Las bajas laborales crecen a cifras récord en Castellón tras la pandemia

El Banco de España acaba de emitir un informe en el que alerta del incremento hasta cifras récord de las solicitudes de atención sanitaria y de las bajas laborales en España por razones que, según el propio estudio, están todavía por determinar. Es una situación a la que Castellón no es ajena, con un crecimiento en el número de procesos de Incapacidad Laboral Transitoria (ILT) del 36% en el último año frente a los números de 2021. Según las estadísticas que maneja la Seguridad Social, la provincia sumó en 2022 un total de 58.224 bajas por enfermedad común, mientras que en el ejercicio precedente, en plena pandemia de coronavirus, el dato se quedó en 42.461 y en 2020, cuando el covid azotó con la mayor intensidad fue incluso menor y se situó en los 35.290 casos.

Entre las consecuencias cuantificables de lo que también se denomina absentismo laboral, justificado por una patología que puede ser de muy diversa índole, se halla la pérdida de jornadas de trabajo, ya que estas bajas se corresponden siempre con personas que desempeñan un empleo y cotizan a la Seguridad Social, condición indispensable para poder acogerse a la ILT remunerada.

Los días perdidos crecen menos

Esa pérdida alcanzó los 703.010 días en 2022, con una tendencia al crecimiento mucho más moderada que el de las bajas en términos absolutos, de apenas el 11,3%. Esto es así porque la duración de los procesos de Incapacidad Laboral Transitoria registrados en Castellón se ha reducido, al pasar de 67,3 en el ejercicio de 2020, a 60,8 en el año siguiente y, por último, bajar a 49,6 en 2022.

En cuanto a la incidencia media por cada mil trabajadores protegidos, el indicador que da la idea más precisa de la tendencia vigente, el alza es también muy elevada, del 33% en términos relativos, ya que pasa de 16,68 a 22,20 (en 2020 fue de 14).

Sin embargo y a pesar de esta escalada, esa incidencia es la más baja de la Comunitat Valenciana, claramente superada por la situación que viven en las provincias de Valencia y Alicante.

Si esa es la radiografía en el caso de los trabajadores protegidos por el sistema de la Seguridad Social, en el ámbito de los autónomos la tasa es muchísimo más baja, con apenas 7,59 procesos de ILT mensuales por cada mil. Sin embargo, la duración del tiempo que pasan sin trabajar es mucho mayor, de 114,28 días de promedio.

La razón es que resisten en mucha mayor medida los síntomas de las patologías y, en muchas ocasiones, eso incrementa su gravedad y requiere un periodo más prolongado para la curación.

Otro capítulo que se suma a estos dos, el de menor volumen, es el de enfermedades profesionales, que se limitaron a 629, con una duración media de 18,44 días. 

Menos prevención

A pesar de que el Banco de España está a la espera de que se identifiquen de forma razonada las causas del intenso alza de las interrupciones del desempeño del trabajo debido a enfermedades comunes, desde Comisiones obreras (CCOO), el secretario general del sindicato en Castellón, Albert Fernández, valora que en ningún caso se trata de que los trabajadores hayan optado el absentismo de forma voluntaria, ni de que los médicos concedan más bajas porque sí.

Fernández considera que «después de los años de pandemia, en los que la población ha estado aislada de posibles contagios de virus de todo tipo, desde el covid hasta la gripe, este invierno ha sido de desprotección, al dejar las mascarillas, ante este tipo de enfermedades, que han irrumpido con fuerza, aumentando los casos de ILT» que, sin embargo, han sido más breves. El responsable de CCOO recuerda, además, que las enfermedades profesionales están infracontabilizadas.

Suscríbete para seguir leyendo