La memoria de los supervivientes

El único castellonense que estuvo preso en Auschwitz

Amadeo Alagarda, de Nules, llegó al campo de exterminio a la vez que el único valenciano que murió allí, Joaquín Corteillo

Amadeo Alagarda, durante su estancia en Auschwitz.

Amadeo Alagarda, durante su estancia en Auschwitz. / Mediterráneo

Nules es una de las poblaciones castellonenses que han cuidado el recuerdo de sus vecinos que fueron víctimas de la barbarie nazi, en su caso Amadeo Alagarda Ballester y Vicente Herrera Bertomeu, ambos supervivientes de Mauthausen.

El 4 de mayo del pasado 2022 el Teatro Alcázar de esta localidad acogió un acto presidido por el alcalde, David García, y la entonces diputada provincial de Memoria Histórica, Tania Baños, en el que los historiadores José Albelda y Lara Cardona glosaron la figura de los dos nulenses. También se contó con la presencia de familiares de ambos y se colocó una placa donde se ubicaron en su día las viviendas de ambos, en la calle de San Joaquín en el caso de Vicente Herrera, y en la avenida Constitución en el caso de Amadeo Alagarda.

Cabe reseñar que este último, panadero de profesión, tuvo un paso breve por Auschwitz, donde ingresó el 18 de julio de 1941, precisamente junto al único valenciano que murió allí, Joaquín Corteillo.

Vicente Herrera, antes de ser deportado a Mauthausen.

Vicente Herrera, antes de ser deportado a Mauthausen. / Mediterráneo

Alagarda, que combatió en el bando republicano, se exilió a Francia tras la contienda española y se enroló en el 22 Regimiento de Marcha de Voluntarios Extranjeros, siendo capturado en el Somme y deportado a Auschwitz como preso político. Tras pasar allí unos meses, un oficial que hablaba castellano reconoció su acento y le dijo que aquel no era el campo en el que tenía que estar, que ese era para otro tipo de deportados. Así llegó el 28 de febrero del 1942 a Mauthausen, el campo de los españoles, donde pasó la mayor parte del tiempo en el recinto principal excepto un periodo en el subcampo de Steyr, donde fue utilizado como mano de obra esclava para fabricar motores de avión y armamento.

Vicente Herrera

Vicente Herrera vivió una experiencia muy similar, ya que tras la guerra civil también se sumó a la legión extranjera y acabó en Mauthausen, donde estuvo preso desde 1941 y hasta la liberación del campo en 1945. Posteriormente se casó en París pero no pudo regresar a España, como les ocurrió a tantos compatriotas. 

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