Las Paellas triunfan un año más en la UJI

La Fiesta de las Paellas ha unido este viernes a la comunidad universitaria de la UJI una vez más. Miles de estudiantes, con las camisetas identificativas de sus grados, han llenado desde las 11 de la mañana el campus del Riu Sec. El ambiente distendido sustituye por un día al estudio en la Jaume I, que celebra sus 34 años de existencia. 

Vídeo: Triunfan las Paellas de la UJI

Mientras el Gaudeamus igitur (entonado con pompa y pulcritud por el Orfeón de la UJI) cerraba el acto institucional en el Paranimf, el chunda chunda y el reguetón del DJ de la Fiesta de las Paellas ya se empezaba a escuchar a apenas 200 metros, en el mismo campus. Son dos tipos de tradiciones radicalmente diferentes, la de aquella canción estudiantil en latín del siglo XVIII, y las paellas, pero las dos tienen exactamente el mismo fin: celebrar la vida universitaria, una etapa efímera y apasionante de la vida que valía la pena experimentar hace varios siglos tanto como ahora.

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Dicho lo cual, las Paellas han triunfado con miles de estudiantes asistentes y mostraron la cara más distendida de la celebración de un nuevo aniversario de la UJI. Y mientras otros centros superiores valencianos llevan años con su día de las paellas privatizado por completo y trasladado fuera de los espacios universitarios, en Castellón el Consell de l’Estudiantat es la entidad que sigue organizando este acto en el recinto castellonense del Riu Sec.

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Es cierto que la Fiesta de las Paellas va cambiando con los años, ya que cada vez son menos los grupos de alumnos que deciden cocinar su propia paella y la inmensa mayoría opta por dejarse de complicaciones y recurrir a un plato de la paella gigante para coger fuerzas. La parte positiva: se reduce al mínimo la opción de que la paella de clase fracase de manera estrepitosa y el menú termine siendo un pegote incomestible. Lo negativo: aquello de que se quemase la paella tenía cierta gracia y dejaba buenas anécdotas (pero también olor a humo en la ropa).

Sea como fuera, el espíritu de festejos como el de ayer es el mismo aunque pasen los años. «Estoy con mis compañeras, que son lo mejor de la vida. Es un día para estar con todos, porque somos un equipo. Las Paellas simbolizan la unión entre nosotros», dice Laura, de Enfermería. «Nosotros hemos empezado a las 9 de la mañana almorzando. Vamos de botellón antes y ahora entramos», dice Alberto, de Químicas, mientras su compañera Mar lo regaña susurrando:«¡Pero no digas eso, hombre!».

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Anna, estudiante de Erasmus procedente de Bolonia, recoge su ración de paella mientras alucina con cómo los castellonenses celebran: «¡En Italia no tenemos nada parecido a esto, me encanta!".

Precisamente al país transalpino se van Rocío e Inés, que estudian Gestión y Administración Pública. Ya piensan en que van a «echar de menos» las Paellas el año que viene cuando se marchen de Erasmus a Milán. «Hemos dicho a nuestros compañeros que nos hagan camisetas y nos las envíen», dice Inés.

Lo de las frases humorísticas que cada curso colocan en esas camisetas deja claro que las hormonas juegan un papel clave. Sin embargo, algunos mensajes son más sutiles: «In dubio, pro perreo», ironizan los de Derecho con el clásico principio jurídico. «Stop drinking (Estopa bebiendo)», aseguran los de Traducción, que en el futuro deberán traducir bastante mejor. 

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