume Ana Bernal, responsable de la academia Master D, en la calle Ceramista Godofredo Buenosaires de Castelló. 

Opositores de más edad

La carrera por las oposiciones ha empezado y Noelia López es una de las cientos de aspirantes a trabajo para toda la vida y con un buen horario. A sus 48 años, esta vecina de Vinaròs y diplomada en Empresariales, lleva meses preparándose para la convocatoria de la administración de Justicia que está a punto de publicarse. «Las pruebas están al caer y mientras estudio he ido presentándome a todas las que han salido, tanto de administrativo como de celador, ambas de Sanitat», explica esta profesional que durante dos décadas trabajó en la empresa privada. «Hace casi tres años me quedé en paro y me llamaron de Justicia y Sanitat porque estaba en la bolsa. Fue entonces cuando me di cuenta que con mi edad iba a tener pocas oportunidades en el sector privado y, aprovechando que ahora hay muchas oposiciones, he apostado por estudiar e ir a por todas», cuenta.

Noelia quiere acabar su vida laboral como funcionaria y no es la única aspirante de más de 45 años. «El perfil del opositor ha cambiado radicalmente y cada vez tenemos alumnos de más edad. De hecho, hay muchísimos de entre 45 y 50 años. Algunos estudian porque están en paro y otros compaginan el trabajo con las clases», describe Bernal, que insiste en que la generosidad de las convocatorias (Sanitat, por ejemplo, tiene en marcha 110 convocatorias para 11.800 plazas ) y la crisis por la que atraviesan sectores como el azulejo ha provocado que más profesionales pongan sus ojos en la Administración. 

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