Una actividad en auge
Las viviendas turísticas se disparan un 15% en Castellón a las puertas de la nueva regulación
La provincia alcanza este año un nuevo máximo en los pisos legales inscritos en el registro autonómico, al contabilizar 13.889 este mes

Los huéspedes de un apartamento turístico en el momento en que acceden al inmueble en una imagen de archivo. / GERMÁN CABALLERO
Castellón se encuentra inmersa en un auténtico boom de las viviendas de uso turístico, con un incremento del 15% de los inmuebles inscritos en el registro, precisamente a las puertas de que el Consell presente un nuevo decreto para regular esta actividad.
La provincia, en estos momentos, contabiliza 13.889 alojamientos dados de alta en el registro que maneja Turisme Comunitat Valenciana. Exactamente es un 14,38% más que en el mismo momento del año pasado, cuando los inmuebles de uso turístico suponían 12.142. La tendencia ascendente resulta imparable a lo largo de los últimos años: desde antes de la pandemia hasta ahora los apartamentos se han incrementado en suelo castellonense en un 58%, ya que en el 2019 eran 8.807.
A falta de la economía sumergida
La estadística, no obstante, solo refleja los apartamentos en regla, resultando ajenos a la misma los que operan a espaldas de la normativa, que se han llegado a cifrar en uno ilegal por cada legal desde el sector turístico.
El presidente de Hosbec en Castellón, Javier Gallego, defiende la necesidad de regular como toca esta actividad e invita a una reflexión social al respecto, sentenciando que desde el sector hostelero «no queremos que nos quiten competencia», sino que defienden «un modelo de turismo socialmente responsable» más aún ante un «crecimiento brutal» de las viviendas de uso turístico. Como ejemplo, Gallego incide en el gran impacto que generan estos alojamientos sobre los servicios públicos.
Mientras, el vicepresidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Castellón (Ashotur), Luis Martí, valora que «todo tipo de alojamiento que cumpla con la legislación, bienvenido es», aunque matiza que «lo que es muy lesivo es la oferta ilegal, que compite deslealmente, pues no paga impuestos, no genera empleo y molesta al entorno».
Con todo, sobre la nueva regulación el president de la Generalitat, Carlos Mazón, declaró este viernes que están «a las puertas» de presentar el nuevo decreto consensuado con el sector, que permitirá un «crecimiento turístico sostenible y equilibrado» a la vez que «ambicioso».
Adiós a los cajetines
Sobre la normativa, la consellera de Turismo, Nuria Montes, ya ha avanzado algunos detalles. En concreto, entre los cambios se incluye que «los ayuntamientos podrán establecer limitaciones», que «tienen que ser, en todo caso, proporcionadas y, por supuesto, deberán obedecer a criterios claros, inequívocos y objetivos». También se ahondará en la prohibición del alquiler de habitaciones de viviendas, extendiéndolo incluso a barcos o caravanas.
Y dentro de la defensa de un modelo concreto de turismo se prohibirán los cajetines para recoger llaves que son tan propios de estos alojamientos hasta ahora.
Hasta 2.000 € a la semana por un apartamento en la costa en agosto
La rentabilidad que ofrecen a los propietarios constituye uno de los principales alicientes a la hora de decidir destinar las viviendas a uso turístico en la provincia, superando con creces a la que puede generar un alquiler convencional. Y es que, en las principales plataformas, se pueden encontrar inmuebles con un precio que supera los 2.000 euros para pasar una semana durante este mes de agosto.
Muestra de ello, por ejemplo, es un apartamento con vistas al mar en Benicàssim, que se encuentra disponible en estos momentos en Airbnb por un precio para la estancia de 2.167 euros. No es ni mucho menos el único caso en suelo castellonense, pues también se puede encontrar otro alojamiento en el litoral de Orpesa por 278 euros la noche, ascendiendo así la factura para los huéspedes hasta los 1.946 euros.
Los alojamientos de la comarca de la Plana Alta son los más costosos, aunque más al sur también se encuentran algunos no aptos para cualquier bolsillo, aunque con mayores dimensiones. Los interesados en pasar sus vacaciones en Moncofa pueden optar por una villa con piscina abonando 2.388 euros por una semana.
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