ECONOMÍA

La Iglesia recauda 3,5 millones de euros en Castellón por la casilla de la Renta

Casi 95.000 contribuyentes de la provincia marcan la equis en 2022, un 8% más que el año anterior

Celebración de un acto religioso en la basílica del Lledó de Castelló, en una imagen del mes de diciembre del año pasado.

Celebración de un acto religioso en la basílica del Lledó de Castelló, en una imagen del mes de diciembre del año pasado. / MANOLO NEBOT ROCHERA

Elena Aguilar

Elena Aguilar

La Iglesia hace años que vive inmersa en una doble crisis: la de vocaciones y la de sacramentos. Cada vez hay menos seminaristas, sacerdotes y monjas y también cada vez es más baja la cifra de bautizos, comuniones o matrimonios. Sin embargo, cada año recauda más gracias a las asignaciones a favor que los contribuyentes realizan en el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF). En la campaña del 2022, con datos referentes al ejercicio fiscal del 2021, Castellón aportó 3,46 millones de euros, un 8% más que un antes. 

Los datos facilitados por la Diócesis de Segorbe-Castellón revelan que el año pasado fueron 94.839 los contribuyentes de la provincia que marcaron la casilla de la Iglesia en la declaración de la Renta, 877 más que en 2021, un ejercicio en el que fueron 93.962. Esos casi 95.000 suponen el 30,96% de los declarantes y cada uno aportó una media de 36,5 euros. No obstante, las cifras también esconden otra derivada no tan positiva: cada vez menos contribuyentes marcan la casilla (en 2021 lo hicieron el 31,55%), algo que se explica por el aumento consolidado del número de declarantes.

Si en Castellón la recaudación de la Iglesia vía IRPF va a más, en el conjunto nacional la tendencia es la misma. La jerarquía católica recaudó algo más de 320,7 millones de euros, la mayor cifra de la serie histórica que ofrece la Conferencia Episcopal Española (CEE), que sitúa el número de declaraciones con asignación positiva en 7,4 millones, otro récord. 

Las estadísticas de la Conferencia Episcopal revelan también las grandes diferencias que existen entre provincias y entre comunidades autónomas. Así, mientras que en Castellón el porcentaje de contribuyentes que marca la casilla de la Iglesia roza el 31%, en Ciudad Real la cifra es del 51,62% y en Jaén supera el 43%. Por regiones, Castilla-La Mancha, la Rioja y Extremadura se sitúan por encima de la media. En la Comunitat Valenciana la recaudación ascendió a 27,3 millones de euros. 

Una caja única

Que en Castellón la asignación tributaria ya sido de 3,46 millones de euros no significa que todo este dinero vaya directamente al obispado de la diócesis. La CEE funciona con una especie de mecanismo de solidaridad que permite que las diócesis que se encuentran en provincias con rentas altas como Madrid, BarcelonaSevilla o Málaga ayuden a sostener a las de la España despoblada. «Es un auténtico mecanismo de comunión eclesial de recursos que permite mantener la acción pastoral en lugares en los que, de otro modo, sería casi imposible», explican.

La asignación tributaria supone como media el 22% de la financiación de las diócesis. Eso significa, según los obispos españoles, una progresiva mejora de su capacidad de financiación propia por otras vías al margen de la declaración de la renta, entre ellas, el aumento de las colectas propias o el trabajo de las oficinas de sostenimiento en las diócesis. 

Una cuota del 0,7% del impuesto que puede compartirse con fines sociales

La casilla 105, llamada de Asignación a la Iglesia Católica, es la casilla que Hacienda pone a disposición de los contribuyentes por si quieren destinar el 0,7% de sus tributos al sostenimiento económico de la Iglesia. Tras ella, está la casilla 106, llamada de Asignación a actividades de interés social, es decir, a organizaciones no gubernamentales. Y es la Agencia Tributaria pone a disposición de los usuarios para destinar el 0,7% de sus impuestos a fines sociales.

Los contribuyentes pueden elegir cualquiera de las dos, aunque también existe la opción de marcar ambas, en cuyo caso tanto la Iglesia como las distintas actividades de interés social recibirán cada una un 0,7%, por lo que la asignación tributaria ascenderá a un 1,4% de la cuota.

Y, ¿qué pasa si uno no quiere destinar nada de su dinero ni a la Iglesia Católica ni a fines sociales? Esa es una opción que también existe y, en ese caso, hay que dejar ambas casillas en blanco. El dinero, este caso, se asignará a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) con destino a fines generales. (L. Gutiérrez)

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