El Hospital General de Castellón ofrece terapias de grupo para pacientes sometidos a cirugía bariátrica para tratar su obesidad

Un total de 44 personas participan en los 3 grupos terapéuticos

El Hospital General de Castellón ofrece terapias de grupo para pacientes sometidos a cirugía bariátrica para tratar su obesidad

TONI LOSAS

Carmen Tomás Armelles

Carmen Tomás Armelles

El Hospital General de Castellón ofrece terapia grupal para pacientes que se han sometido a cirugía bariátrica para tratar su obesidad. En estos momentos, como explica Regis Villegas, psicólogo clínico de interconsultas del Hospital General Universitario de Castellón, "ya ha finalizado la intervención en dos grupos y el tercero está a punto de terminarse. El número de participantes totales, incluyendo el grupo en curso, suma 44 participantes". Precisamente, este martes se celebra el día mundial de la obesidad, una enfermedad que ha aumentado un 10% en la Comunitat y afecta al 19% de los hombres y el 14% de las mujeres.

Este profesional explica que la especialidad de psicología clínica se incorporó al comité interdisciplinar de cirugía bariátrica a mediados del año 2023. Poco después se decidió diseñar un grupo psicoterapéutico post-cirugía bariátrica. El primer grupo se inició en octubre 2024.

Las sesiones tienen una duración de 90 minutos aproximadamente con una frecuencia semanal. El protocolo diseñado se compone de ocho sesiones.

De momento, explica Villegas, "la intervención se centra en los pacientes ya intervenidos. Se me comunica vía interconsulta cuándo ingresa un paciente para cirugía bariátrica. El día después de la operación acudo a visitarle en su habitación para informarle de la existencia del grupo psicoterapéutico post-cirugía bariátrica, ofreciéndole la posibilidad de participar".

Sentimientos tras la cirugía

Después de una operación de este tipo "los sentimientos son dispares y dependen mucho del tiempo que haya transcurrido desde la intervención y de las expectativas que el participante tenía y tiene sobre los resultados esperados", señala este psicólogo clínico. Por norma general, explica que "los pacientes recién intervenidos presentan molestias y dificultades de adaptación a las ingestas, sobre todo a las líquidas, siendo el dolor y la preocupación para volver a normalizar las ingestas el sentimiento predominante".  En cambio, "cuando se trata de participantes intervenidos hace más de seis meses, con unos patrones alimentarios casi normalizados, la preocupación suele centrarse en los cambios físicos y en sus relaciones interpersonales. Independientemente del momento, "todos agradecen la perdida ponderal, se normalizan los niveles glucémicos, de colesterol y de presión arterial. Se sienten más ágiles, se cansan menos, pueden, por ejemplo, atarse los cordones de los zapatos, subir escalares o pasear. Todo ello tiene un impacto muy positivo en su autoestima y salud mental.

Patrones alimentarios saludables y expectativas realistas

Explica que "la literatura científica recomienda una intervención psicológica en estos pacientes, siendo los objetivos principales la detección precoz de desajustes emocionales y anímicos para evitar su cronificación". También, añade, se acompaña al participante en el proceso de establecer patrones de conducta alimentaria saludables y a fomentar el desarrollo de expectativas realistas para una adaptación óptima a los cambios tantos físicos como en la esfera interpersonal.

Problemas de autoestima por las burlas

Por desgracia, la obesidad puede dejar secuelas psicológicas. "Muchos pacientes relatan experiencias casi traumáticas relacionadas con el rechazo y burlas constantes en periodo infantil y juvenil. En estos casos llegan al grupo con una autoestima muy mermada. Estas vivencias dificultan el establecimiento de relaciones personales sanas y maduras", refiere.

En qué consiste la terapia

La terapia, señala este experto, permite a los participantes relacionarse e interactuar con otras personas intervenidas de lo mismo que él. Comparten experiencia y se apoyan mutuamente. La terapia se compone de ocho sesiones en las cuales se abordan de forma progresiva temáticas típicamente relacionadas con la adaptación post-bariátrica. Se aborda la relación con la comida, la autoimagen, la autoestima, se diferencian las exceptivas no realistas de las adaptativas y ajustadas a los datos empíricos y médicos, y se facilita la ventilación emocional de los participantes. En resumen, la terapia les permite afrontar de forma más activa los cambios, tantos físicos como mentales, derivados la de cirugía bariátrica y reduce el riesgo de recaída.

Resultados

Al terminar la intervención, en los dos grupos se observa una reducción significativa de las puntuaciones obtenidas en la escala sintomática y una reducción casi completa de las puntuaciones obtenidas en la escala de gravedad en el Test de Bulimia de Edimburgo. Lo mismo ocurre con las puntuaciones en las escalas de ansiedad y depresión de la Escala Hospitalaria de Ansiedad y Depresión.

En qué casos estas personas pueden someterse a cirugía bariátrica

La relación de los participantes con la comida ha sido durante toda su vida su tema de preocupación principal. Para someterse a la cirugía bariátrica la persona no debe presentar en el momento actual una alteración de la conducta alimentaria (atracones con o sin medidas compensatorios). Antes de la cirugía, el paciente deberá someterse a una dieta estricta, basada en batidos sustitutivos de comida, perder peso y, en su caso, abandonar el uso del tabaco. Después de la intervención, el paso de la dieta líquida a blanda y por último a la sólida es muy progresivo. La relación con la comida se basa en los primeros meses en miedo, evitación del dolor y malestar. La intervención psicológica en esta fase consiste en intervenir en las variables emocionales y motivacionales. Se aborda el hambre emocional y fisiológico y se dan pautas para distinguirlos y aprender a manejar el hambre emocional. 

En el momento actual no disponemos para nuestra intervención de datos a largo plazo sobre el mantenimiento de las ganancias terapéuticas, indica este experto, pero "los estudios señalan que los pacientes intervenidos de cirugía bariátrica que hayan participado en un grupo psicoterapéutico post-cirugía presentan una tasa menor de recaídas y una mejor estabilización ponderal que los que no han participado".

Según explica, "la intervención grupal en estos pacientes es preferible a una intervención individual. El grupo permite a los participantes conocer a otras personas con la misma problemática siendo una potente fuente de apoyo social. En algunos casos, se hace una intervención mixta (grupal e individual) donde se abordan en terapia individual temas personales, traumas, sintomatología afectiva y/o ansiosa activa en complemento con el abordaje grupal".

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