El tiempo juega una mala pasada al campo: las pérdidas en Castellón alcanzan los 101 millones

La Unió hace balance del 2024, alerta del alza de las importaciones de fruta con plagas y pide ayudas para los jóvenes que quieren ser ‘llauradors’

Un agricultor muestra los daños que las intensas lluvias del pasado noviembre causaron en su finca.

Un agricultor muestra los daños que las intensas lluvias del pasado noviembre causaron en su finca. / Axel Álvarez

Elena Aguilar

Elena Aguilar

Si hay un sector que mira más que ninguno al cielo es la agricultura. Los vaivenes climáticos siempre han pasado factura al campo, pero este 2024 se lleva la palma. Primero fue la sequía la que provocó una merma de cosechas en cultivos como el olivar o el almendro y multiplicó los gastos de la ganadería extensiva. Después fueron las lluvias torrenciales de octubre y noviembre las que dañaron infraestructuras y arrasaron decenas de fincas, sobre todo en la comarca del Maestrat. Dos fenómenos que han provocado unas pérdidas de 101 millones de euros en la agricultura y la ganadería de Castellón, mientras que en el conjunto de la Comunitat Valenciana el agujero supera los 1.400 millones.

La Unió Llauradora i Ramadera ha hecho este viernes balance del año que está a punto de acabar y que, desde el punto de vista agrícola, ha estado marcado por las adversidades meteorológicas. «Es evidente que el cambio climático ha llegado para quedarse y acentúa todos estos fenómenos meteorológicos en la Comunitat. Año tras año se nota en la merma de las cosechas y en el descenso de los rendimientos, junto a la cada vez mayor irrupción de las plagas o enfermedades», explica Carles Peris, secretario general de esta organización.

De los 101 millones de pérdidas por las adversidades climáticas en la provincia, la Unió calcula que 59 son daños que la dana provocó en infraestructuras (muros, acequias, caminos rurales...), mientras que 12 corresponden a destrozos en los cultivos. Otros 30 millones son pérdidas por la sequía en la ganadería y la agricultura. Y mientras los daños son millonarios, sobre todo los provocados por las intensas lluvias de octubre y noviembre, la organización agraria denuncia que las ayudas llegan a cuentagotas. «En el conjunto del territorio valenciano la dana causó 1.000 millones en pérdidas y las administraciones están actuando lentamente», insisten desde la Unió.

El año de las protestas

El 2024 pasará a la historia como un ejercicio negro para el campo por las inclemencias meteorológicas y también por ser el año en el que los agricultores salieron a la calle. La Unió, por ejemplo, protestó en ocho ocasiones, dos de ellas frente a PortCastelló y consiguió que se eliminaran las bonificaciones a los cítricos importados de terceros países.

Otro de los problemas que ha marcado el año ha sido el incremento de las interceptaciones de fruta de otros países con plagas y la detección en Castellón de una nueva enfermedad, también importada, y que afecta a los cítricos; el trips sudafricano.

De cara al ejercicio que está a punto de empiezar, la Unió reclama al Consell que convoque las ayudas a la incorporación de jóvenes (amenaza incluso con movilizaciones si no hay una respuesta inmediata), adaptar el periodo de quemas a la realidad agrícola y más medidas para acabar con la fauna salvaje. 

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