Estos son los municipios favoritos de los jóvenes para vivir

Castellón lidera la compra de vivienda joven en el interior despoblado

El 42% de ayudas para que menores de 35 años adquieran su vivienda habitual es en estas zonas, y es la cuota más alta de la Comunitat. Cada beneficiario recibirá de media casi 7.000 € pero el abanico va de 1.000 a 10.800 por solicitud

Jóvenes beneficiarios de ayudas a la compra de vivienda.

Jóvenes beneficiarios de ayudas a la compra de vivienda. / Ortí

El plan Compra Joven lanzado por la Conselleria en arreglo al Plan Estatal de Vivienda 2022-2025, ha tenido hasta ahora una mayor repercusión en Castellón en cuanto a que la cuota de jóvenes menores de 35 años que han elegido comprar una vivienda en municipios considerados en riesgo de despoblación es la mayor de la Comunitat. Si los beneficiarios que optan a ayudas económicas de hasta 10.800 euros pueden optar a adquirir su inmueble habitual en localidades de población igual o inferior a 10.000 habitantes, del total de solicitudes ya aprobadas (24 en Castellón), un 42%, casi la mitad (10), corresponden a pueblos que se han baremado con más puntuación --ver infografía adjunta-- al estar incluidos «en la lista del 2022 de la Agenda Valenciana Antidespoblación (AVANT) que la forman municipios del Fondo de Cooperación Municipal para la lucha para evitar perder población estable».

Los municipios favoritos

El grueso de los jóvenes que han dado el paso de establecer su lugar fijo de residencia en pueblos pequeños, generalmente de donde son oriundos, se vincula con la zona del interior de Castellón, con las comarcas, entre otras, de Els Ports (como por ejemplo Morella, la Todolella, Villores o Cinctorres), aunque también del Alto Palancia (Segorbe, Altura o Jérica). Pero también hay otros enclaves situados en la costa, como es el caso de Moncofa o Alcalà de Xivert

Municipios donde los jóvenes beneficiarios de ayudas han decidido comprarse una vivienda habitual.

Municipios donde los jóvenes beneficiarios de ayudas han decidido comprarse una vivienda habitual. / Mediterráneo / Gabriela Espinosa

Alicante y Valencia

En el caso de la provincia de Valencia, de 135 peticiones que se han resuelto a favor, son 26 las ubicadas en esos municipios en situación crítica a la hora de tener más probabilidad de perder habitantes, lo cual supone una cuota del 19%. Y a la cola se sitúa Alicante, donde del conjunto de subvenciones concedidas para la compra de viviendas por parte del colectivo juvenil, de 42, solo cinco corresponden a pueblos en riesgo de extinción (12% de peso).

En el caso de Castellón, se habían llegado a pedir 38 solicitudes (y de ellas 17 para zonas de despoblación), pero no todas han sido aprobadas; únicamente 24 --en Valencia se habían solicitado 93 y en Valencia, 228, pero se han desestimado por distintos condicionantes de las bases que no se cumplían o necesitaban aclarar o aportar alguna documentación».  

Un presupesto de 164.800 euros

El importe total que por ahora se ha destinado a pagar a castellonenses beneficiarios asciende a 164.480 euros, con ayudas de cuantía media por cada comprador de casi 7.000 euros, si bien se han dado casos de receptores de un mínimo de 1.000 euros hasta el máximo que se puede otorgar, que también los hay en Castellón, de 10.800 euros. En concreto, es esta cifra porque el límite que se ha fijado es el 20% del precio de adquisición, siempre y cuando sea inferior a 120.000 euros. «Esta cantidad sirve para afrontar los gastos iniciales de la compra (gestoría, notario, aranceles e impuestos) y dependerá del precio final», indicaron desde la Generalitat.

Edad de emancipación

El objetivo de estos incentivos económicos es, valga la redundancia, según indican desde el Ministerio, «reducir la alta edad de emancipación en España, y por ello tanto las Administraciones nacionales como las autonómicas están ofreciendo ayudas a los jóvenes españoles para que puedan tener más facilidades para adquirir una casa

Mario (Morella): «Siempre he tenido claro que quería vivir aquí»

Mario, en Morella.

Mario, en Morella. / Ortí

Mario Martí, administrativo, tiene 31 años y nació en Morella, donde reside actualmente y donde quiere quedarse. «Siempre he tenido claro que quería vivir en el pueblo, cerca de los míos. Por eso tomé la decisión de comprarme aquí mi casa. Esos son los motivos por los que he solicitado las ayudas de Compra Joven. He tenido la suerte de encontrar un trabajo estable y eso es lo que me ha animado a dar el paso de la compra», apunta.

¿Qué ventajas tiene vivir en un pueblo de interior? «Pues la tranquilidad, vivir sin el estrés de la ciudad. La posibilidad de ir al trabajo andando o estando a pocos minutos y evitar coger el coche y conducir largas distancias. Y puedes disfrutar del campo a pocos minutos de casa», añade. Como inconvenientes ve «la limitación de servicios, sobre todo, los sanitarios; y la escasez de viviendas a un precio digno, que hace que muchos jóvenes se vean obligados a irse por no poder permitirse vivir en el pueblo». «Estoy muy contento por la ayuda. Es importante el apoyo institucional a nuestra generación para poder independizarnos», dice. Morella tenía 2.475 habitantes en el 2022, 69 nuevos en un año. El máximo, 2.797, se dio en 1996. Informa. Javier Ortí.

Paula (Villores): «Me encanta estar rodeada de naturaleza»

Paula y su casa adquirida en Villores.

Paula y su casa adquirida en Villores. / Ortí

Paula Blasco, maestra, tiene 30 años y nació en Castellón. Es una de las beneficiarias del Plan de Compra Joven de viviendas. «Actualmente vivo en Castellón, pero paso largos periodos de tiempo en Villores, donde me siento muy bien», comparte. «Me encanta estar rodeada de naturaleza y disfrutar con la gente del pueblo. Todo es mucho más familiar que en las ciudades. Decidí comprarme la casa porque quiero seguir pasando tiempo en el pueblo. Tener mi espacio y un lugar donde sentirme bien en el lugar que quiero es algo que no tiene precio», manifiesta. Las principales ventajas de vivir en Villores son «la proximidad de las personas, la naturaleza, la tranquilidad y el ambiente saludable», añade. ¿Y los hándicaps? «Pues la falta de servicios como puede ser un hospital y el transporte a demanda», expuso. «Mi situación laboral no me permite aún establecerme en un lugar fijo mucho tiempo pero me encantaría ser maestra rural y espero serlo bien pronto. MI familia está en Castelló pero siempre me ha tirado mucho Villores, desde pequeña, y me involucro en sus actividades», añadió. Villores cuenta con 53 vecinos, 7 más en un año. Su máximo fue de 72, en 1996. Informa: Javier Ortí

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