Rebrote de la plaga
Los mosquitos atacan de nuevo en Castellón: «Nos comen a bocados»
Vecinos de media provincia denuncian la voracidad de las picaduras tras las lluvias

Néstor Marín
«Los mosquitos, nos están comiendo a bocados». Lo dice Fernando Andreu, presidente de la Asociación de Vecinos de la Marjaleria de Castelló, pero no es el único. Pablo de Tomás, vecinos de la playa de Almassora, destaca que «hay muchos, muy grandes y voraces, que pican por todo el cuerpo».
Y es que, después de un verano «tranquilo», como lo definía ayer Nuria Martorell, vecina de Torrenostra, en Torreblanca, los insectos más temidos del verano atacan de nuevo... en pleno mes de octubre, con la estación estival finiquitada en el calendario, pero no en el termómetro, con registros de hasta 27º y la previsión de un nuevo veranillo en los próximos días.
Todos coinciden: «Las intensas lluvias de hace unas semanas han provocado la eclosión en masa de los temidos mosquitos tigre y de las especies más comunes». Se lo saben de otras tantas veces, con una misma consecuencia: «No se puede aguantar estar en los espacios exteriores, pese al buen tiempo», denuncian una y otra vez.

Gráfico / mediterraneo
Asunción Garcia vive en la zona de Benafeli, y ha tenido que cerrar la casa «antes de hora» porque los mosquitos la «acribillan». «Las vecinas no podemos ni reunirnos a charlar, porque es insoportable», señala la mujer. De Tomás, en la zona de Om Blanc, lo corrobora. «Esta misma semana, en una reunión de vecinos en la zona común, tuvimos que cambiar de ubicación e ir a por repelentes».
Fumigaciones insuficientes
«Las fumigaciones no hacen nada -señala este almassorense-, porque es una zona con solares colindantes en mal estado y con algunas urbanizaciones sin construir que constituyen un foco». En Benicarló, Manel Guillem explica que «es insoportable». «Tras las lluvias hemos notado un rebrote importante de mosquitos, más voraces, que se ceba en jardines y zonas comunes, pero también en el balcón o la terraza», dijo.
Lo mismo dicen vecinos de la zona de Eurosol de Benicàssim, o de la playa de Nules. Desde la Marjaleria de la capital, el presidente de vecinos explicaba ayer que «las quejas son constante en la oficina de la asociación».
Sin pode salir casi de casa
Una frase que se puede extrapolar a muchas comunidades de vecinos con zonas comunes que ven cómo, pese al buen tiempo imperante, y el que viene, hay que cerrar ventanas y puertas, sin poder aprovechar las terrazas y piscinas sin acabar acribillado a picaduras. Un rebrote que llega a la provincia «exagerado».
«Hay que salir con repelente y manga larga», especificó Andreu, de Castelló. «Lo peor son los más pequeños, que parecen ser el manjar preferido», apostilló.
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