REPORTAJE DEL DOMINGO

Castellón, territorio de la ‘pedra en sec’

La provincia atesora multitud de construcciones, algunas de ellas visitables o protegidas, desarrolladas con la técnica ancestral declarada patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Unesco

La provincia de Castellón atesora numerosas estructuras desarrolladas con la ‘pedra en sec’.

La provincia de Castellón atesora numerosas estructuras desarrolladas con la ‘pedra en sec’. / GVA

Iván Checa

Iván Checa

Castellón es territorio de la piedra seca. La provincia atesora multitud de construcciones desarrolladas a partir de la técnica ancestral que, a grandes rasgos, consiste en encajar piedras sin recurrir a argamasa u otros materiales. Todo un arte que dio pie a una arquitectura tradicional y de origen popular.

El sistema surge en el mundo rural, por lo que muchas de las estructuras tienen un uso relacionado. De hecho, según los materiales de la Conselleria de Cultura, después de siglos de construcciones, algunas de estas zonas han sido modificadas por la gran presencia de estructuras de piedra seca, de forma que se ha modelado el entorno pasando a denominarse paisajes de piedra seca, «espacios que destacan por sus valores históricos, ecológicos y estéticos».

Tal es su valor que la Unesco declaró la técnica de la piedra seca patrimonio cultural inmaterial de la humanidad en el 2018. Una protección que abarca a España, pero también a otros países con tradición como Croacia, Chipre, Francia, Grecia, Italia, Eslovenia y Suiza.

Y es que las estructuras son diversas y resultan únicas por si mismas, ya sea por el tipo de piedra utilizado y el estilo que le aporta o el método que sigue el «paredador».  

Castellón, territorio de la ‘pedra en sec’

Castellón, territorio de la ‘pedra en sec’ / GVA

Múltiples usos

Otra cuestión es el uso, que marca el tipo de construcción. Las paredes y los márgenes son frecuentes, sobre todo para permitir el cultivo en zonas de montaña mediante los conocidos como bancales. La propia Unesco pone en valor que estos muros «desempeñan un papel esencial en la prevención de corrimientos de tierras, inundaciones y avalanchas, en la lucha contra la erosión y desertificación de terrenos, en la mejora de la biodiversidad y en la creación de condiciones microclimáticas propicias para el ejercicio de la agricultura».

Ahora bien, también existen otros ejemplos de construcciones más avanzadas como las barracas o casetas para refugio de los trabajadores del campo y el almacenamiento de útiles de labranza. Por otro lado, están los corrales para animales alzados solo con piedra seca o algunos puentes. Otro uso catalogado es el dedicado a las infraestructuras hidráulicas, con pozos, fuentes o incluso norias que permiten subir el agua para destinarla a regadío.

El sistema surge a consecuencia de la necesidad existente por la propia naturaleza del terreno para poder cultivar

«La piedra seca es consecuencia de la necesidad que había por la propia geología, ya que el terreno calcáreo hacía que muy habitualmente el terreno fuera muy poco productivo, por lo que se requerían movimientos para reordenar la piedra y poder cultivar», detalla Julio Monfort, coautor de una de las publicaciones existentes sobre la piedra seca y estudioso de la materia. 

«El desarrollo de este tipo de construcciones no es constante, ya que era más frecuente cuando la penuria obligaba a cultivar la tierra o desarrollar la ganadería para alimentarse», matiza Monfort, incidiendo en los vaivenes en la práctica durante la historia.

Extensa muestra

Una extensa muestra de todos estos usos se puede encontrar recorriendo la provincia de Castellón. La Conselleria de Cultura dispone de un catálogo con todas las construcciones que disponen de la protección de bien de relevancia local o de bien de interés cultural, si bien las estructuras existentes en este entorno resultan miles.  

Presencia de piedra seca

Presencia de piedra seca / MEDITERRÁNEO

Por zonas, todo el entorno de Els Ports y el Maestrat es el de mayor concentración de piedra seca, si bien destaca también la franja interior de la provincia o, incluso, los municipios más al norte del litoral de Castellón.

Muestra de ello es la localidad en Vilafranca, que dispone del Museu de la Pedra en Sec, un espacio que desde el 2006 pone en valor la técnica: «Es un centro de interpretación que ha servicio para que la gente del pueblo y la que viene de fuera pase de ver un paisaje lleno de piedra a conocer el valor de este sistema», explica el técnico de Turismo de la localidades, Guillem Monferrer.

«La gente se queda sorprendida por el paisaje tan lleno de piedra seca que tenemos en esta zona y el museo, de alguna manera, anima a recorrer este entorno», añade.

Rutas por el paisaje

La población, de hecho, plantea tres rutas por los caminos de piedra de escasa dificultad, cada una de ellas centrada en un uso distinto de las construcciones. En alguna temporada incluso ha cabido la posibilidad de realizar una visita guiada teatralizada.

La primera discurre por el Pla del Mosorro, centrada en el entorno ganadero, donde en poco espacio se pueden ver multitud de paredes de piedra, refugios para los pastores o corrales.

La segunda se encuentra en la Parreta y se ubica en un bosque mediterráneo de carrascas, robles y pinares, donde se puede apreciar la forma en la que se realizaba antaño la extracción de madera. 

La tercera opción se centra en el entorno de Les Virtuts, una de las zonas en las que hay más cantidad de construcciones de piedra seca del municipio, pero también donde están construidas con más perfección y donde se conservan mejor en la actualidad. 

Castellón, territorio de la ‘pedra en sec’

Castellón, territorio de la ‘pedra en sec’ / GVA

Ahora bien, pese a la riqueza del uso de esta técnica que se da en Vilafranca, los ejemplos se pueden encontrar por toda la provincia: refugios en Sant Jordi, la Caseta de Volta de Portell de Morella, corrales en Eslida, el pozo de la Font d’en Llor de Cabanes o las barracas en Tírig, otra de las poblaciones a tener en cuenta en la ruta para descubrir la piedra seca dada su gran tradición.

Todo este patrimonio tiene su representación en el ámbito académico a través de diversas publicaciones y estudios. Vilafranca lanzó la suya propia titulada Els homens i les pedres. Otras publicaciones surgen a partir de congresos internacionales dedicados en exclusiva a la cuestión, teniendo en cuenta en ellos la relevancia que tiene la zona del Maestrat y Els Ports en el caso de Castellón.

El futuro

«La protección de la piedra en seco depende de cómo se mantenga en el tiempo el conocimiento de la técnica constructiva», defiende Monfort más allá del reconocimiento brindado por parte de la Unesco. 

El estudioso se muestra optimista en este sentido y asegura que «no abunda la gente que conoce cómo hacerlo, pero no ha desaparecido y hay gente que continúa utilizándola, al menos la suficiente para garantizar la transmisión de generación a generación».

La transmisión del método sigue viva por ahora aunque piden potenciar la formación a la administración

Monfort, eso sí, incide en que la administración debería potenciar la formación sobre la técnica, respaldando así la continuidad de la piedra seca.

De hecho, en estos momentos se erige también como «un activo turístico» para las zonas rurales como la mencionada Vilafranca, Tírig o Albocàsser.

La piedra seca también se abre hueco en la arquitectura más actual. Cada vez resulta más frecuente su uso en fachadas y muros, sobre todo en edificaciones del interior, tanto para rehabilitaciones como para nuevas construcciones.

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