El 30% de operaciones de fincas son compras y superan los máximos de 2008

El interés por invertir en la tierra en Castellón encamina otro récord

Los cítricos en producción cuestan 3.000 €/hanegada

Sector primario. Un agricultor trabaja su parcela situada en un campo de cultivo en Burriana.

Sector primario. Un agricultor trabaja su parcela situada en un campo de cultivo en Burriana. / GABRIEL UTIEL BLANCO

El interés por la tierra como valor-refugio en época de inflación está cogiendo peso en Castellón y, por tercer año consecutivo, marca cifras superiores al récord de los últimos 14 años, conseguido en el ejercicio del 2008. La transmisión de fincas rústicas en la provincia durante el 2022 (a falta de los datos de diciembre pendientes de publicar) se sitúa en 9.304. Del total, una tercera parte, en torno a 3.400, corresponden a operaciones de compraventa; mientras que el resto son principalmente herencias, por lo que, habida cuenta del minifundismo, es un factor que eleva la cifra.

Un giro y récord desde 2008

Regino Coca, directivo técnico, CEO y fundador de Cocampo, relató que «el año 2022 ha estado marcado por la sequía en Castellón, como en toda España. En concreto, las precipitaciones fueron prácticamente de la mitad que en 2020». 

Pero con todo, se mantienen registros notables comparados con años atrás y solo superados --a falta de contabilizar diciembre-- por el 2021, con 4.199 compraventas. Aunque pueda bajar ligeramente respecto al año anterior, desde Cocampo estiman que en la provincia se superarán las 3.500 compraventas y ello consolidará el tercer año consecutivo de récord y el segundo mejor registro de este ciclo más reciente.

Por encima de la media

«Es el número más elevado de operaciones de compraventa desde el 2008. Las operaciones sobre fincas rústicas en la provincia Castellón suponen históricamente entre el 20 y 25% del total de la Comunitat Valenciana», valoran desde la consultora y startup de la economía rural Cocampo. «En la recta final del reciente ejercicio, solo en noviembre se elevaron las compraventas en Castellón un 72% frente al mes de octubre, muy por encima de la media de crecimiento nacional de ese mes, que fue del 20%», indicó sobre este giro de tendencia de escalada en la recta final. En la Comunitat Valenciana, las operaciones de compraventa sumaron 17.881, por lo que las 3.400 de Castellón suponen una sexta parte, aproximadamente. 

Precios.

Precios. / Mediterráneo / Luis Martín

Castellón es la provincia con los precios más bajos 

El precio medio de las tierras de cultivo en la provincia de Castellón es el menor de la Comunitat, con 16.910 euros por hectárea; frente a los 20.430 euros de Valencia; o los 29.600 de Alicante, la más cara.

En portales de internet como Mil Anuncios, hay más de 1.300 fincas rústicas a la venta en Castellón, algunas de ellas con opción de alquiler para cultivo, otras para uso agrícola y hasta destacando sus opciones para el recreo: «con casa de apero», «de madera» o «ampliable a chalet»; y con servicios como puede ser «un pozo de agua».

 La web de Cocampo cuenta con 7 fincas a la venta de Castellón. «La mayoría son de Servihabitat. La de menor valor de las publicadas tiene un precio de 30.000 euros y una superficie de una hectárea», señalan.

Todo suma valor

¿Cuál es el termómetro actual de precios del mercado inmobiliario rústico? Ferran Gregori, técnico de la Unió, valoró cómo en los últimos meses la referencia de compraventas de campos de naranjos en plena producción se sitúa entre 2.000 y 3.000 euros por hanegada. Si lo comparamos con pleno boom urbanístico, de los 6.000 euros no bajaba y si tenía expectativa urbanística, no era inferior a los 20.000. Estamos lejos de aquello, pero ahora no tiene nada que ver la situación». «Si el campo está abandonado pero decente aún puedes pedir casi 2.000 euros; pero depende de la superficie, de si tiene caseta, almacén o pozo propio, si es fácil que llegue la luz. Todo suma valor», agregó Gregori.

Otro factor de hoy en día es el creciente interés de los fondos de inversión en temas agrarios. Para el técnico, «siempre se ha dicho que para los inversores comprar tierra es una apuesta segura porque no tiene una oscilación excesiva. En los últimos años los proyectos de energías renovables, antes la eólica y ahora la solar, sí han tenido un impulso en tierras de secano del interior, que no tenían el valor añadido del riego y eran más accesibles». En general en la Comunitat, añadió, «hay fondos que buscan terrenos agrícolas para plantar olivos en intensiva y precisan agua. Pero son procesos que se llevan de modo confidencial y no sabes quién está detrás. Ello hace que el precio de la tierra, como mínimo, no se hunda».

¿Pesa el tipo de cultivo de esos terrenos? Para Cocampo, «las fincas de frutales y en particular las citrícolas son las más caras debido a su rentabilidad. Tienen mucha más producción por hectárea que cualquier otro cultivo. Otro caso aparte son los invernaderos, pero suelen ser explotaciones de una dimensión mucho menor. El cultivo de la trufa es más complicado. A pesar de su alto precio, las producciones son muy bajas». 

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