Testimonio en Castellón: «Toqué fondo con el alcohol cuando casi provoco un accidente mortal»

Paco cuenta su experiencia en Alcohólicos Anónimos de Castellón

Vídeo: Testimonios de Alcohólicos Anónimos Castellón

Gabriel Utiel

Castellón

La adicción al alcohol, quizás la droga más normalizada socialmente, es capaz de destruir a una persona y afectar a quienes le rodean. Alcohólicos Anónimos (AA), desde su creación en Estados Unidos en 1935, se ha convertido en un aliado indispensable que ha ayudado a incontables alcohólicos a dejar su infierno personal. Para ello es clave la comprensión y el respeto que ofrecen a quienes llaman a su puerta. En Castellón cumplen 40 años y para conocer su labor hablamos con Paco, nombre ficticio para preservar el anonimato.

La expresión tocar fondo es muy utilizada, pero pocos conocen su significado tan bien como un alcohólico que ha logrado alcanzar la sobriedad. Paco lo sabe bien, puesto que alcanzó dicho punto cuando estuvo a punto de llevarse por delante vidas inocentes.

Punto de inflexión

«Yo sabía que tenía un problema con el alcohol pero me negué a reconocerlo hasta que un día casi mato a una familia en un accidente de coche», confiesa. «No pasó nada, pero tras dar varias vueltas de campana con mi automóvil, oí a una niña de 13 o 14 años con una crisis de nervios y supe que había estado a punto de llevarme por delante a una familia. Eso fue un punto de inflexión, te das cuenta de que tú no puedes resolver el problema solo».

Paco no tuvo una mala relación con el alcohol durante su juventud. «Empecé a beber con 26 o 27 años, yo trabajaba en un banco cuando me salió una oferta de director financiero en Venezuela; allí la bebida no solo está tolerada, sino que hay una incitación muy directa, y sin darme cuenta caí en el alcoholismo».

"Lo dejo cuando quiero"

En aquella época «yo solía decir que podía dejarlo cuando quisiese, y mi esposa me preguntaba que cuándo iba a ser ese día». Las consecuencias: «Tenía una trayectoria profesional brillante, y 15 años después volví a España con una mano delante y la otra detrás, a vivir con mis padres».

Su tabla de salvación fue Alcohólicos Anónimos. «Había intentado dejar el alcohol varias veces sin éxito y no se me ocurrió otra cosa que llamar a su puerta sin saber lo que iba a encontrar, era mi última bala. Y la verdad es que me cambió la vida, recuperé el respeto de mis hijos y ahora hasta tengo la mente más clara».

"Ojalá hubiera ido antes"

Solo lamenta «no haber abierto esta puerta unos cuantos años antes, quizás por desconocimiento, porque pensaba que encontraría a cuatro borrachitos y al final es gente normal, cada uno con su historia propia». Así, explica: «Al llegar aparecieron unos señores que me dieron un abrazo, un grupo donde nadie te juzga y ves que te están ayudando, hasta que con el tiempo tú también ayudas a los demás y a la vez te ayudas a ti mismo».

Paco concluye: «Había perdido la esperanza de dejar de beber, pensaba que era como una joroba con la que me iba a morir, y me la he quitado gracias a ellos, por eso trato de ayudar a otros alcohólicos que tienen mi mismo problema, porque esto es una enfermedad para toda la vida». 

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents