los establecimientos bajan la persiana antes por las picaduras

La voraz plaga de mosquitos obliga a cerrar bares y locales en Castellón

La patronal hostelera reclama un plan urgente porque este problema «perjudica» al turismo

Dueños de chiringuitos del Grau y Benicàssim avisan de que no pueden arrancar la temporada

El chiringuito Solé del Grau ha colgado un cartel informativo para que los clientes sepan que han tenido que modificar su horario por la plaga de mosquitos.

El chiringuito Solé del Grau ha colgado un cartel informativo para que los clientes sepan que han tenido que modificar su horario por la plaga de mosquitos. / ERIK PRADAS

Eva Bellido/ Sara Rios

A menos de dos semanas del arranque del verano, la provincia de Castellón está sufriendo una voraz plaga de mosquitos que está generando numerosas quejas vecinales en municipios del litoral, como informó Mediterráneo, pero también provocando verdaderos quebraderos de cabeza a sectores como la hostelería.

Tras las lluvias de mayo y el incremento de las temperaturas, el estallido de estos molestos dípteros están generando problemas en bares, chiringuitos y restaurantes de la zona marítima, que se ven obligados a cerrar antes de su horario habitual por la «nube de mosquitos» que ahuyenta a los clientes.

El vicepresidente ejecutivo de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Castellón (Ashotur), Luis Martí, mostró ayer la preocupación del sector por esta problemática y exigió a las administraciones «una solución inmediata». «Esta molestia perjudica claramente la buena evolución de la campaña turística», advirtió Martí, quien en diversas ocasiones ha insistido en la necesidad de evitar que el destino Castellón se asocie a los mosquitos por la pérdida de visitantes que esta circunstancia puede conllevar cara a la época estival.

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Llamamiento de los hosteleros

Y es que los testimonios de los hosteleros no deja lugar a duda de los problemas que la plaga ocasiona. El responsable del chiringuito Solé del Grau, Enrico Grossi, explicó que el pasado martes «la situación fue muy grave, porque uno de los empleados casi acaba en shock anafiláctico por una reacción alérgica muy fuerte y problemas de respiración, con toda la cara llena de bultos por las picaduras». «La cocinera también tenía el cuello reventado lleno de bultos y le era imposible preparar la comida. Yo también tengo la espalda llena de picaduras. Tuvimos que cerrar a las 20.00 horas con el local vacío», relató Grossi.

«Hemos decidido que hasta que se resuelva el problema cerraremos a las 20.00 horas y esperamos que pronto se adopten soluciones porque es inútil adelantar la temporada si luego no se puede prestar servicio», señaló.

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Por su parte, Filippo Giunta, propietario del Rototom (Solé es el chiringuito oficial del festival) indicó que este sábado había programado un espectáculo, un tributo a Bob Marley, pero han decidido anularlo todo.

En esta misma línea, el propietario del chiringuito La Playa del Grau, Green Wave Benicàssim y Maya Benicàssim, Juan Juan Lozano, remarcó que están pensando en «no inaugurar nuestro chiringuito La Playa hasta que no se solucione el tema. Estamos montando para abrir el sábado, pero veremos. La situación es de emergencia total. A las 20.00 horas directamente no se puede salir de casa». «Nuestros chiringuitos de Benicàssim, a las 20.00 horas, hubo que cerrarlos, Green Wave y Aqua (que es de la familia), en la playa Heliópolis, se vaciaron directamente a esa hora, no hizo falta decirlo, la gente se fue por las picaduras y cerramos».

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RDM

«Alguien tiene que actuar urgentemente como medida de emergencia porque sino no se va a poder abrir ninguna terraza en toda la costa», afirmó Juan.

 «Hace dos años estuvimos en una situación parecida, y pasaba lo mismo, en cuanto llega la nube de mosquitos es insoportable y la gente textualmente tiene que salir corriendo, de hecho se paró una actuación que teníamos en marcha, hace dos veranos, en el chiringuito La Playa del Gurugú por las picaduras a los músicos y al público», recordó Juan.

De igual modo, el encargado de la Pizzería Etrusquino de Benicàssim, Óscar Pérez, lamentó que muchos clientes tuvieron el pasado martes por la noche que marcharse sin terminar de cenar. «Esto es indecente, nos picaron había un montón de mosquitos».

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