El mapa para encontrar los radares 'invisibles' de la DGT

Los nuevos terminales que controlan la velocidad en las carreteras de Castellón y toda España resultan indetectables

Cartel que anuncia la presencia de un radar en la avenida de València de Castelló

Cartel que anuncia la presencia de un radar en la avenida de València de Castelló / GABRIEL UTIEL

R. Franco

La Dirección General de Tráfico (DGT) se ha propuesto que los conductores respeten los límites de velocidad establecidos en la red de carreteras. Para ello, la DGT lleva a cabo una exhaustiva campaña de control de aquellos tramos en los que se ha detectado que se supera la velocidad máxima permitida, también en la provincia de Castellón. Además de los radares fijos señalizados y de los móviles que se instalan en puntos concretos, la DGT lleva meses haciendo uso de otros nuevos terminales que resultan indetectables.

Radares fijos en Castelló

En la ciudad de Castellón funcionan desde octubre tres radares fijos que multa a los conductores que circulan por encima de los 60 kilómetros por hora en la ronda Norte (a la altura del Auditorio), la ronda Sur (en la zona de Salera) y la avenida de València (en los alrededores de la ITV). El Ayuntamiento de Castelló cntempla multas de entre 100 y 600 euros.

Pero a diferencia de los situados en las rondas de la capital de la provincia, fijos, la DGT utiliza en las carreteras de Castellón los nuevos radares Veloláser. Aunque se trata de radares 'invisibles', una conocida red de usuarios ha elaborado un mapa en el que se los localiza en toda España. Estos nuevos radares son extremadanamente eficaces a la hora de cazar infractores porque no hay forma de adivinar que están ahí y por tanto de aminorar la marcha justo antes de su posición.

¿Cómo son los nuevos radares invisibles?

Miden menos de 50 centímetros y pesan unos 3 kilos y disponen de multitud de soportes que les permiten anclarse a coches, motos, guardarraíles, señales de tráfico o pequeños trípodes. Esta es una de sus características básicas. De tamaño muy reducido y acoplables a muchos soportes para pasar desapercibidos. Ya no hacen falta grandes cajas al lado de la carretera ni paneles en los que colgar los radares. Ahora estos radares pueden estar pegados al guardarraíl.

Además de su camuflaje, los radares invisibles son totalmente modulares y móviles. Tienen conexión inalámbrica con la patrulla de tráfico que los está empleando y sus baterías garantizan una autonomía aproximada de 5 horas. De esta forma, los agentes reciben a distancia y en su tablet, todas las fotografías que el Velolaser está realizando en un determinado punto. Además, ante cualquier fallo de conexión, las infracciones quedan registradas en una tarjeta SD incorporada en el propio dispositivo, así que no hay escapatoria.

Dónde están estos radares