Toni Solano, director del IES Bovalar de Castelló y catedrático de Lengua y Literatura, acaba de publicar el ensayo titulado ‘Aula o jaula: La Escuela en tiempos convulsos. Reflexiones de un profesor vocacional’ a partir de su larga trayectoria como docente en distintas etapas, también en la Universidad, y como formador
¿De dónde vino la idea de escribir este libro?
La idea ya estaba presente desde hace un par de años, quizá a partir de las reflexiones que surgieron tras la pandemia acerca del valor de la Escuela, del papel de las tecnologías y de la importancia de lo presencial. Creo que hay bastante desconocimiento sobre el sistema educativo, sobre el que se suele opinar con bastante ligereza dando respuestas simples a problemas complejos.
¿Qué pretende transmitir en él?
Es un libro con intención divulgativa que muestra una vista panorámica del sistema educativo para todos los que están fuera de él; en este sentido, he tratado de usar un tono cercano, huyendo de la jerga educativa. Por otro lado, es un texto en el que tomo posición ante los retos y cambios que debe afrontar la Escuela, una posición que admite debate y que seguro que no comparten todos mis colegas. Es un libro que recoge muchas críticas y denuncia graves carencias, pero que alberga también mucha esperanza en una escuela mejor.
¿A quién va dirigido?
Para todos aquellos a los que les interesa la educación, sean o no parte de la comunidad educativa. También a los medios de comunicación, que en ocasiones informan de manera sesgada acerca de un contexto que desconocen.
Usted, y su centro, está siendo un referente educativo, ¿a qué lo atribuye?
Llevo más de quince años con presencia en los medios educativos, primero en el mundo de los blogs y ahora en redes sociales. He tratado siempre de dar visibilidad a todas las buenas prácticas que se realizan en los institutos, al principio como profesor y ahora como representante del centro que dirijo. La clave de ser un referente se halla en algo tan sencillo como abrir las puertas de las aulas, un universo que, bajo mi punto de vista, sigue siendo demasiado opaco y cerrado a la comunidad educativa.
Al mismo tiempo, en redes sociales se aprecia un controvertido debate en torno a la forma de ver la educación con haters incluso respecto a su
persona ¿cree que tiene sentido?
Los docentes somos profesionales y seres humanos como lo son en cualquier otro oficio. Cada cual tiene su librillo y a casi nadie le gusta que venga otro a decirle que puede hacer las cosas mejor, y mucho menos que las hace regular o mal. Tampoco nos gusta vernos reflejados en ciertas caricaturas, sean ideológicas, políticas o incluso metodológicas. En las redes, el anonimato acentúa esa polarización y cada vez hay más cuentas que no aportan absolutamente nada en lo educativo, cuentas que solo viven del insulto y la descalificación, algo especialmente grave si los destinatarios de las burlas son los alumnos y sus familias. Como digo, no es un fenómeno exclusivo de nuestro ámbito.
«La pública está a cargo de grandes profesionales con mucho respeto por su oficio»
A las familias que les preocupa el futuro de sus hijos ¿qué les aconsejaría?
En primer lugar les pido confianza. La Escuela Pública está a cargo de grandes profesionales que tienen mucho respeto por su oficio. La gran mayoría son fieles cumplidores de los principios básicos que mueven a un docente: enseñar y respetar a los menores. En segundo lugar, comunicación frecuente y continua con el centro educativo. Es muy positivo tener a las familias al lado en el difícil proceso de educar.
¿Cree que la escuela pública debe inculcar valores y cuáles serían?
No utilizaría el verbo inculcar. La escuela pública debe promover y defender los valores democráticos, especialmente los que se relacionan con el respeto a la diversidad: sexual, ideológica, familiar, religiosa... Es importante destacar que esos valores nunca deberían suponer la negación de otros, lo que deja fuera esa presunta libertad para ser machista o xenófobo, por poner un par de ejemplos.
¿Cómo describiría la labor que se está haciendo en el IES Bovalar, cuáles son sus principios?
Precisamente tenemos un gran interés por defender esa diversidad que hace que la escuela pública sea de verdad una institución que no deja a nadie fuera. Somos conscientes de que muchos problemas sobrepasan nuestra capacidad de actuación, pero seguimos soñando con una escuela de calidad para todos. Es un proceso largo y complejo, pero ahí están las familias y alumnado de mi centro que pueden confirmar que los progresos son reales y que hay mucho trabajo de todo el profesorado detrás de cada pequeño avance.