REPORTAJE

El enigma de Cristóbal Colón: tras sus pistas en Castellón

¿Nació l'Almirant del amor oculto de una judía conversa con un ilustre de la época, de Sant Mateu, arista del comercio de la lana con Génova en el siglo XV?

El enigma de Cristóbal Colón: tras sus pistas en Castellón.

El enigma de Cristóbal Colón: tras sus pistas en Castellón. / MEDITERRÁNEO

Castellón

El Maestrat castellonense bien pudo ser la patria de Cristóbal Colón. Castellón tiene su propia teoría sobre el famoso navegante, una más de las que han surgido en los últimos días tras la emisión del controvertido documental Colón ADN. Su verdadero origen en RTVE el pasado 12 de octubre -efeméride del descubrimiento de América por el almirante en 1492-. A los 25 orígenes distintos atribuidos a Colón, el filme avala otro: fue judío sefardita español, y no genovés ni italiano, y nació en el arco mediterráneo -lo que incluye a la provincia castellonense- o en las islas Baleares, adscritas a la Corona de Aragón.

El forense y catedrático de Medicina Legal de la Universidad de Granada, José Antonio Lorente, -si bien ha recibido críticas de falta de rigor de la comunidad de expertos- defiende el resultado de 22 años de trabajo y de los análisis científicos y genéticos de los restos óseos del descubridor y de su hijo Hernando, que descansan en la catedral de Sevilla. 

Cristóbal Colón. Grabado de Aliprando Caprioli (Congreso EEUU).

Cristóbal Colón. Grabado de Aliprando Caprioli (Congreso EEUU). / Mediterráneo

¿Se puede verificar dónde nació?

¿Nació Colón en Valencia, en Mallorca, en...? Nadie tiene respuestas fidedignas. Y en este tablero del juego, por probabilidad, también entra Castellón. Eduardo Ferreres (Sant Mateu, 1948) -escritor de novela histórica, dramaturgo y aficionado a la investigación, además de fundador y en su día presidente de la Federación Empresarial de Turismo de Castellón - ha querido compartir las interesantes pistas que ha recopilado hacia una conexión de Colón con Castellón y Sant Mateu, eje de la ruta del comercio de la lana, «el oro blanco de la época». Lanza su hipótesis, si bien admite: «Dejo claro que en ningún momento apostaré por el natalicio de don Cristóbal en una población determinada, pues si no hay acta de nacimiento, no ha nacido».

Imagen de Eduardo Ferreres, autor de tres novelas y otras tres obras de teatro tras su jubilación.

Imagen de Eduardo Ferreres, autor de tres novelas y otras tres obras de teatro tras su jubilación. / Mediterráneo

Jubilado, en activo, no para de llenar su mochila literaria como autor. Tres obras de teatro sobre el Concilio rabínico-cristiano, el final del Cisma de Occidente en el Maestrat y el Asedio de Sant Mateu en 1705. Una novela histórica, Ferran...lo príncep (2020, que va por su tercera edición en castellano) sobre la vida de Fernando el Católico, del nacimiento hasta su juventud. Y otra, Belibaste…el cátaro, de vivencias a partir de legajos encontrados en los sótanos del Vaticano sobre los cátaros exiliados de la Occitania. Tiene a medias Cabrera...el Carlista; y en unas semanas verá la luz Castillos, Palacios, Portales, Torres y murallas de la invicta villa de Sant Mateu, un libro de 30x30 con montajes en Photoshop para que el lector viaje al siglo XV. 

Maestrat, patria y oro blanco

Pero a lo que vamos. ¿Por qué decide este escritor recabar sobre las huellas de Colón en Castellón? «Pues lo cierto es que estaba investigando el mercado de la lana con destino a la Florencia de los Médicis y he encontrado argumentación suficiente de que la zona del Maestrat podría ser la patria de Colón…», sostiene.

Primero, nos pone en contexto. En la villa invicta de Sant Mateu, capital del Maestrazgo de Montesa y San Jorge de Alfama, culminada la Reconquista, bajo la protección de la Orden de los Hospitalarios (a partir de 1317, de Montesa), se desarrolló el mercado de la lana que no cesó en crecer hasta principios del siglo XVI. Desde Prato-Florencia acudieron comerciantes laneros: Los Datini, Los Rossí, Los Comí, Luca de Sera, Tuccio Genaio y el mallorquín Johan Guerau. «Todos ellos formaron un negocio piramidal que concentró la lana de cinco provincias, incluida Castellón y su entorno, centralizándolo todo en Sant Mateu, que dio el nombre comercial a la lana, sanmathe. Tal era su volumen que el científico e historiador italiano Enzo Levi dijo: Mudos hubiesen quedado los telares de Florencia de haberles faltado la lana de Sant Mateu», hace constar Ferreres.

Francesco di Marco Datini (Wikimedia).

Francesco di Marco Datini, mercader de Prato (Wikimedia). / Mediterráneo

Y cuenta cómo «estas lanas salían por los puertos de Peñíscola y la playa del Carregador de Alcossebre con destino a Génova, con escala en Mallorca. En Sant Mateu, familias como Subirats, Segarra, Pascual, Pruñonosa, Sospedra y otros se implicaban. Durante el s.XV, en pleno apogeo mercantil, el libro Fundatione Valentie hallado en una habitación secreta del palacio de los Datini en Prato, contiene la correspondencia de los envíos de miles de toneladas de lana con rumbo al puerto de Génova y, de allí, a Prato, donde se transformaban en preciosos paños.

Libro de ‘Fundatione Valentie’.

Libro de ‘Fundatione Valentie’. / Mediterráneo

Ilustres y poderío comercial

Segunda pista. En el siglo XV del oro valenciano, en Sant Mateu vivían algunas de las personalidades más influyentes: El Maestre de Montesa fray Gilaberto de Monsoriu o Ramón Moragues, Johan Guerau, Arnau Comí, todos ellos mercaderes de lana. Así consta en el libro de impuestos de la época -al rey y al maestre-, Morabetí de Sant Mateu de 1415, editado por Mª Desamparados Cabanes, escritora e historiadora, galardonada en los recientes Premis 9 d’Octubre.

Las cartas de ‘l’Almirant’

Tercera. Este apasionado de la historia aporta otra pesquisa: «Hace unos días el documental de RTVE dejó una puerta abierta al origen de Colón en la zona mediterránea, en la Comunitat. En una de las cartas a su hijo cita la palabra Almirant, acabada en t, y por tanto propia del léxico valenciano. Quedó claro que sus padres don Domingo Colombo y doña Susana Fontanarosa, según los historiadores, se dedicaban al negocio de la lana, eran naturales de Génova y dato curioso, el navegante, no escribía en italiano, lo hacía en castellano».

¿Quién fue Na Salvadora?

Va la cuarta. «En el Morabetí (impuestos) antes mencionado, de Sant Mateu, aparece en repetidas ocasiones el nombre de Na Salvadora, Salvador y Apellido Salvador. Existe además una ermita importante de San Cristóbal y un Convento de Santo Domingo».

Palacio gótico Guerau, antes del marquesado de Villores (s. XIII).

Palacio gótico Guerau, antes del marquesado de Villores (s. XIII). Recreación (Sant Mateu). / Mediterráneo

La aljama: judíos en la sombra

La quinta. Es llamativo, como apunta Ferreres, que «según dicen los historiadores, Colón nunca dijo de dónde era natural, escondía sus orígenes. El documental de RTVE apunta a que Colón fuera judío, lo que en el s. XV implicaba ser hereje. Es importante resaltar que, en 1390, en Sant Mateu existía una importante aljama judía presidida por Ben Astruc Bon Señor. Ocupaba un callejón de casi 500 metros cuyo negocio principal era financiar el mercado de la lana y artesanía en oro y plata».

Su bisnieta, marquesa de Villores

El palacio del Marqués de Villores (s. XVIII) en la actualidad, ubicado en Sant  Mateu, entre la plaza Mayor y el Convento de Monjas Agustinas.

El palacio del Marqués de Villores (s. XVIII) en la actualidad, ubicado en Sant Mateu, entre la plaza Mayor y el Convento de Monjas Agustinas. / Mediterráneo

Sexta. «El mercader de la lana Johan Guerau poseía su casa noble en Mallorca, pero se estableció en Sant Mateu a finales del siglo XIII construyendo un hermoso palacio gótico en la calle Valencia. Uno de sus descendientes, ya en el siglo XVIII, el primer Marqués de Villores, Francisco Guerau y Esbrí, se da la circunstancia de que se casa una bisnieta de Colón.

El legado de Colón de Carvajal

Séptima. Uno de los descendientes del navegante, vivo en la actualidad, Cristóbal Colón de Carvajal, agrega, «ha tenido o aún tiene propiedades en Benicarló, Alcalá y Sant Mateu. La pregunta es: ¿vienen todas del marquesado o ya con anterioridad? La relación entre los Colón y Guerau de Mallorca, afincado en Sant Mateu, eran muy estrechas desde siempre».

¿Homenaje al nombrar las islas?

Y octava. «La primera isla que toma al descubrir América, Colón la bautiza San Salvador (¿en honor a su madre auténtica? ¿quiso ella llamarlo Cristóbal por la ermita homónima?); y luego, la isla española Santo Domingo (por su hermano, ¿y el convento que lo crió?); y la isla de Cuba como Juana (¿en horno a la reina de Aragón doña Juana Enríquez?)», remata Ferreres, con su sorpresa final (en la pieza derecha): la historia novelada de lo que pudo ser un Colón de Castellón. «Pero si me preguntan, ¿Dónde nació Cristóbal Colón?, mi respuesta es clara…chi lo sa».    

Y así pudo ser la infancia de Colón...

Carabelas de Colón, en la expedición a América.

Carabelas de Colón, en la expedición a las Américas. / Mediterráneo

La 'historia' del famoso navegante, novelada por Eduardo Ferreres

Eduardo Ferreres, con todo lo expuesto y en un entorno, en Sant Mateu, marcado por el comercio de la lana, expone su tesis: «Me atrevo a novelar lo que pudo ser el origen de don Cristóbal: Colón nace de una historia de amor entre una judía conversa, llamada Na Salvadora, con un personaje que tiene que ocultar estos amores deseados, y que podría tratarse del Maestre de Montesa o del propio Johan Guerau, poder fáctico y mercader de la lana. El niño es llevado al convento de Santo Domingo en donde lo crían y lo protegen en silencio hasta los 7 años. Deciden buscarle un futuro, no vale para fraile, es impulsivo, difícil de educar y como solución es el mercader Guerau quien le busca unos padres adoptivos. Entiende que don Doménico Colombo que, con su carabela merca las lanas de Sant Mateu-Mallorca-Génova pudiese ser el padre ideal para hacer doblar al impertérrito imberbe. Colón pasa a tener casa, padre, madre y es de Génova. Su carácter complicado hace que se lo lleve su padre en el negocio del transporte marítimo en donde aprende todo lo que hay que aprender sobre el mar. Por su carácter, llega el día en que quiere independizarse, se enrola con los corsarios que trafican en las costas portuguesas y a partir de ahí una rocambolesca historia: amistades con el entorno del señor Guerau, su padre; el Maestre de Montesa; Santángel,...No tiene problema para que se le abran las puertas allá donde vaya. La negociación con las Cortes de los Reyes y otros avatares, eso, es... otra historia». 

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