Denuncia los daños en su piso tras echar a una inquiokupa en Castelló

Una familia se ve obligada a reformar su piso tras lograr la marcha de su inquilina por impagos

Hallan basura, pintadas y destrozos en mobiliario

Imagen de los destrozos y la basura halladas en la vivienda recuperada por el propietario.

Imagen de los destrozos y la basura halladas en la vivienda recuperada por el propietario. / MEDITERRÁNEO

CASTELLÓN

En los últimos días este diario volvía a hacerse eco de la difícil situación que viven los vecinos del número 15 de la calle Joaquín García Girona, una finca de alquiler asequible, gestionada por la Generalitat y con ocho inmuebles okupados. Amenazas, ruidos, daños en el mobiliario del bloque, disparos con escopetas de perdigones desde las ventanas y ahora también denuncias a la Policía Nacional por presunto abuso policial durante una intevención días atrás.

Lo cierto es que el fenómeno de la okupación causa graves conflictos vecinales y también hace que algunos propietarios se sientan «desprotegidos». En el caso del número 20 de la calle Maestro Arrieta, una familia acaba de conseguir echar de su casa a una inquiokupa que les ha dejado el domicilio «destrozado y lleno de basura», como han denunciado en conversaciones con este diario.

«Nos ha tocado reformarlo cuando hemos logrado, pagando de nuestro bolsillo a un abogado, que esta mujer se fuera», confiesa el denunciante, quien ha encontrado su piso «con tapas de retrete y alcachofas de la ducha arrancadas, pintadas en la bañera, todo el pasillo lleno de serrín y basura y muebles estropeados».

Aunque los propietarios recuerdan que los inicios fueron «normales», inciden en que todo cambió cuando la pareja de inquilinos se separó. «Los vecinos empezaron a quejarse de que la convivencia se había vuelto muy difícil. La mujer dejó de pagar el alquiler y eso nos puso en una situación muy difícil porque es una vivienda que sigue teniendo una hipoteca», sostiene el castellonense.

"Queremos más protección"

Esta familia recuerda que, cuando finalmente consiguió recuperar el piso por vía legal, se lo encontró destrozado y en unas condiciones de suciedad «extremas». «Nos costó mucho dinero en abogados y reformas», dicen.

Por ello, piden más protección para los propietarios. «Si alguien tiene más de un piso es porque ha trabajado y se ha sacrificado. No es justo que los dueños queden desamparados», afirman.

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