Ya son cuatro las denuncias ante la Fiscalía contra el delegado sindical de Comisiones Obreras (CCOO) en el Hospital Provincial, Amalio Palacios, por supuesto acoso laboral contra trabajadores de este centro hospitalario. La nueva denuncia, que ha sido admitida también a trámite por el Ministerio Público, la ha formulado un prestigioso oftalmólogo de Castellón ya jubilado.
El reconocido médico sostiene que tanto él como sus compañeros del banco de ojos, servicio fundamental en los trasplantes de córnea, fueron víctimas de este acoso por sus horarios y método de trabajo. «La actitud de Palacios siempre fue contraria hacia nosotros y nuestra forma de funcionar, ocasionalmente, cuando se le ocurría publicaba carteles en los que sin mencionar nombres ni apellidos, pero claramente dirigidos a nosotros ponía en duda la honorabilidad profesional y la legalidad de nuestra forma de funcionar», denuncia este oftalmólogo.
«Intentaba hacer ver que nuestra situación era de privilegio y que había un agravio comparativo con el resto de personal facultativo, que no cumplíamos el horario legal», detalla.
"Daño personal y desprestigio"
«Nunca hubo una denuncia explícita, formal, de la que nos pudiéramos defender, y tanto la administración, como el resto de sindicatos, incluso sus compañeros de CCOO nos decían que eran cosas suyas, que no tenían recorrido legal y que se le pasaría, nos aconsejaban paciencia, pero sembraba la duda y el daño personal ya estaba hecho, además del desprestigio y descrédito», lamenta el médico.
Por tanto, la denuncia formulada por este facultativo ya jubilado se suma a las otras tres en marcha. Ahora el Ministerio Público, una vez concluya las pesquisas, deberá pronunciarse sobre si archiva el caso o, por el contrario, aprecia indicios constitutivos de delito y lo judicializa, realizando la correspondiente denuncia.
Vía administrativa
De forma paralela, por vía administrativa, a instancias de la Conselleria de Sanitat, se encuentra abierto un expediente informativo contra Amalio Palacios por las tres primeras denuncias de las trabajadoras que ponen el foco en el trato presuntamente recibido por Palacios, el cual se califica en los diferentes escritos como «agresivo» o «humillante».
Todo este controvertido asunto saltó cuando las dos primeras denunciantes presentaron su dimisión de la Comisión de Igualdad, de la que Amalio Palacios ostenta el cargo de presidente.