Es la vía elegida en 9 de cada 10 uniones

La odisea de casarse por lo civil en Castellón: solo 10 citas a la semana

Denuncian desinformación y largas esperas por el «colapso» del Registro Civil, con escasez de personal y de turnos para abrir los expedientes matrimoniales

Dos jóvenes colocan el velo a una novia en el día de su boda.

Dos jóvenes colocan el velo a una novia en el día de su boda. / MEDITERRÁNEO

Que las bodas civiles son mayoría en Castellón es una realidad que se vive desde hace años. Según el informe Ferrer i Guàrdia, suponen ya nueve de cada diez enlaces en la Comunitat Valenciana. Sin embargo, los trámites para llegar a celebrar este tipo de uniones no son un camino fácil. Actualmente, según denuncian los interesados, se están convirtiendo en una «odisea».

Y es que el embudo que sufre el Registro Civil de Castellón, situado en la planta baja de la Ciuda de la Justicia, ralentiza el proceso. Hasta hace apenas unos días eran solo dos los funcionarios que atendían este servicio (recientemente, se ha sumado un tercer trabajador), que no daba más que diez citas a la semana para la apertura de expedientes de matrimonio.

Además, para conseguir el preciado turno había que hacerlo por internet (la máquina física no daba ni números ni explicaciones una vez distribuidos la decena de citas), si bien en el registro no podían asegurar qué día ni a qué hora salían. Según explican los afectados, en la última semana, con la incorporación del tercer funcionario, los números a conceder se han elevado a 24, si bien siguen siendo insuficientes para la demanda existente. «Este solo es el primer paso para abrir el expediente, pero nos han explicado que los que hemos conseguido cita en diciembre, no nos casaremos hasta abril. Cuanto más tardas en lograr turno, más se retrasa todo», lamentan.

«Me conectaba hasta de madrugada y ni por esas»

La castellonense Andrea García y su pareja, con un bebé en común, decidieron hace unas semanas casarse. Descartada la opción de la iglesia, habían pensado en una boda por lo civil en el Ayuntamiento, si bien conseguir cita en el Registro Civil ha sido misión imposible. «Me dijeron que los números solo salían por internet y que había muy pocos, pero no supieron precisarme cuándo salían, de modo que iba a ciegas», cuenta esta solicitante. Durante días, Andrea lo intentó a todas horas. Incluso de madrugada, cuando se levantaba a darle el biberón a su hijo. «Es que te hacen pedir cita hasta para una consulta en información y no había manera. Era de locos. Finalmente, de casualidad y casi como un milagro, una compañera de trabajo logró sacar un turno en la máquina del juzgado. Salí del trabajo, corriendo, para poder ir a esa consulta», dice.

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