Contracrónica

La otra cara de la visita de Óscar Puente a Castelló: sus dotes con la paella y sus prontos en Twitter

Entre dato y dato, su comparecencia incluyó frases lapidarias

Óscar Puente, a su llegada a Castellón, saludado por el presidente de la CEV, Salvador Navarro.

Óscar Puente, a su llegada a Castellón, saludado por el presidente de la CEV, Salvador Navarro. / KMY ROS

Bartomeu Roig

Bartomeu Roig

Castellón

Vino a Castellón dispuesto a lanzar una ráfaga de datos sobre infraestructuras, pero una de las confesiones más comentadas de la intervención de Óscar Puente fue la referida a sus conocimientos culinarios. «El arroz necesita 16 minutos de cocción», afirmó tras la pregunta formulada por la directora de Medi TV, Loles García. Un examen difícil, porque Loles es toda una experta, que hace paellas domingo sí, domingo también.

Todo esto vino a raíz de la intervención del presidente de la CEV, Salvador Navarro, que dijo que el ministro, pese a ser de Valladolid, «sabe hacer paellas». Acto seguido recordó que tiene un carácter «espontáneo, puede que conflictivo en Twitter, pero es buen gestor». Y le agradeció que, con su manera de actuar con las infraestructuras dañadas en Valencia por la dana «no contribuyera al caos». Un reconocimiento después de las reivindicaciones de Navarro, sobre todo a la hora de pedir que el Gobierno tenga unos presupuestos e inversiones necesarias para el futuro de la provincia.

Ser unidimensional es aburrido

Hablando de las redes sociales, Puente justificó sus mensajes (algunos de ellos, francamente incendiarios) en lo «aburrido de ser unidimensional, la gente tiene muchas caras y uno alza la voz cuando cree que hay injusticias, sobre todo cuando la gestión importa menos».

La otra faceta desvelada por el ministro en su primera visita a Castellón fue la de su -modesta- ambición política: «Yo solo he querido ser alcalde de mi pueblo». Algo que cumplió durante ocho años en su Valladolid natal.

Gran asistencia

Todo esto se dijo ante un público numeroso, formado por empresarios, cargos socialistas de todas las familias, una delegación del Ayuntamiento de Castelló encabezada por Begoña Carrasco o personas vinculadas a PortCastelló, como Rubén Ibáñez o Francisco Toledo. A las 11.00 horas se marchó, casi evaporándose. A mediodía tenía que estar de vuelta en Madrid.

Mientras, en la sala Moll de Costa se quedó la concurrencia con los habituales corrillos. No hubo mucha mezcla entre representantes de partidos, pero se vio a Francisco Toledo y su hijo, el popular Sergio Toledo, con el alcalde socialista de Vila-real, José Benlloch. La actividad, con el apoyo de Simetría y la CEV, fue un éxito de convocatoria. Ahora es momento de esperar entre los anuncios del ministro y las obras acabadas.

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