Panaderías, carnicerías o tiendas con congeladores esgrimen su gasto eléctrico en maquinaria 24 horas

El comercio de Castellón, ahogado por la luz, reclama ayudas como la industria

Confecomerç exige al Gobierno que considere a pequeños negocios «de consumo intensivo de energía"

Puesto de venta de charcutería en el Mercado.

Puesto de venta de charcutería en el Mercado. / ERIK PRADAS

Son pequeños y se sienten olvidados. Los autónomos de Castellón que llevan modestos negocios, muchos de ellos oficios artesanos en riesgo de extinción, han alzado la voz para reclamar ayudas al Gobierno central por su condición de consumidores intensivos de luz, con maquinaria necesaria para su actividad que mantienen con gasto las 24 horas del día. Reivindicaciones que ha impulsado la patronal Confecomerç, cuyo presidente en Castelló, Juan Adsuara, puso como ejemplo cómo «a la industria del pan sí se la considera de consumo intensivo de energía y percibe ayudas para afrontar los sobrecostes --en el real decreto estatal--; mientras que a un horno tradicional no se le da nada porque el CNAE del comercio no se añadió».

La problemática concreta pesa sobre todo en establecimientos que por su actividad precisan tener conectada maquinaria las 24 horas: como panaderías, carnicerías o tiendas con congeladores como pescaderías o ultramarinos. 

Casi un año de guerra

A punto de cumplirse un año de la guerra de Ucrania, las consecuencias que ha traído aparejadas han implicado un mayor precio de la energía, inflación...Los emprendedores que regentan estos pequeños negocios acumulan pérdidas derivadas de un aumento de sus costes, que cifran en hasta un 60% en los últimos 12 meses. «El conflicto ha provocado un creciente encarecimiento de las materias primas, de la electricidad, los combustibles. Los autónomos se ven en un callejón sin salida y se plantean traspasos o jubilaciones anticipadas», indicaron desde la agrupación.

Materias primas sin perspectiva de bajar

Sin mejoría a la vista de cara a los próximos meses de este 2023; por ello, Confecomerç alerta y reclama más atención de la Administración central para asumir facturas de la luz desorbitadas. «La petición concreta es ser considerados sectores de consumo intensivo eléctrico, como sí se ha hecho con otros industriales. Están viviendo una situación de vulnerabilidad por la espiral inflacionista que está provocando que los costes crezcan a mayor velocidad que las ventas», demandaron.

En concreto, los panaderos afrontan una situación de incertidumbre, «por la inflación persistente, por lo que el futuro de este comercio especializado está en juego», incide Adsuara. «En las panaderías están haciendo verdaderos malabares al tener que asumir gastos que no pueden repercutir en el precio, con incrementos en las materias primas (harina, levadura, azúcar, leche, huevos…), que son imprescindibles para poder elaborar el producto en el día a día», manifestó el portavoz

Impacto en los barrios

Y a los sobrecostes se suma una cuestión nada baladí. «Este tipo de comercios, que desde siempre han sido viables, antes contaban con una sucesión del negocio de padres a hijos. Un hecho que ahora no se está produciendo, precisamente, por esa situación complicada de vulnerabilidad ante la espiral inflacionista, lo que aboca al cierre», lamentó el representante de Confecomerç Castellón

En su opinión, la pérdida de estos establecimientos supondría un grave impacto y repercusión «a nivel económico y social para los barrios de nuestros pueblos y ciudades». «Ya se están dando jubilaciones anticipadas en las panaderías, algo que irá en cadena y será irreversible si no se adoptan soluciones inmediatas», resolvió.  

"Todo va a luz"

«Carniceros y charcuteros están soportando facturas muy elevadas. Sus instalaciones y maquinaria requieren de consumo energético y, en algunos casos, necesitan estar activadas incluso fuera del horario comercial y los fines de semana de forma constante. Al gasto de luz habitual que ya tiene cualquier comercio se añade el de cámaras frigoríficas, mostradores de frío, cortadoras, envasadoras, picadoras y hornos de cocinado, entre otros. Todo va a luz. Y además la carne no se ha incluido en la rebaja del IVA, siendo básica», resumió. 

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