CADA VEZ SE CELEBRAN MÁS SEGUNDAS NUPCIAS A LOS 45

La edad media para casarse en Castellón sube diez años en medio siglo

En 1976 las parejas se daban el sí quiero a los 25 años y ahora se retrasa hasta los 35

Uno de los dos cónyuges es extranjero en uno de cada cinco enlaces

Castellón

Los castellonenses se casan cada vez más tarde, con ceremonias variopintas y con un coste que se ha disparado en los últimos años por la inflación y cuya previsión para este 2024 es que se eleve de nuevo ligeramente, entre un 5 y un 8%. Si hace casi medio siglo, en 1976, los contrayentes primerizos se daban el sí quiero con una media de 25 años; ahora la media se sitúa en los 35, diez años más que por aquel entonces. Los hombres, ahora, rondan los 36 años, y las mujeres, 34; cuando a finales de los años 70 ellos estaban por los 27 y ellas, tenían apenas 24 años. 

Otro dato chocante, según consta en los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), es la edad media de los contrayentes: 37 años --es la provincia nº 33 del ranking nacional-- (39 ellos; y 36 ellas). Ello se debe a que esta cifra refiere todo tipo de enlaces, de modo que al incluir tanto aquellos que lo hacen por primera vez como las segundas nupcias, la edad se incrementa.  

Estas son las tendencias para 2024

Cristina García, responsable Comercial y de Eventos de Palasiet Thalasso Clinic & Hotel (Benicàssim), apuntó que observan dos perfiles: «los primerizos, más jóvenes, ya conviven y tienen entre 28 y 32 años, y vienen con antelación para reservar en 2025 ó 2026; y los que se casan por segunda vez tras una separación y vienen para ya, se adaptan a una fecha libre, y tienen más de 45 años. En ocho meses la preparan, sin planificar». En conclusión, «el sector de bodas está en auge. Cada vez hay más celebraciones de bodas de lesbianas, gays,.. Y llevamos unos años que pagan la boda los novios y personalizan el enlace a su gusto; no como en 2002 por ejemplo, que negociabas con los padres», manifestó. Se piden además «ceremonias bonitas, a la carta, participativas y tematizadas: desde rock a heavy,... O rituales de arena frente al mar, en la playa».

Silvia Franch, gerente de Grupo Brisamar (Betxí y Castelló), explicó que «muchos sí que se casan mayores, cerca de los 40 años, y con hijos, o están separados y vuelven a casarse. Las bodas son más pequeñas, con los más allegados, de menos de 100 invitados, cuando antes eran 300. Y bastantes van al juzgado y luego a comer o cenar solo con la familia, unas 20 personas. Pero siempre hay que organiza grandes celebraciones». Otra tendencia que detecta es que casi todas son por el juzgado y luego celebran su unión. Pocos son los que se casan en ese momento, casi todos lo hacen con anterioridad».

En los distintos salones de eventos, los precios del menú por comensal oscilan entre los 95 y los 120 euros, aunque todo depende del vino elegido, calidad del producto --no es igual langostino que bogavante--, etc. Habitualmente, el complemento de la barra libre o de la orquesta o dj se cobra aparte. 

Boda.

Boda. / HOW HWEE YOUNG /EFE

Septiembre, el mes favorito para las nupcias

Los meses favoritos para casarse en Castellón son septiembre, seguido por octubre, mayo y junio. Durante 2022 se oficiaron en la provincia 2.261 bodas, un 27% menos que en 1976, cuando fueron 3.105. En dos de cada diez enlaces, uno de los cónyuges es extranjero. En el ejercicio más reciente, 2.204 son mixtos y 57 (solo un 2,5%) entre parejas del mismo sexo (23 entre hombres; y 34 de mujeres). La tasa de nupcialidad en Castellón es de 3,8 (casi 4) matrimonios por cada mil habitantes, más que España (3,7) e inferior al nº1 Ceuta (6,4). 

La opinión de Carlos Hidalgo, psicólogo: Menos bodas y más tarde

El matrimonio es una institución social que ha evolucionado a lo largo de la historia, siendo objeto de debate en diferentes épocas y culturas. Ya a lo largo del siglo XX se observaron cambios en la estructura familiar, como la disminución de bodas tempranas y un aumento en la aceptación de diversas formas de convivencia y relaciones. Sin duda, las parejas se casan menos y más tarde. Pero ello no significa necesariamente que el valor del matrimonio esté en declive, sino que las personas están optando por otras opciones. No debemos perder de vista que, en muchas partes del mundo, ha habido un avance significativo en la aceptación y legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, reflejando cambios en las actitudes sociales hacia la diversidad y la igualdad. Para algunas personas, el matrimonio formaliza un compromiso mutuo; y otras no ven necesario firmar un papel para demostrar el amor. 

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