El Periódico Mediterráneo

El violador en serie de Castellón

Su modus operandi era el de acechar a las chicas que regresaban de madrugada a casa. Elegía a las que más le gustaban, les seguía hasta que llegaban a su domicilio, y cuando abrían la puerta del portal entraba con ellas. Una vez dentro les amenazaba con un cuchillo para evitar que se resistieran

Texto: Juan Salvador Salom Escrivá - Diseño: Fede Navarro - Fotos: Mediterráneo

Se le pudieron probar siete agresiones sexuales violentas, dos de ellas, violaciones consumadas. Pedí 57 años de prisión como autor de siete agresiones sexuales, dos robos con intimidación y dos delitos de lesiones.

El violador en serie de Castellón

Es de todos conocida la existencia del asesino en serie de Castellón, JFV, pero lo que resulta desconocido es que en Castellón hubo un violador en serie en el año 2002. El autor de los hechos no aparentaba por sus signos físicos y buena presencia ser un violador en serie. Llevé a cabo la acusación en juicio y quedé sorprendido de su aspecto pacífico y de su buena presencia, alto, delgado, bien vestido, ojos azules, tratándose, en cambio, de una persona sumamente peligrosa como se verá a continuación. Esperaba ver otra cosa muy diferente, habida cuenta de los hechos imputados. Catalin, de nacionalidad rumana tenía en el momento de los hechos 25 años de edad. Vino a España en el año 2002, trabajando como albañil en una localidad cercana a Castelló. Los fines de semana salía hasta altas horas de la madrugada, acudiendo a lugares de esparcimiento. 

El acusado era listo. Lo primero que hizo en el juicio fue renunciar a su abogado defensor. Era evidente su intención de retrasar el juicio, pues no supo dar explicaciones a las razones de dicha renuncia ni mencionó el nombre de algún otro abogado que prefiriese que le defendiera aparte de que solo planteó esta cuestión cuando empezaba el juicio, pudiendo haberlo hecho mucho antes. El tribunal, lógicamente, no accedió a dicha renuncia, continuando defendido por el mismo abogado.

En el juicio, a las víctimas se las protegió, permaneciendo en un local aparte para que no las pudiera ver el público, custodiadas por la Guardia Civil, declarando en el juicio tapadas por un biombo que evitaba que pudieran ser vistas por el público asistente a la Sala. El acusado, cuando le pregunté si era el autor de los hechos manifestó que no, que a la hora en que los mismos ocurrían él se encontraba durmiendo en su casa.

Modus operandi

El procedimiento seguido por el procesado era el de acechar a las chicas jóvenes que regresaban el domingo de madrugada a su domicilio, eligiendo a las que más le gustaban, siguiéndolas hasta que las mismas llegaban a su domicilio, y cuando abrían la puerta del portal, Catalin -nombre ficticio- se les acercaba como si se tratase de un vecino más, incluso simulando que sacaba unas llaves para abrir, de manera que hacía creer a su víctima que, de verdad, era un vecino, por lo que la misma le franqueaba la puerta. Una vez entraba con la joven en el portal, ya en el mismo o en el ascensor, atacaba a las mismas amenazándolas de muerte y esgrimiendo un cuchillo para evitar que se resistieran a sus repugnantes propósitos

De este modo, dicho individuo atacó a una joven a las seis de la madrugada del 3 de marzo de 2002 cuando la misma regresaba a su casa y atravesaba un descampado existente cerca de la estación de Renfe, atajo que había tomado para llegar antes. La amenazó de muerte y consumó la violación, causándole lesiones en las piernas.

Nueva actuación de este depravado tuvo lugar a las cinco de la madrugada del 21 de abril de 2002, agrediendo a una joven de 18 años en la calle Cartagena de Castelló, a la que golpeó para anular su resistencia, causándole lesiones, si bien ante los gritos de la joven no pudo consumar su propósito, huyendo del lugar. Actuó otra vez el 28 de abril de 2002, en que atacó a una mujer que entraba en el portal de su finca esgrimiendo una navaja, si bien no pudo consumar la violación ante la resistencia que ella opuso, asiendo con las manos la hoja de la navaja y empuñadura, hasta romper la hoja. La mujer sufrió lesiones, huyendo Catalin. Nuevas agresiones sexuales realizó este individuo, una, el día 12 y dos agresiones el 26 de mayo, no llegando a consumar las violaciones y otra el 7 de julio también de 2002 que sí consumó. Se apoderó del móvil de las víctimas en dos ocasiones. Hubo una decena de hechos similares en dicha época, con el mismo modus operandi, pero no pudieron ser probadas.

Condenado

Se le pudieron probar siete agresiones sexuales violentas, dos de ellas, violaciones consumadas. Pedí 57 años de prisión como autor de siete agresiones sexuales, dos robos con intimidación y dos delitos de lesiones. La Audiencia Provincial de Castellón le condenó en total a 44 años de cárcel y a indemnizaciones que superaban los 130.000 euros. El Tribunal Supremo confirmó dicha sentencia. 

Los vampiros de Benicarló

Terrible suceso ocurrido en Benicarló en 1921. El día 8 de mayo de dicho año desapareció el niño de 14 años Pascual Llopis Martínez. Había ido al cine –el Salón Cine Familiar- con otros amigos. Acabada la sesión salió del mismo, le acompañó hasta cerca de su casa uno de sus amigos, Joaquín. 

A partir de ahí se perdió todo rastro de Pascual. El niño desapareció como por ensalmo. Su madre, alarmada, lo buscó sin cesar, denunciando la desaparición del niño a la Guardia Civil. Las investigaciones no dieron ningún resultado.

Siete días después de su desaparición, en la mañana del día 15 de mayo de dicho año, fue encontrado el cuerpo del niño flotando en una balsa sita en el término municipal de Càlig, dentro de un saco hinchado por efectos del agua y en evidente estado de descomposición. Enterada la Guardia Civil de ello, acudió al lugar acompañada de un hermano del niño, el cual identificó el cadáver. 

Sin una gota de sangre

La autopsia acreditó que el niño había sido degollado, extrayéndole toda su sangre, teniendo seccionada la yugular y varias heridas en diferentes partes del cuerpo. 

Las investigaciones llevadas a cabo concluyeron que el crimen estaba relacionado con el curanderismo, habiéndole asesinado para utilizar la sangre del niño, así como su grasa, para curar a enfermos de tuberculosis y fabricar productos propios de los curanderos, existiendo la creencia de que dicha enfermedad, así como la lepra y algunas otras se curaban bebiendo la sangre de una persona joven y sana. Como es lógico, el crimen despertó una profunda ola de indignación y de temor en la ciudadanía, dejando los niños durante un buen tiempo de acudir al cine. El teniente coronel jefe de la comandancia de la Guardia Civil de Castellón, Arturo Roldán Trápaga, se trasladó a Benicarló para impulsar las diligencias.

Las investigaciones de la Guardia Civil apuntaban a que Pascual, al salir del cine, fue requerido por el o los criminales para que les acompañase a la estación de ferrocarril, distante a un kilómetro del pueblo, prometiéndole una buena gratificación. Ya fuera del pueblo le dieron un primer tajo en la garganta cortándole la yugular. Se suponía que inmediatamente un enfermo de tuberculosis bebió ávidamente la sangre que manaba de la herida, que consideraba que era el medio de curarse la enfermedad y, para que el niño no gritara le amordazaron con un pañuelo lo que concordaba con que la lengua del niño quedara entre los dientes. Luego se le causó una segunda herida en el cuello para rematarlo.

El Ayuntamiento de Benicarló expuso al público, en la puerta del mismo, el saco en cuyo interior se halló el cadáver de Pascual por orden del juez de instrucción el que, además, ordenó y así se realizó, que se pregonase por el pueblo un bando invitando al vecindario a pasar por el ayuntamiento y ver el mencionado saco con objeto de que, si alguien lo reconocía como perteneciente a algún conocido lo participase al juzgado. Prácticamente todo el pueblo de Benicarló desfiló ante el saco, sin que nadie lo reconociera.  

Paseo de Febrer Soriano, Benicarló

Paseo de Febrer Soriano, Benicarló

Nada se supo de los criminales. Diariamente se practicaban detenciones y se tomaban declaraciones a gente sospechosa de haber participado en el crimen, sin resultado alguno. El 16 de septiembre de 1921 el juez de instrucción de Vinaròs emplazaba por edictos, para que se personasen en el mismo, a los presuntos autores del asesinato del niño, dando sus señas particulares.

Dicho emplazamiento decía: «se cita, llama y emplaza a dos individuos desconocidos que estuvieron en la Ermita de San Gregorio, de la villa de Benicarló, el día de la fiesta 9 de mayo último, acompañados de dos mujeres y que vestían traje de americana de color oscuro, zapatos negros y sombrero flexible, uno de ellos muy chato –sic- con bigote recortado y más bajo que el otro para que comparezcan en este juzgado de instrucción dentro del término de diez días con objeto de recibirles declaración en el sumario número 28 del corriente año, sobre desaparición y muerte violenta del joven Pascual Llopis Martínez».

Es decir, se sospechaba de la intervención de cuatro personas en el hecho, las cuales, por la cuenta que les tenía, no aparecieron nunca. Alguien debió verlas acompañando al niño, pues no de otra manera se entiende la descripción detallada que se hace en el edicto. El crimen quedó impune para desgracia de la justicia.

Juan Salvador Salom Escrivá

El fiscal Juan Salvador Salom Escrivá, con más de 40 años de experiencia en Castellón, ha documentado la crónica negra de la provincia en su obra Crímenes olvidados de Castellón, dividida en tres volúmenes que recogen 1.750 delitos desde 1800 hasta 1936. Disponible en la librería Plácido Gómez, el libro aborda crímenes impactantes como asesinatos, envenenamientos y violencia doméstica, y está organizado por municipios, destacando la peculiaridad de los casos.

Salom, quien planea ampliar la obra hasta 1980, observa cambios en la delincuencia: en el pasado, los crímenes eran más impulsivos y relacionados con la falta de entretenimiento y el consumo de alcohol. También reflexiona sobre casos contemporáneos como el de Joaquín Ferrándiz, asesino en serie condenado a la máxima pena en su tiempo, y señala la ausencia de figuras similares en los registros históricos. Salom subraya cómo la maldad ha evolucionado, aunque la realidad siempre supera la ficción.

stats