ECONOMÍA

Tijeretazo de Hacienda al alza de las pensiones: 3.000 jubilados de Castellón pagarán 1.200 euros más

El fisco se quedará con parte de la subida y el mayor golpe será para los que más cobran

Un grupo de pensionistas descansa en los bancos de un parque público.

Un grupo de pensionistas descansa en los bancos de un parque público. / EMILIO FRAILE

Elena Aguilar

Elena Aguilar

Castellón

El 2023 llegó con un pan debajo del brazo para las algo más de 130.000 personas que en Castellón cobran una pensión. El 1 de enero entraba en vigor el aumento del 8,5% de estas prestaciones, en función de la fórmula en la que se tiene en cuenta el IPC para evitar la pérdida de poder adquisitivo de un colectivo cada vez más numeroso y que en España está integrado por 10 millones de ciudadanos. Pero además de los pensionistas, Hacienda también va a sacar tajada de la revalorización y los asesores fiscales estiman que, en el caso de la pensión máxima, el hachazo superará los 1.200 euros.

De los 130.000 pensionistas que se contabilizan en la provincia, 3.016 perciben la paga máxima que establece la ley, es decir, 3.058 euros mensuales (42.800 euros al año si se multiplica por 14 pagas). Y aunque este año su pensión ha crecido un 8,5% (en 2022 la nómina máxima era de 2.819 euros) en realidad el dinero de más que llegará cada mes a su bolsillo no serán 239 euros, sino 151. ¿El motivo? Hacienda se quedará en concepto de retenciones con el 37% de la subida de la pensión.

El Registro de Asesores Fiscales (Reaf) pone el ejemplo de un jubilado de 70 años que vive solo y cobra la pensión máxima. La retención fiscal para estos pensionistas pasará de los 8.291 euros en 2022 a los 9.533 este 2023. O lo que es lo mismo: 1.242 euros más.

Y , ¿quién cobra en la provincia una pensión tan elevada? Pese a que no hay un perfil concreto, la mayoría de quienes están en esa élite son funcionarios ya jubilados y también profesionales del sector servicios (muchos procedentes del área de la banca) con una larga trayectoria laboral y una base de cotización alta. 

Exentos de la declaración

Lógicamente, los pensionistas que reciben una paga más alta son los que soportarán una mayor carga fiscal, pero habrá otros miles a los que también les tocará pagar más a Hacienda. Así, en el caso de un jubilado que, tras la subida que entró en vigor en enero, percibe unos 1.500 euros al mes (unos 26.000 brutos al año) podría aportar unos 650 euros más.

Aunque a miles de pensionistas les va a tocar rascarse el bolsillo, a efectos del impuesto sobre la renta hay dos grandes tipos de beneficiarios de esta prestación. Los que no pagan por no llegar al mínimo exigido (22.000 euros brutos y en el caso de que la pensión sea el único ingreso) y los que sí abonan el tributo, que es sobre los que recaerá el alza. En el caso de que el pensionista tenga varios pagadores, tampoco tiene obligación de hacer la declaración si la suma de las cantidades percibidas por el segundo (y siguientes) pagadores no superan los 1.500 euros.

El fisco se va a llevar su parte con el incremento de las pensiones y, a nivel nacional, el Ministerio de Hacienda estima que recuperará con el IRPF unos 2.400 millones de los casi 14.000 que costará revalorizar durante este año. 

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