Los aranceles de Trump en el campo de Castellón: las organizaciones agrarias piden gravar a los frutos secos de EEUU

La provincia es la principal productora de Marcona en la Comunitat

La Unió se centra en productos como la almendra.

La Unió se centra en productos como la almendra. / MEDITERRÁNEO

Bartomeu Roig

Bartomeu Roig

Castellón

El anuncio del presidente norteamericano, Donald Trump, de imponer aranceles del 20% a todos los productos procedentes desde la Unión Europea tiene un efecto limitado en el campo de Castellón. En la pasada década se interrumpió la comercialización de cítricos de la provincia en este mercado, debido a otros aranceles impuestos por Trump, y que fueron suprimidos con la llegada de Joe Biden. Pese a ello, la exportación nunca llegó a retomarse.

Las exportaciones de aceite o los mencionados cítricos desde Castellón son escasas. Como ejemplo, según señalan desde la Cámara de Comercio, desde la provincia se hicieron en 2024 dos operaciones de venta de vino a Estados Unidos, por un valor de apenas 3.300 euros.

Respuesta

Desde la Unió Llauradora mencionan que esta es la ocasión en la que la Unión Europea puede "responder con la misma reciprocidad", aunque reconoce que las guerras comerciales "son malas para todos". Y hay un producto que está en su punto de mira: la almendra.

Castellón es la principal productora de la Comunitat de la variedad marcona, que en los últimos años ha visto cómo su consumo en el mercado nacional se ha reducido, como consecuencia de la llegada de frutos secos de los Estados Unidos.

"Uno de los productos que hay que gravar por la afección en la Comunitat Valenciana, entre otros, es la almendra importada por las grandes empresas turroneras, o nueces de EEUU que inundan nuestros mercados, que desestabilizan nuestro mercado y lanza los precios de nuestras producciones a la baja. El valor de las importaciones de frutos secos (almendras y nueces) procedentes de Estados Unidos a la Comunitat Valenciana alcanzó un valor el pasado año de 355 millones de euros -casi tanto como el total del valor agroalimentario exportado por nosotros allí- y que suponen un 19,7% del total importado por la Comunitat Valenciana en todos los sectores", destacan desde la organización agraria.

Por parte de AVA-Asaja, su presidente, Cristóbal Aguado, también incide en la necesidad de gravar a almendras y nueces. Además, afirma que el mercado estadounidense "era muy interesante hasta que nos cerraron el envío de clementinas, pero desde entonces ha pasado a ser un destino muchísimo menor que la Unión Europea, donde ahora destacan las ventas de vino, aceite y hortalizas. De todos modos, no es positivo perder competitividad en otro mercado internacional con millones de consumidores después de que en 2014 perdimos ya el mercado ruso".

"Hay que estar a la altura"

El secretario general de la Unió, Carles Peris, menciona que en la Unión Europea "han tenido tiempo para dar una respuesta acorde a la magnitud de la impuesta por Trump y confiemos en que estén a la altura de lo que los ciudadanos europeos afectados esperan".

Paralelamente a lo anterior, la organización considera que si algún sector o producto agroalimentario valenciano tiene un impacto negativo en las exportaciones por los aranceles habrá que apoyarle económicamente con medidas compensatorias y espera que no ocurra como en la anterior legislatura de Trump con los aranceles que impuso o con el veto ruso donde los agricultores y ganaderos europeos se quedaron sin ayudas para compensar sus efectos.

Promoción

La Unió también aboga por la puesta en marcha de campañas de promoción para diversificar y buscar nuevos mercados. "Si se observa que algún sector sufre un impacto debería recibir ayuda, pero también hemos de ser capaces de diversificar y buscar nuevos mercados y aparte de esos apoyos económicos reclamar que se realicen campañas de promoción", incide.

La paradoja del aceite

Carles Peris también se centra en el aceite valenciano, que apenas exporta a Estados Unidos. En cambio, sí que habría un efecto adverso en Andalucía. "El problema ya no sería lo que nosotros exportamos a EE. UU., sino lo que deja de hacer Andalucía como principal zona exportadora. Si ese aceite tiene ahora un 20% de arancel y no va a EE. UU. se tendrá que recolocar y buscar otros destinos, por lo que igual se satura el mercado español. Ya no es únicamente ese aumento de costes por exportar allí sino también los flujos que se generan de si puedes enviar allí o no o tienes que buscar un nuevo mercado", detalla Peris.

AVA-ASAJA solicita por su parte al Gobierno español y a la Unión Europea que "compensen debidamente a los sectores afectados como el agrario y no les vuelvan a dejar en la estacada como ocurrió con el veto ruso o los aranceles de la anterior legislatura de Trump". Aguado defiende "la reciprocidad y, en este sentido, no entenderíamos otra respuesta por parte de nuestros gobernantes que contestar con el mismo arancel a los productos agrarios estadounidenses que vienen aquí, destinando esa mayor recaudación para compensar a los sectores perjudicados".

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