La precampaña entra en la Diputación de Castellón con un agrio debate sobre el aeropuerto

PSPV y Compromís defienden la cesión de los terrenos al Consell para su desarrollo y el PP anuncia acciones legales para revertir «un regalo» a la Generalitat valenciana

El presidente de la Diputación, José Martí, con los populares Marta Barrachina y Salvador Aguilella, en primer plano.

El presidente de la Diputación, José Martí, con los populares Marta Barrachina y Salvador Aguilella, en primer plano. / Javier Vilar

Maribel Amoriza

Maribel Amoriza

Desde la reivindicación implícita de Carlos Fabra como impulsor del aeropuerto de Castellón hasta declaraciones lapidarias como que la jornada de este martes quedará para la historia como un «día negro» para la provincia, pasando por el recordatorio de que la Generalitat es de todos y no una potencia extranjera, son elementos que surgieron en el pleno ordinario de marzo de la Diputación en torno a la «mutación demanial» de los terrenos de la infraestructura de Vilanova d’Alcolea, finalmente aprobada por mayoría.

Esta expresión, un tecnicismo, quiere decir según explicaron el presidente socialista José Martí y el portavoz de Compromís, Ignasi Garcia, que la institución cede la titularidad de todos los terrenos del aeropuerto a la administración autonómica, que es la propietaria y la que gestiona en este momento Aerocas, con el fin de que pueda impulsar el desarrollo de la infraestructura como polo industrial y logístico, con iniciativas como los ciclos de FP en aeronáutica.

Eso sí, la cesión permanecerá siempre que no se modifique el uso de la tierra y sin posibilidad de enajenarla, es decir, venderla.

También significa, en palabras esgrimidas por la diputada provincial popular Mª Ángeles Pallarés o la portavoz del PPCS, Marta Barrachina, «regalar los terrenos del aeropuerto» en lo que definió como «la mayor despatrimonialización de la institución» y efecto de «acatar las órdenes de Puig».

La sombra del 28-M

Después de que este punto del orden del día --motivó una tensa junta de portavoces y retrasó el inicio de la sesión-- se mantuviera al denegarse la petición del PP y se aprobara, el debate derivó en un enfrentamiento poco frecuente en los últimos meses, marcado por la cercanía de unas elecciones municipales --y autonómicas-- del 28 de mayo que se esperan muy reñidas y en las que el Gobierno de la Diputación volverá a depender de un número limitado de votos.

La situación llevó a que José Martí interviniera para abundar en los argumentos esgrimidos por el diputado de Hacienda, Santiago Agustí, y tratar de rebajar el tono.

Martí pidió al PP que recapacitara, ya que la cesión de las 540 hectáreas del total del complejo del aeropuerto de Vilanova es «demanial». «Traspasamos la titularidad solo para permitir el desarrollo de la infraestructura a la Generalitat, que es quien tiene las competencias y está invirtiendo muchísimo dinero», dijo. El presidente preguntó: «¿Qué pasa, que la Generalitat no es nuestra?», para responder: «Es nuestra y de todos, en vez de un día negro (como lo definió Pallarés) es un día importante para nuestra provincia».

En el capítulo de ruegos y preguntasBarrachina dijo las últimas palabras sobre el tema: «En marzo de 2011 un presidente de la Diputación (Carlos Fabra) inauguró el aeropuerto y hoy otro presidente regala sus terrenos».

La tensión de precampaña se dejó ver también al abordar el despacho extraordinario, cuya urgencia votó en contra el PP al entender que el punto del plan de subvenciones se había incluido tarde. Martí defendió que solo se hizo para que muchas asociaciones de la provincia puedan recibir las ayudas lo antes posible. 

Suscríbete para seguir leyendo