Las mandarinas premium de Castellón dan una alegría al campo: cotizan a precio de oro

Variedades como tango, leanri u orri superan los 0,85 euros el kilo

La mandarina orri cotiza en el campo a una media de 1,3 euros el kilo.

La mandarina orri cotiza en el campo a una media de 1,3 euros el kilo. / Mediterráneo

Elena Aguilar

Elena Aguilar

Castellón

Son las Rolls-Royce de las mandarinas y este año, de nuevo, cotizan a precio de oro. Variedades como tango, leanri, nadorcott u orri, que en Castellón ocupan una superficie de algo más de 1.500 hectáreas, están dando una alegría al sector y su valor en el campo oscila entre los 0,85 y los 1,3 euros, más del doble de lo que reciben los productores por la clemenules, la variedad reina en la provincia. ¿La causa? Un aforo más que ajustado, una menor competencia de terceros países y un inicio de campaña algo más temprano de lo habitual.

Si en 2024, los malos resultados de la segunda parte de la temporada citrícola acabaron contagiando a las mandarinas premium, este año ha ocurrido justo lo contrario. A pie de campo apenas quedan existencias (la única excepción es la variedad orri) y las operaciones comerciales se han cerrado a precios que, en muchos casos, casi duplican a los del pasado ejercicio.

Mandarinas como Tango o Nadorcott, variedades de las que en Castellón se producen unas 22.000 toneladas anuales , se han pagado en el campo a una media de 0,85 euros el kilo, mientras que el año pasado su cotización se quedó en unos 0,47 euros, según los últimos datos de la Lonja de Valencia. Y con la orri ocurre algo muy similar. Su cotización en origen alcanza una media de 1,32 euros el kilo (hay partidas que se pagan incluso a 1,5 euros), frente a los 0,85 que se registraron en 2024.

Carles Peris, secretario general de la Unió Llauradora i Ramadera achaca el buen momento que atraviesan estas variedades tardías a una combinación de factores. «El aforo, tanto en España como en el como en el conjunto de la Comunitat ha estado muy ajustado y, además, ha habido menos presión de las mandarinas procedentes de Turquía», apunta al tiempo que señala que Egipto tampoco ha supuesto un peligro, dado que no cuenta con volumen importantes de mandarinas.

Hay un tercer factor que explica los altos precios que están alcanzado estas variedades y tiene que ver con la reducción de la cosecha de clemenules. «La campaña de la nulera fue muy corta y eso dio pie a que la recolección de la mandarina tango se iniciara en algunas zonas productoras quince días antes de lo que es habitual. En Castellón, por ejemplo, el 28 de diciembre se estaba ya recolectando tango», describe Peris que añade que entre las tres variedades (tango, nadorcott y orri) se pueden cubrir cuatro meses de campaña con volúmenes que, en el caso de las dos primeras, puede llegar a unos 350.000 toneladas. «En la variedad orri, la producción es de unas 65.000 toneladas y, además, este año el aforo también es más bajo».

El freno del royalty

Quienes tienen la suerte de tener una finca (o varias) con alguna de estas variedades premium este año se frotan las manos, pero la realidad es que en Castellón el peso de estas mandarinas es muy bajo en comparación al del cultivo de la clemenules. Un dato basta para entenderlo. De la provincia saldrán este año unas 13.000 toneladas de tango, mientras que la producción de nuleras ha superado las 228.000 toneladas. Y otro apunte más: el mercado paga bien variedades que cuentan con un royalty y este no suele ser barato. La patente suele oscilar entre los 150 y 160 euros por árbol, por lo que para plantar una hectárea se necesita una inversión de unos 24.000 euros, un dinero que no todos están dispuestos a gastar. «Para el propietario de una finca pequeña y que no se dedica profesionalmente a la citricultura invertir toda esa cantidad de dinero es inviable», reconocen en el sector. 

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