300 castellonenses mueren cada año por un ictus como el que causó la muerte al papa Francisco

Alrededor de 300 castellonenses mueren cada año por un ictus como el que causó la muerte del papa Francisco. El accidente cerebrovascular es una condición médica grave que ocurre cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se interrumpe o reduce, privando al tejido cerebral de oxígeno y nutrientes esenciales. Además, según los expertos la incidencia está aumentando en adultos jóvenes.

El doctor Tatay, neurólogo del Hospital Vithas Castellón, explica que a nivel mundial, se estima que hay más de 12 millones de nuevos casos de ictus cada año. En Europa, la incidencia ronda entre 100 y 300 casos por cada 100.000 habitantes al año, aunque puede variar según región. En países como España, se reportan aproximadamente 120.000 casos nuevos al año, lo que lo convierte en una de las principales causas de muerte y discapacidad.

En la provincia de Castellón, según se desprende del Instituto Nacional de Estadística, lo sufren alrededor de 1.600 castellonenses al año. En particular, en el 2023 se produjeron 1.331 altas hospitalarias por afecciones cerebrovasculares y 309 fallecimientos en Castellón, cifra similar al 2022, cuando fueron 1.320 ingresos y 318 óbitos.

Perfil

Este especialista del Vithas explica que existe una mayor incidencia en personas mayores de 65 años, aunque también puede afectar a personas jóvenes, especialmente en presencia de factores de riesgo. En cuanto al sexo, agrega que es más común en hombres hasta los 75 años, pero las mujeres mayores de esa edad presentan mayor incidencia y mortalidad.

Factores de riesgo

Por lo que respecta a los factores de riesgo más comunes, indica que el principal es la hipertensión arterial. Otros factores son la diabetes mellitus, el colesterol alto (dislipidemia), el tabaquismo, la fibrilación auricular y otras cardiopatías, la obesidad y el sedentarismo, junto con el consumo excesivo de alcohol y tener antecedentes familiares de ictus.

Según explica el doctor Tatay existen dos tipos de ictus. El isquémico, que supone el 85% de los casos, causado por la obstrucción de un vaso sanguíneo. El 15% restante son hemorrágicos, por la ruptura de un vaso y sangrado cerebral.

Aumenta en jóvenes

Este especialista señala que "aunque el ictus sigue siendo más prevalente en mayores de 65 años, estudios han demostrado que la incidencia en personas de 18 a 45 años ha aumentado entre un 10% y 20% en las últimas dos décadas. Este aumento es más notorio en ictus isquémicos, aunque también hay casos de hemorragias subaracnoideas, especialmente en mujeres jóvenes.

A su juicio, los motivos podrían explicar este aumento serían el aumento de factores de riesgo clásicos en jóvenes, como la hipertensión, la diabetes tipo 2, el tabaquismo, el sedentarismo, la obesidad y el consumo de alcohol y drogas. No obstante, señala que también han podido influir las mejoras en el diagnóstico, ya que técnicas como la resonancia magnética han permitido detectar ictus más leves o atípicos que antes pasaban desapercibidos. Por otro lado, hay factores específicos en jóvenes, como las migrañas con aura, los trastornos autoinmunes, el uso de anticonceptivos orales en combinación con otros factores de riesgo. Además, señala otras causas como trastornos de la coagulación (algunos congénitos) o infecciones (como el covid-19, que se ha relacionado con eventos trombóticos).

Cómo prevenirlo

No obstante, señala que hay medidas preventivas que se pueden adoptar, como el cntrol de la presión arterial. Según señala "la hipertensión arterial es el principal factor de riesgo para el ictus". Recomienda mantener la presión arterial por debajo de 130/80mmHg. También aconseja mantener una alimentación saludable (dieta mediterránea y reducir la ingesta de sal y grasas saturadas). Otros elementos que nos pueden proteger son la práctica de actividad física regular, así como evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol, el control del peso y la diabetes, el manejo del colesterol y someterse a chequeos médicos regulares.

Signos de alerta

Asimismo, "reconocer los signos de alerta de un ictus es crucial, ya que una atención médica inmediata puede marcar la diferencia en la recuperación del paciente", explica el doctor Tatay. Los síntomas suelen aparecer de forma brusca, repentina y pueden incluir: pérdida súbita de fuerza o sensibilidad en la cara, brazo o pierna, especialmente en un lado del cuerpo. También la dificultad para hablar o entender el lenguaje. Asimismo, se pueden sufrir problemas repentinos de visión en uno o ambos ojos. Otros factores de alerta son sufrir mareos, pérdida de equilibrio o coordinación inesperados. Y asimismo otros pacientes han sufrido dolor de cabeza intenso y repentino sin causa aparente.

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