Balance de Patim

El 60% de las personas que se tratan por adicciones consumían siendo menores en Castellón

La prevención y la sensibilización son las mejores herramientas para tomar conciencia sobre los riesgos del consumo de sustancias en Castellón

Un tercio de los atendidos tiene problemas mentales

Imagen de un joven consumiendo cacaína.

Imagen de un joven consumiendo cacaína. / MEDITERRÁNEO

El 60% de las personas que acuden a tratamiento por adicciones a la onegé Patim iniciaron su consumo antes de los 18 años, lo que pone de manifiesto la necesidad de llevar a cabo medidas de prevención y sensibilización como herramientas fundamentales para atajar esta problemática. Una situación que se agravaría por la banalización y normalización del consumo de sustancias por parte de los jóvenes.

Según fuentes de Patim, el perfil de los castellonenses que acuden a estos tratamientos es de un hombre mayor de 44 años, soltero, con estudios secundarios, en paro y de nacionalidad española que comenzó a consumir a los 15 años, en la mayoría de los casos, alcohol. Además, una gran mayoría de ellos cuenta con antecedentes familiares no directos de adicción y las drogas más habituales son, además del alcohol, la cocaína y la heroína.

Con respecto a la primera de estas tres sustancias, el director de Patim y sociólogo, Francisco López, afirmó que cada día son más los jóvenes los que se inician a una edad temprana en el consumo del alcohol que es la puerta de entrada a comportamientos que generarán problemas en la edad escolar y en las relaciones familiares, sociales y afectivas. Por este motivo, López reivindica «una verdadera política de prevención de adicciones que se encamine a inculcar valores a los jóvenes como son la solidaridad y el compromiso con los demás». De ahí la necesidad de que, según defiende López, los presupuestos generales del Estado de 2025 aumenten estas partidas destinadas a la prevención de drogas y adicciones. Fuentes de esta onegé también explicaron que existe una brecha de género en el acceso a los tratamientos por adicciones. Las mujeres se encuentran en una situación de «doble vulnerabilidad» por el mero hecho de ser mujeres y consumir y por los estigmas sociales que dificultan su acceso a tratamientos adecuados. Además, la mayoría de los recursos están diseñados para un perfil masculino y no abordan necesidades específicas de las mujeres (Patim cuenta en Castelló con dos recursos específicos para mujeres: vivienda de apoyo al tratamiento y una vivienda de apoya a la inserción).

Las mismas fuentes recordaron que se generan tres problemas asociados al tratamiento: los complejos perfiles de las personas que piden ayuda, el envejecimiento de la población atendida y que un tercio de los usuarios de este servicio tiene problemas mentales diagnosticados.  

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